Ciudad de México, 18 de mayo (SinEmbargo).- ¿Se imaginan al sombrío Ian Curtis o a Morrissey como personajes de cómic? Aún más: ¿Se imaginan a este par, junto con Robert Smith y a Siouxsie Sioux, como héroes que luchan por la justicia a la manera de Superman, Flash y otros súper seres de la cultura pop?

El ilustrador y diseñador brasileño Butcher Billy se ha encargado de que lo anterior se vuelva realidad, al menos en un terreno gráfico.

Inspirándose en el conocido grupo de superhéroes de la Liga de la Justicia, este artista sudamericano reinventó la apariencia original de los personajes más representativos de este grupo para darles el rostro de una estrella de rock, publicó CBR.

De esta manera, caras familiares como Johnny Rotten y Mark Mothersbaugh, cantantes de bandas como Sex Pistols, PiL y Devo se convierten en los protagonistas de ilustraciones que imitan ciertas portadas clásicas de comics de la editorial DC.

Esta no es la primera incursión de Butcher Billy en cuanto a referencias del también llamado noveno arte. Hace meses fue celebrada la mezcla que realizó de villanos de la vida real con otros del universo de las viñetas.

En esta ocasión su fuente de inspiración primaria fue la música, para lo cual eligió una serie de ritmos típicos de inicios de la década de los 80.

New wave, post punk dark wave y otros géneros más, así como algunos de sus principales representantes fueron los elegidos por este artista que reside en Curitiba.

Con esta base, Superman es reinventado con el rostro de Morrissey, mientras que Ian Curtis sustituye a Bruce Wayne para convierte en Batman y Robert Smith hace lo mismo para encarnar a “Eel” O’Brian, mejor conocido como Plastic Man.

Por su parte, Billy define la dicotomía detrás de estas imágenes como “gente real o personajes imaginarios, los ideales incorruptibles de los superhéroes perfectos o las fallas humanas y deseos vertidos a veces, de manera desesperada, en letras de canciones.”

Lo que también es cierto es la comparación del nivel de idolatría que, tanto héroes como músicos, pueden provocar, sin importar la disparidad de sus “oficios” y lo aparentemente alejado de los mercados en los que se enfocan.

Mientras tanto, para quienes comparten ambas aficiones (música y cómics) la amalgama no podría ser mejor. Después de todo, ¿en qué otro contexto que no sea el de la creación artística podría darse una mezcla tan peculiar como esta?

Redacción/SinEmbargo

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