Apatzingán, Michoacán, 18 de enero (SinEmbargo).- Los grupos de autodefensa avanzan este fin de semana hacia la ciudad de Apatzingán de la Constitución, acompañados por el Ejército Mexicano, y a su paso van formando, en comunidades y rancherías, células que resguardan la seguridad de las personas.

Elementos del ejército los acompañan o refuerzan los lugares a donde llegan los grupos de autodefensa, y los líderes de los grupos armados celebran mítines y juntas para pedirle a la gente que no agreda a los soldados.

Y es que, en Antúnez, Parácuaro y Múgica, los habitantes han advertido que “no entrará un soldado más, porque lo matamos”, luego de que el lunes pasado el ejército disparo y mató a cuatro personas cuando intentaban desarmarlas para cumplir con la orden de desarme, dada desde Morelia por el Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.

Osorio Chong pidió este lunes a los grupos de autodefensa que abandonaran su ofensiva contra los Caballeros Templarios y aseguró que el gobierno federal asumiría ahora la seguridad en la región.

“A los grupos de autodefensa se les emplaza a que regresen a sus lugares de origen y se reincorporen a sus actividades habituales. La seguridad de sus comunidades estará plenamente a cargo de las instituciones”, dijo el funcionario tras una reunión de seguridad en Morelia, la capital michoacana.

Osorio Chong dijo que, a petición de las autoridades locales, el gobierno federal se encargaría “de las labores de protección de habitantes” y advirtió de que “no habrá tolerancia para personas que sean sorprendidas en posesión de armas” no permitidas.

El funcionario invitó a los integrantes de las autodefensas -muchos de los cuales emplean fusiles de alto poder- a incorporarse a los cuerpos policiacos legales si así lo desean.

Ayer viernes los grupos de autodefensa se instalaron en la localidad de La Huerta, a menos de 15 minutos de la ciudad de Apatzingán por lo que se espera que de un momento a otro, entren a la ciudad, no sin una reacción, que podría ser violenta, por parte del crimen organizado que se encuentra atrincherado en esta cabecera municipal.

Por ello, en Apatzingán la mayor parte de los comercios permanecen cerrados y algunos, los más audaces y los que tienen compromisos económicos que cumplir con sus empleados, pusieron las cortinas de acero a medio cerrar, para que en caso de ser necesario puedan resguardarse.

Desde el martes pasado, la policía militar tomó el control del ayuntamiento de Apatzingán y el Alcalde de este lugar, Uriel Chávez Mendoza, no se le ha visto desde ese día.

Por su parte el sacerdote de Apatzingán, Gregorio López, denunció el martes que los narcotraficantes y líderes del cartel de Los Caballeros Templarios, Servando Gómez alias “La Tuta” y Nazario Moreno “el Chayo”, comieron en un lugar cercano de la cabecera municipal, el mismo día en el que el Gobernador Fausto Vallejo, estuvo en Apatzingán supervisando la estrategia de seguridad.

Dalia Martínez

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