“Este trabajo tiene implicaciones inmediatas para las mujeres con cáncer de mama metastásico con receptores de estrógeno positivo, incluyendo aquellos que son resistentes a las formas actuales de terapia endocrina”, dijo en un comunicado de la Universidad de Adelaida (Australia), Theresa Hickey, una de las líderes de la investigación.
Sídney (Australia), 18 enero (EFE).- Un grupo de científicos internacionales descubrió nuevas evidencias sobre el impacto positivo de los andrógenos –hormonas sexuales masculinas– en el tratamiento del cáncer de mama, un hallazgo que puede suponer un avance en el tratamiento de esta enfermedad, informaron este viernes fuentes académicas.
“Este trabajo tiene implicaciones inmediatas para las mujeres con cáncer de mama metastásico con receptores de estrógeno positivo, incluyendo aquellos que son resistentes a las formas actuales de terapia endocrina”, dijo en un comunicado de la Universidad de Adelaida (Australia), Theresa Hickey, una de las líderes de la investigación.
Aunque los andrógenos son las hormonas sexuales masculinas, también se encuentran en niveles bajos en las mujeres, por lo que los científicos se centraron en analizar su papel como posible tratamiento de algunos tipos de cáncer de mama en los que la enfermedad se propaga usando los estrógenos, las hormonas femeninas, a través de los receptores de las células.
The androgen receptor is a tumor suppressor in estrogen receptor–positive breast cancer | Nature Medicine https://t.co/2CgjzfGQlN
— Bisrat Debeb (@BisratDebeb) January 18, 2021
ANDRÓGENOS SOSLAYADOS
Los andrógenos -que engloban varios tipos de hormonas masculinas, como la testosterona- estimulan el desarrollo de las características sexuales masculinas secundarias como la barba, mientras que los estrógenos inducen la aparición de rasgos sexuales secundarios femeninos, como las mamas y la primera menstruación.
En condiciones normales, el estrógeno estimula y el andrógeno inhibe el crecimiento del seno en la pubertad hasta la etapa adulta, pero una actividad anormal del primero provoca la mayoría de los tumores malignos de mama.
En el pasado se usaban los andrógenos para tratar el cáncer de mama sin conocerse mucho sobre su impacto en los receptores, pero fueron soslayados debido a sus efectos secundarios virilizantes y la aparición de tratamientos antiestrogénicos o endocrinos.
Si bien la terapia endrocrina es clave para tratar el cáncer de mama con receptores de estrógeno positivos (es decir, que usan los estrógenos para propagarse), la resistencia de algunas pacientes a estos fármacos es la causa principal de la mortalidad por esta enfermedad, según el comunicado.
Es en estas pacientes, con receptores de estrógenos positivos, en las que la utilización de andrógenos naturales o un nuevo medicamento androgénico han demostrado tener una potente actividad antitumoral, incluso en las resistentes a los actuales tratamientos estándar.
En cambio, los inhibidores de los receptores de andrógenos no tenían ningún efecto, de acuerdo a este estudio publicado en la revista científica Nature Medicine.
MAYOR EFICACIA
“Hemos proporcionado nuevas y convincentes evidencias experimentales que apuntan a que los fármacos estimulantes de los receptores de andrógenos pueden ser más eficaces que los tratamientos estándar existentes (por ejemplo, el Tamoxifeno)”, indicó Wayne Tilley, de la Universidad de Adelaida, quien lideró el estudio con Hickey.
El científico también recalcó que parecen ser mejores que tratamientos nuevos como el Palbociclib, con el que además pueden combinarse para mejorar la inhibición del crecimiento, y no producen los efectos secundarios de los andrógenos naturales, según el comunicado de la Universidad de Adelaida.
Los científicos australianos y estadounidenses tienen previsto comenzar un ensayo clínico internacional de la Fase 3 en el segundo trimestre de 2021 en el que se evaluará el impacto del Enobosarm, un agente activador de los receptores de andrógenos.
En estas pruebas participarán pacientes con cáncer de mama metastásico con receptores de andrógenos y de estrógenos positivos que hayan fracasado en el tratamiento endocrino.