Políticos irresponsables

18/06/2012 - 12:02 am

En las últimas dos semanas hemos visto varios ejemplos de que nuestros políticos viven en un mundo paralelo, muy alejado de la realidad. En un universo en el que los hechos y los datos se manejan con total frivolidad, cuando no en abierta irresponsabilidad: en donde la realidad es lo que yo digo, más allá de cualquier evidencia.

El candidato presidencial de las izquierdas estuvo hace unos días en el programa de Televisa, Tercer Grado. Al ser cuestionado sobre su gestión al frente del gobierno capitalino, y en particular sobre la pobreza o la corrupción, se limitó a decir que esos datos no eran ciertos: “la realidad es otra”, dijo. También sacó a relucir el espantajo del fraude electoral sin aportar ningún tipo de argumento y mucho menos prueba alguna.

Resultó inevitable recordar la frase de Groucho Marx: “¿En qué va a creer usted, en lo que yo le digo o en sus propios ojos?”.

Unos días después –en el segundo debate– repitió la dosis, al hablar del despilfarro del gobierno federal. El punto que causó mayor controversia fue el de ahorrar 300 mil millones de pesos en la nómina de los altos cargos burocráticos. Los datos –y la terca realidad– se encargaron de desmentirlo, por más que desde su oficina trataron de detallar las cifras, haciendo cálculos fantásticos, carentes del más mínimo rigor.

Pero del otro lado las cosas no son mucho mejores. En medio del citado debate, a través de Twitter el presidente Calderón refutó a López Obrador, al decir que “si el gobierno despidiera a todos los altos funcionarios, de director a Presidente, ahorraría 2,000 mdp, no 300,000 mdp. ½ sueldo: 1 000 m”.

A las pocas horas, el secretario de Hacienda completó la faena afirmando que “el gasto en sueldos y salarios y servicios personales son 264 mil millones de pesos. Si el gobierno federal prescindiera de todos sus servidores públicos, nos ahorraríamos esos 264 mil millones de pesos de los cuales el 0.7% solamente está vinculado a altos mandos”. Es decir, según las cuentas del propio secretario, los altos cargos públicos nos cuestan sólo 1,848 millones (el 0.7 por ciento de 264 mil millones).

No voy a calificar la posible ilegalidad de estos mensajes y mucho menos su imprudencia al intervenir en la campaña en contra de un candidato. Lo que me preocupa es que los dos funcionarios más poderosos del gobierno federal, y seguramente del país –el propio Presidente y su secretario de Hacienda– mientan con total impunidad.

De una simple revisión del Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, encontramos que solamente en la Secretaría de Hacienda hay casi 1,600 altos cargos con sueldos mayores a un millón de pesos (sin contar prestaciones), incluyendo a su titular, quien, oficialmente, se embolsa cerca de dos millones y medio al año. Es decir, sólo contabilizando a la SHCP, ya se rebasan los dos mil millones de los que habló el Presidente.

En la oficina de presidencia hay 118 altos cargos que rebasan el millón de pesos anuales; 1,391 en la Secretaria de la Defensa Nacional; 787 en la de seguridad pública; 4,612 en Pemex; y 81 en la “estratégica” Secretaria de la Reforma Agraria, por citar sólo unos ejemplos.

Sin duda, nuestros dirigentes viven en un mundo paralelo en donde los hechos y las cifras pierden sentido, y se manejan a conveniencia del interesado. Así es imposible debatir.

A nuestros políticos habría que recordarles lo dicho hace unos años por uno de sus colegas estadounidense: tienes derecho a tu propia opinión, pero no a tus propios hechos.

 

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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