Internet, la revolución que viene

18/02/2013 - 12:01 am

Internet, literalmente, vino a cambiar nuestras vidas: revolucionó la forma en que nos comunicamos, en que nos informamos y nos entretenemos, la manera en que interactuamos y nos relacionamos, en la que investigamos o estudiamos.

Sólo hay que pensar qué haríamos si no tuviéramos a la mano algún dispositivo con acceso a la red. Para los más jóvenes –verdaderos nativos digitales– sería como retroceder hasta la edad de piedra.

Según un informe reciente, elaborado por Google, lo relacionado con Internet ya representa entre el uno y el 2.5 por ciento –según diversos cálculos– del PIB mexicano. A la par, únicamente un tercio de la población tiene acceso a esta herramienta.

El desarrollo de las telecomunicaciones –y especialmente de Internet– no ha avanzado todo lo que debería. Ello se explica, según el citado reporte, debido “a que la adopción de nuevas tecnologías por parte de los usuarios se vio limitada por las desigualdades económicas, la falta de calidad de la infraestructura y el alto costo de los accesos.”

Se prevé que en México, el número de conexiones 3G se incrementen un 57 por ciento, y los accesos a Internet desde los hogares alcancen un 60 por ciento de todas las viviendas, para 2015. Asimismo, dicho informe sostiene que en los próximos tres años habrá una acentuada reducción en los costos de acceso y un incremento sustancial en el uso de la red.

El sector crece a un ritmo de 16 por ciento anual, mucho más que la economía en su conjunto: las empresas que invierten en la web reportan un incremento de nueve por ciento en sus ingresos, una reducción de un cinco por ciento en sus costos, y un 16 por ciento de aumento de productividad, según Google.

Si bien nuestra vida diaria y nuestra forma de concebir el mundo han cambiado radicalmente desde la adopción masiva de Internet –y en general de todas las tecnologías de la información–, los expertos afirman que esto apenas está empezando. El ritmo de transformación se está acelerando y dentro de unos años el mundo va a ser radicalmente diferente, gracias precisamente a Internet. Los cambios ya se dejan ver en infinidad de sectores: salud, gobierno, educación, negocios, medios y un largo etcétera. Ello implica un gran aumento en la productividad, cuando no una verdadera revolución del sector en su conjunto.

Sin embargo, todavía queda mucho trabajo por hacer. Tenemos grandes problemas de falta de competencia y de concentración en el sector de telecomunicaciones. El resultado es que nuestro acceso a Internet es de los más caros y de los más lentos de los países de la OCDE.

La gran ventaja es que la estructura demográfica del país –en donde prevalece la población joven– favorece una adopción rápida de Internet. Ahora hay que exigirle al gobierno que haga su parte para hacer realidad estas predicciones.

 

Twitter: @jose_carbonell

http://josecarbonell.wordpress.com

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