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Dicen NO a un cambio

Chile rechaza por segunda vez cambiar su constitución y mantiene la de la dictadura

17/12/2023 - 5:19 pm

El ambiente electoral dejaba una sensación de que no sólo se cerraban las más de 39 mil 300 mesas de votación, sino el “proceso constituyente”, como dijo horas antes la vocera del Gobierno, Camila Vallejo.

Por María Verza y Patricia Luna

Santiago, Chile, 17 de diciembre (AP) — Los chilenos volvieron a rechazar este domingo cambiar de Constitución, de tendencia conservadora, con lo que se mantendrá vigente la Carta Magna de la dictadura de Augusto Pinochet.

Con más del 99.55 por ciento de los votos escrutados, un 55.76 por ciento votó en contra de la nueva propuesta, un texto que era más conservador en lo moral y en lo económico y que había cosechado fuertes críticas por el riesgo que suponía al limitar derechos ya conquistados, como los de las mujeres. El 44.24 por ciento de los votantes la apoyó.

“La política ha quedado en deuda con el pueblo de Chile”, sentenció el Presidente chileno, Gabriel Boric, ya en la noche tras conocer los resultados del plebiscito que, pese a cosechar la posición de rechazo que el oficialismo respaldaba, no fue encajada como una victoria.

Reiteró Boric que el proceso constitucional queda ya cerrado sin posibilidad de un tercer intento, al menos durante su mandato, ya que “las urgencias son otras”. Y cuestionó que no haya logrado ”canalizar las esperanzas de tener una nueva Constitución redactada para todos”.

Luego “de dos propuestas constitucionales plebiscitadas ninguna logró representar y unir a Chile en su hermosa diversidad”, recalcó. “El país se polarizó, se dividió”.

Dos horas antes, el primer representante de la derecha en reconocer que Chile no tendrá nueva constitución fue Javier Macaya, líder de la Unión Democrática Independiente, quien pidió al Gobierno “que sea coherente” y que no vuelva a levantar el tema constitucional.

José Antonio Kast, el líder del ultraconservador Partido republicano, también reconoció sin tapujos su derrota y subrayó que “no hay nada que celebrar” para nadie. Se atribuyó como logro que gracias a su partido se pusieron sobre la mesa los problemas más urgentes del país como la seguridad y la inmigración.

“Este resultado le da al mismo presidente Boric un mandato claro: trabaje, gobierne y hágase cargo de los problemas urgentes de los chilenos”.

Y ante las docenas de personas que le escuchaban —alguna con lágrimas en los ojos— lanzó un mensaje a futuro: “Este partido solo tiene que crecer”.

La vocera de la posición “En contra”, Carolina Leitao, también se pronunció antes de que concluyera en escrutinio y afirmó que el resultado es un gran remezón para la política. “Queremos más acuerdos y menos disputas” señaló sobre el pronunciamiento a través de las urnas de la ciudadanía.

El texto rechazado en las urnas fue elaborado por una constituyente con mayoría ultraconservadora después de que el año pasado los chilenos también desecharan, con el 62% de los votos, otra propuesta mucho más progresista redactada por distintos sectores de la izquierda y apoyada por el presidente Gabriel Boric.

La Plaza Italia, que fue el epicentro de las masivas manifestaciones de 2019, se quedó en silencio tras conocerse los resultados. Un discreto despliegue fuerzas antidisturbios impidieron el paso al medio centenar de personas que querían celebrar la derrota de la propuesta conservadora.

CIERRE DE URNAS

Las urnas cerraron en Chile la tarde de este domingo y arrancaba el conteo para saber si los 15 millones de chilenos que estaban convocados aprobaron o rechazaron la nueva propuesta constitucional, de corte conservador, con la que reemplazar a la Carta Magna vigente desde la dictadura.

“Se cierra mesa 231”, “242 se cierra, se cierra”, corearon a gritos esta tarde los vocales de mesa avisando con tres últimos llamados a los rezagados en el Liceo de Aplicación del centro de Santiago.

Votos dentro de una urna cerrada en Santiago, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Por segunda vez, los chilenos van a un referéndum para decidir si reemplazan la constitución vigente, heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, por un nuevo texto. Foto: Esteban Félix, AP

El ambiente electoral dejaba una sensación de que no sólo se cerraban las más de 39 mil 300 mesas de votación, sino el “proceso constituyente”, como dijo horas antes la vocera del Gobierno, Camila Vallejo.

Tanto si se impone la opción “a favor” y entra en vigor el nuevo texto como si se rechaza y se mantiene la Constitución vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet, la intención del Gobierno de Gabriel Boric, en los dos años de mandato restantes, es no volver a impulsar un tercer intento.

El nuevo texto, redactado por una mayoría de constituyentes de la derecha y ultraderecha, es más conservador que el que pretende sustituir tanto en lo moral como en lo económico, ya que profundizaría en los principios del libre mercado, reduciría la intervención del Estado y podría limitar algunos derechos, como los reproductivos.

La votación se producía en medio de un hastío generalizado de la ciudadanía y un año después de que los chilenos rechazaran con un 62 por ciento de los votos otro proyecto, entonces redactado por una constituyente con mayoría de izquierdas, que muchos calificaron como una de las iniciativas constitucionales más progresistas del mundo.

El Presidente de Chile, Gabriel Boric, vota en un plebiscito en que los chilenos deciden si aprueban o no el borrador de una nueva Constitución en Punta Arenas, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Foto: Andrés Poblete, AP

Por este motivo no dejaba de ser paradójico que fuera la izquierda y el oficialismo la que promoviera mantener vigente la Constitución legada por Pinochet (1973-1990), que ha sido reformada hasta en 70 ocasiones.

