Las entidades con el mayor número de víctimas de extorsión en los últimos cinco años fueron: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz, y Zacatecas, siendo el territorio mexiquense en donde se registraron, durante ese periodo y de manera consecutiva, el mayor número de casos de extorsión, según datos del SESNSP.
Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).- El enfrentamiento que tuvo lugar en el municipio de Texcaltitlán, Estado de México, entre presuntos miembros del crimen organizado con vecinos del lugar es un reflejo de la crisis de inseguridad por la que atraviesa el país, que, particularmente, en lo que corresponde al delito de extorsión ha presentado un constante incremento, tanto a nivel nacional como en el territorio mexiquense.
De acuerdo con las primeras versiones, los hechos tuvieron lugar en una cancha deportiva, en donde agricultores se citaron con presuntos integrantes de una célula de la Familia Michoacana, quienes exigían el pago de derecho de piso a los campesinos. Sin embargo, los agricultores no habrían juntado el monto solicitado, por lo que intentaron llegar a un acuerdo.
Esta agrupación criminal opera en cuatro estados fundamentalmente: en toda la parte de Tierra Caliente, una región que abarca Michoacán, Guerrero y Estado de México, y ahora ha incursionado en Morelos. La célula más importante de la Familia Michoacana, que no es la única, es la de los hermanos Hurtado Olascoaga, “El Fresa” y “El Pez”, que se concentra en la parte de Guerrero, de Tierra Caliente. Una de sus principales actividades ilícitas que le vale millonarios ingresos es precisamente la extorsión a la que han sometido, por ejemplo, a agricultores de aguacate y limón en Michoacán, y a pequeños negocios en Guerrero.
A nivel nacional, en los últimos cinco años, de 2018 a 2023, las víctimas de extorsión han ido en aumento. Por ejemplo, en 2018 se registraron seis mil 895 víctimas en este delito, según cifras registradas en los informes del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), mientras que en el 2019 hubo nueve mil 003, un incremento del 30.5 por ciento.
En 2020, año de la pandemia por COVID-19, el número de víctimas por este delito tuvo un ligero descenso, ya que se registraron ocho mil 380, 623 víctimas menos que en 2019. Para 2021, la cifra de víctimas de extorsión nuevamente tuvo un repunte, ya que los casos registrados por el SESNSP llegaron a nueve mil 408, 1028 más que en 2020, lo que a su vez representó una alza del 12 por ciento más.
Este aumento en las víctimas del delito de extorsión a nivel nacional se volvió a presentar durante el 2022, ya que en ese año se registraron 11 mil 039 casos, mil 631 víctimas más que el año anterior, lo que representó un incremento del 17 por ciento. Mientras que de enero a noviembre de este 2023, las víctimas por extorsión en todo el país ya alcanzan las 10 mil 255.
Las entidades con el mayor número de víctimas de extorsión en los últimos cinco años fueron: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Guanajuato, Nuevo León, Veracruz, y Zacatecas, siendo el territorio mexiquense en donde se registraron, durante ese periodo y de manera consecutiva, el mayor número de casos de extorsión, según datos del SESNSP.
En la capital mexicana el delito de extorsión ha tenido varios repuntes, por ejemplo, en 2018, se registraron 536 víctimas de extorsión y para 2019, esta cifra incrementó a 883. En 2020, las víctimas disminuyeron a 360, pero para el 2021 volvieron a aumentar a 543. Durante el 2022, hubo 368 casos de extorsión, mientras que en lo que va de este 2023, de enero a noviembre, los casos ya suman 494.
El estado de Guanajuato pasó de tener 15 casos de extorsión en 2018 a 908 en lo que va de este 2023, una alza de 5 mil 953 por ciento. En 2020, esta entidad sumó 20 casos de extorsión y en el 2021, se registraron 19 víctimas de dicho delito. Fue en el 2021, cuando éstas alcanzaron las 373; en 2022, los casos llegaron a 668; y de enero a noviembre del presente año las víctimas de extorsión fueron 908.
