El audio forma parte de una investigación sobre los infantes retenidos por el Departamento de Seguridad Pública (DHS), tomando el caso de Alison Jimena Valencia Madrid, de seis años de edad, fue separada de su mamá la semana pasada.
En el audio, publicado en YouTube, un agente de la Patrulla Fronteriza bromea: “Bueno, aquí tenemos una orquesta“.
La nueva política migratoria impulsada por el gobierno de Trump de separar a los padres inmigrantes de sus hijos a su llegada a Estados Unidos, comienza a dividir a los republicanos de sus aliados mientras los demócratas aumentan la presión en contra de la medida.
Ciudad de México, 18 de junio (LaOpinión/SinEmbargo).- ProPublica dio a conocer un audio donde se escucha a niños inmigrantes llorando porque fueron separados de sus padres.
En el audio, publicado en YouTube, un agente de la Patrulla Fronteriza bromea: “Bueno, aquí tenemos una orquesta“.
El sonido forma parte de una investigación sobre los infantes retenidos por el Departamento de Seguridad Pública (DHS), tomando el caso de Alison Jimena Valencia Madrid, de seis años de edad, fue separada de su mamá la semana pasada.
“El siguiente audio de Alison y otros niños cuando hablan con el agente fronterizo y trabajadores consulares”, indica la introducción.
La conversación es prácticamente en español, tanto entre agentes migratorios como el personal de consulados, según la investigación.
“!No quiero que detengan a mi padre! ¡No quiero lo deporten!”, se escucha decir a una niña.
“¡Papi! ¡Papi, papi!” se escucha al fondo mientras los adultos hablan. “¡Mami!”.
Es entonces cuando el agentes hace la broma y agrega: “Faltaba el maestro, a ver… ¡No llore!”
Los detenidos, según se escucha, son originarios de El Salvador, Honduras y Guatemala.
Casi 2 mil niños han sido separados de sus padres desde que el secretario de Justicia Jeff Sessions anunció la política, la cual ordena que los funcionarios de Seguridad Nacional refieran todos los casos de ingreso ilegal al país a fiscales para que les presenten cargos. Instituciones religiosas y activistas por los derechos humanos han criticado fuertemente la política, calificándola de inhumana.
En tanto, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró hoy que su país no se convertirá en “un campo de inmigrantes”, al compararlo “con lo que está sucediendo en Europa”, e insistió en que un país necesita fronteras fuertes.
“Estados Unidos no será un campo de inmigrantes y no será un campo de acogida de refugiados. Lo que está ocurriendo en Europa y otros lugares, no lo permitiré, no bajo mi vigilancia”, dijo Trump en un acto en la Casa Blanca.
El mandatario estadounidense defendía así su política migratoria de mano dura ante la polémica desatada por la separación de menores de sus familias tras cruzar ilegalmente la frontera.