“Prefiero algo malo a algo pésimo”, dijo después de votar a primera hora la expresidenta Michelle Bachelet que hizo campaña por el “En Contra” y la defensa de los derechos de las mujeres.

En cambio, el también exmandatario Sebastián Piñera, el conservador en cuyo Gobierno tuvo lugar el estallido social de 2019 que provocó el inicio de este proceso constitucional, pedía cerrar cuatro años de “sacrificios” e “incertidumbres” para tener “una constitución aprobada en plena democracia, que nos dé la estabilidad, la unidad, la proyección que Chile necesita”.

Boric votaba un poco más tarde desde su natal Magallanes, en la Patagonia chilena.

Hace cuatro años miles de chilenos tomaron las calles para demandar mejores pensiones, salud, y educación y acabar con las desigualdades. Estas fueron unas protestas sin precedentes en la historia del país sudamericano considerado una de las democracias más estables de la región.

Los votantes hacen fila en un colegio electoral en Santiago, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Foto: Esteban Félix, AP

Ahora, después de reiteradas citas electorales que conllevaron virajes de un extremo a otro del espectro político y del fracaso de todos los sectores políticos en buscar propuestas de consenso, los chilenos sólo quieren cerrar el tema sea como sea. No se esperaban protestas ante ninguno de los resultados.

“Todo el proceso en sí ha sido una pérdida de recursos para el Estado… una burla”, lamentó Johanna Anríquez, una funcionaria de 38, que votó en contra de la propuesta por considerarla “muy extremista”.

“Quedémosnos con lo que está y por favor, dedíquense a trabajar en la seguridad” que es lo que más preocupa a los ciudadanos, pidió a los políticos.

La nueva propuesta constitucional plantea que Chile es un Estado social y democrático que “promueve el desarrollo progresivo de los derechos sociales” a través de instituciones públicas y privadas. Sus detractores afirman que, aunque haya libertad de elección en salud, educación o pensiones, sólo podrán escoger quienes tengan poder adquisitivo.

Una persona vota en el plebiscito sobre el borrador de una nueva Constitución mientras sostiene a un perro en Santiago, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Foto: Matías Basualdo, AP

Los colectivos feministas temen que el cambio de redacción de la nueva propuesta para proteger la vida “de quien” está por nacer podría allanar el camino para derogar el aborto en las tres causales aprobadas en 2017 (violación, riesgo de la vida de la madre o inviabilidad del feto). Además, denuncian retrocesos en materias de servicios sociales o participación política.

Fernando Escudero, un jubilado de 77 años, también se quejaba de que el texto declare al agua “un bien de consumo” y no un derecho humano en un país con una fuerte crisis hídrica. “Leí el texto completo, es muy malo, aunque el texto anterior también era muy malo, pero tenía cosas rescatables”.

La iniciativa también contiene elementos polémicos en temas como la inmigración al consagrar la expulsión de inmigrantes irregulares “lo antes posible”, la objeción de conciencia de instituciones, el derecho de huelga o la exención tributaria del pago de contribuciones de la primera vivienda. Asimismo, el que puedan ser beneficiados con prisión domiciliaria por edad o enfermedad condenados por graves violaciones de derechos humanos.

Un trabajador electoral descansando en una de las mesas de votación en Santiago, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Foto: Esteban Félix, AP

Para algunas familias votar en el Estadio Nacional de chile, uno de los mayores centros de detención después del golpe de estado de 1973, “es una revancha” de la democracia sobre la dictadura, dijo la diseñadora Valeria Salzmann, de 44 años.

Y para Jaime Fones, 87, un exmaratonista y ex marino mercante y que tuvo que salir exiliado tras el golpe, se mezclan los recuerdos de cuando entrenaba aquí con los de “la matanza salvaje que hicieron” los militares, dijo desde su silla de ruedas confiado en que no se apruebe la nueva propuesta.

Muy distinto piensa César Campos, un taxista de 70 años, que esperaba la victoria del voto “a favor” porque con la izquierda “no hay inversión, no hay productividad, como se ha visto en Argentina” y la nueva Constitución lo garantiza. “Con la derecha el país camina”, sentenció.

“Boric quiere a todos iguales. “Por que el que estudia o trabaja toda la vida tiene que compartir eso ?”, agregó tras criticar la poca formalidad del Presidente que en lugar de andar en coche va en bicicleta .

Una chica sale de una cabina de votación con su voto en la mano en Santiago, Chile, el domingo 17 de diciembre de 2023. Foto: Esteban Félix, AP

Aunque las últimas encuestas daban una ventaja al rechazo al texto, el domingo había incertidumbre por el alto número de indecisos o con opinión cambiante.

La peruana de 72 años, María Caballero, una empleada doméstica con casi tres décadas en el país, dijo no haber decidido el voto mientras hacía fila para sufragar.

Claudio Morales, un mecánico de 28 años que dijo haber votado en el pasado al ultraconservador Partido Revolucionario y apoyar algunas medidas como un control migratorio, señaló que esta vez no siguió la línea de ese grupo. Rechazó las dos propuestas constitucionales porque, en su opinión, “Chile en leyes no está mal, el problema es ocupar las que tenemos, aplicarlas”.

Se imponga el resultado o no el oficialismo no tendrá mucho que celebrar ya que la ciudadanía se mantiene muy crítica por la creciente inseguridad, que se ha duplicado aunque Chile sigue estando a la cola en criminalidad en la región, y con casos de corrupción vinculados, los más recientes, a uno de los partidos de la coalición oficialista.

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