En Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, los tipos de interés fijados por la autoridad monetaria central subieron entre 1.25 y 7.25 puntos porcentuales en el curso de 2021 y los bancos centrales también dieron a entender que contemplaban nuevos aumentos para los próximos meses.
Washington, 18 feb (EFE).- El Fondo Monetario Internacional (FMI) celebró este viernes que las expectativas de inflación a largo plazo en Latinoamérica estén bajo control y achacó ese éxito directamente a la “fuerte reacción” por parte de los bancos centrales en países como Colombia, México, Chile, Perú y Brasil.
En una charla digital en el centro de estudios Sociedad de las Américas/Consejo para las Américas (AS/COA), el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Ilan Goldfajn, alertó, sin embargo, ante el peligro de que la situación se desestabilice en cualquier momento dado el historial inflacionario de la región.
“Los bancos centrales y los Gobiernos (latinoamericanos) conocen bien la historia de la región. Saben que existe un riesgo de indexación, de inercia y de inflación más generalizada”, apuntó Goldfajn.
Según los cálculos del propio FMI, la media de la subida de precios en las mayores economías latinoamericanas el año pasado fue del 8.3 por ciento, el mayor incremento en 15 años y por encima de lo ocurrido en otros países en desarrollo.
A pesar de ello, en países como Brasil, México, Chile, Perú y Colombia las expectativas del mercado sobre cómo evolucionará la inflación durante los próximos tres años están “ancladas” en subidas razonables y en línea con los objetivos de los bancos centrales de entre el 2 y el 4 % anual.
Según el director regional del FMI, los bancos centrales en estos países reaccionaron con fuerza y rapidez al identificar presiones inflacionarias para preservar su credibilidad ante la opinión pública y el resultado ha sido “bastante exitoso”.
En Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, los tipos de interés fijados por la autoridad monetaria central subieron entre 1.25 y 7.25 puntos porcentuales en el curso de 2021 y los bancos centrales también dieron a entender que contemplaban nuevos aumentos para los próximos meses.
En este sentido, celebró que los bancos en la región se adelantasen a los de otros países y aseguró que los mercados están “satisfechos” porque consideran que las medidas para frenar la inflación se han tomado de forma preventiva antes de que los daños fuesen a mayores.
“Quizá veamos la curva inflacionaria empezar a bajar a lo largo del año”, se mostró esperanzado.
🔴 EN DIRECTO: El Director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Ilan Goldfajn, conversa con la Presidenta de @ASCOA, Susan Segal, sobre la recuperación, la inflación y las principales cuestiones que enfrenta América Latina.https://t.co/PS6tvZyLTf
— FMI (@FMInoticias) February 18, 2022
PROBABLES SUBIDAS DE TIPOS ADICIONALES EN 2022
El miércoles, la agencia de calificación crediticia Moody’s estimó que la inflación en Latinoamérica llevará a los bancos centrales de la región a subidas adicionales de los tipos de interés este año, y que espera que el aumento de los precios se desacelere en la segunda mitad.
Moody’s consideró en un informe que la inflación en las principales economías latinoamericanas se mantendrá por encima de los objetivos de sus bancos centrales en los próximos 12 a 18 meses, lo que les llevará a continuar incrementando los tipos “durante la mayor parte de 2022”.
Sobre la proyección de crecimiento económico para Latinoamérica y el Caribe este año -después de que el PIB aumentase un 6.8 por ciento el año pasado-, Goldfajn mantuvo la última previsión del FMI de que 2022 cerrará con un 2,4 % de crecimiento en la región, una cifra, a su juicio, “más cercana a su potencial”.
El director regional identificó tres grandes riesgos para la región en los próximos meses: la persistencia de la pandemia de covid-19, la posibilidad de conflictos geopolíticos globales que repercutan en Latinoamérica y la política monetaria restrictiva que están empezando a adoptar las economías desarrolladas.
Sobre este último punto, las subidas de tipos y la eliminación de programas de estímulo en economías como Estados Unidos y Europa reducirá el acceso a liquidez por parte de empresas y familias, lo que probablemente derivará en una caída de la demanda que podría rebajar las exportaciones latinoamericanas.