En algún momento de la conversación, el periodista Javier Lafuente, de El País, cuestiona a la ex dirigente magisterial acusada de corrupción por años: “Siempre se le ha criticado que llevaba un tren de vida elevado para una dirigente sindical. ¿Sigue manteniéndolo?”. Ella responde: “Yo creo que sí hay algunos errores de mi parte. Siempre prioricé mi imagen, mis vestidos, mis zapatos, siempre viví, guste o no, en Polanco y eso es vivir en un estatus superior al que vive cualquier maestro”.
Ciudad de México, 18 de febrero (SinEmbargo).– La ex dirigente del sindicato de maestros Elba Esther Gordillo Morales dijo en una entrevista en el diario español El País, con el periodista Javier Lafuente, que los medios mexicanos servían al Estado corporativo y recibían “líneas”. También confesó que su único Presidente amigo fue Vicente Fox Quesada.
–¿Qué imagen cree que tiene la sociedad mexicana de usted? –le preguntó Lafuente.
–Una que me duele mucho, no es positiva. Y no la puedo cambiar de la noche a la mañana. No es como yo quisiera ni es real lo que dicen –le respondió la ex dirigente magisterial acusada durante años de corrupta.
“Yo creo que sí hay algunos errores de mi parte. Siempre prioricé mi imagen, mis vestidos, mis zapatos, siempre viví, guste o no, en Polanco y eso es vivir en un estatus superior al que vive cualquier maestro. Hay una imagen de que vivo en una gran mansión y no es cierto. Ahora, cuando compré la casa no vale lo que hoy. Y sí, tengo una casa en San Diego. Vivo bien, no es el estatus de cualquier maestro, pero lo que he hecho no ha sido por mi profesión como maestra ni como dirigente de maestros. He sido Diputada, Senadora”, aseguró a El País.
“Ni lavé dinero ni hice cosas indebidas. Hay un problema serio. Yo creo en la libertad de expresión y en la libertad de prensa, pero me duele que en el periodismo en México, que es lo que conozco, hay poca investigación y se vayan todos por los rumores”, agregó.
–Eso no es así. Hay buen periodismo de investigación en México –contestó el periodista.
–Hoy. Pero en mis tiempos no era así. Y es relativa la investigación. La prensa también ha tenido sus controles. Y no me refiero a los reporteros. Los dueños de los medios también servían al Estado corporativo y recibían líneas. Es un tema que no debería abordar siendo políticamente correcta, pero no soy así. Y eso es lo que molesta mucho. Eso incomoda. Me incomoda a veces a mí, pero por qué tengo que estar siempre del lado de los que pierden.
–¿Qué le parece el Gobierno de López Obrador? –le preguntó el periodista de El País.
–Me dio mucho gusto que ganara. Si el triunfo no se hubiera concretizado hubiésemos tenido un estallido, con o sin su voluntad, porque el nivel de presión, de desencanto, de enojo era muy alto. En lo personal, me agrada mucho y creo que hay que apoyarlo para que se logre voltear a ver a los indígenas, somos un país con una profunda inequidad en casi todo. Soy una convencida de que para lograr muchas de esas cosas se requieren reformas, sacudimientos del sistema político –respondió.
–Esta semana se ha detenido a Emilio Lozoya. Antes a Rosario Robles, a Juan Collado. El cerco sobre el ex Presidente Peña Nieto se ha estrechado. ¿Qué siente? –le cuestionó Javier Lafuente.
–Pena –respondió Elba Esther Gordillo–. Mucha pena, porque no puedo negar que fui responsable para que fuese electo.
En algún momento de la conversación, el periodista la pregunta: “Siempre se le ha criticado que llevaba un tren de vida elevado para una dirigente sindical. ¿Sigue manteniéndolo?”
Ella responde: “Yo creo que sí hay algunos errores de mi parte. Siempre prioricé mi imagen, mis vestidos, mis zapatos, siempre viví, guste o no, en Polanco y eso es vivir en un estatus superior al que vive cualquier maestro. Hay una imagen de que vivo en una gran mansión y no es cierto. Ahora, cuando compré la casa no vale lo que hoy. Y sí, tengo una casa en San Diego. Vivo bien, no es el estatus de cualquier maestro, pero lo que he hecho no ha sido por mi profesión como maestra ni como dirigente de maestros”.