Jalisco, por su parte, fue otro estado en donde, de 2018 a noviembre de 2023, se ha registrado un considerable número de víctimas de extorsión. En 2018, se registraron 786; en 2019, 765; en 2020, 763; 2021, 656; en 2022, 722; y en los primeros 11 meses de este 2023, las víctimas de extorsión ya suman 617.
Otro estado con un repunte de víctimas de extorsión fue Nuevo León, que aunque en 2018, registró 575 víctimas de extorsión; en 2019, 549; y en 2020, 416; en 2021, al inicio de la administración del Gobernador Samuel García, la cifra aumentó a 648; en 2022, presentó otro aumento, ya que hubo 781 víctimas de este delito, y en lo que va de este 2023, de enero a noviembre, ya se contabilizan 775.
En Veracruz, durante el 2018, se registraron 593 víctimas de extorsión; en 2019, hubo 837; en 2020, se presentó un ligero descenso, ya que se contabilizaron 722; pero en 2021, los casos volvieron a aumentar a 768. Este incremento en el número de víctimas continuó los siguientes años, por ejemplo, en 2022, se presentaron 857 víctimas y de enero a noviembre de este 2023, ya son 850 casos.
Zacatecas es otra entidad en donde el delito de extorsión ha ido en aumento, ya que en 2018, se registraron 243 víctimas del mismo; en 2019, hubo 355; en 2020, 384; en 2021, los casos sumaron 514; y en 2022, 527. No obstante, según datos del SESNSP, durante este 2023, de enero a noviembre, sólo se presentaron 72 casos, lo que significaría una reducción del 86 por ciento.
El Estado de México fue la entidad con el mayor número de víctimas de extorsión, de 2018 a lo que va de este 2023, cifras que también fueron incrementando año con año. En 2018, las víctima por este delito sumaban mil 629, según datos mensuales del SESNSP, pero para el 2019, el número de casos se elevó a dos mil 487, 858 víctimas más de un año a otro, los que se traduce en un aumento del 52 por ciento en ese delito.
En el 2020, las víctimas del delito de extorsión fueron tres mil 152, 665 más en comparación con el 2019, una alza del 26 por ciento. Para el 2021, las víctimas de extorsión sumaron tres mil 439 y para el 2022, éstas alcanzaron las cuatro mil 411, 972 casos más, lo que se traduce en un aumento, entre estos dos años, del 28 por ciento. Además, de enero a noviembre de este 2023, las víctimas del delito de extorsión en el territorio mexiquense ya suman tres mil 912.
Otros datos que muestran el avance en el delito de extorsión son los que el pasado 11 de septiembre se publicaron en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE), que realizó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en la que se indicó que durante el 2022, hubo 26.8 millones de delitos a nivel nacional, lo que representa una tasa de 28 mil 701 delitos por cada 100 mil habitantes.
El delito de extorsión fue el tercero más frecuente a nivel nacional, con cinco mil 056 casos, por cada 100 mil habitantes, lo que se traduce en el 17.6 por ciento del total de delitos, sólo detrás del delito de fraude, con cinco mil 770 casos por cada 100 mil habitantes, y del robo o asalto en la calle o en el transporte público, con cinco mil 689 casos por cada 100 mil habitantes.
Sin embargo, la ENVIPE destacó que durante el 2022, sólo se denunciaron el 10.9 por ciento del total de los delitos que tuvieron lugar, lo que evidencia que es la existencia de una cifra negra de delitos no denunciados. Además, indicó que sólo en el 69.3 por ciento de las denuncias que se interpusieron, el Ministerio Público (MP) o Fiscalía estatal inició una carpeta de investigación.
“Lo anterior implica que del total de delitos ocurridos en 92.4 por ciento no se investigó (cifra oculta o cifra negra)”, indicó el sondeo del Inegi, mientras que, subrayó, que del total de las carpetas que se iniciaron, en el “46.1 por ciento de los casos no pasó nada o no se resolvió la denuncia”.
Respecto a la cifra negra, es el delito de extorsión el que contó con el porcentaje más alto durante el 2022, con el 97.4 por ciento del total de delitos no investigados, le siguen otros delitos, entre los que se encuentran violación y hostigamiento o intimidación sexual, con el 96.8 por ciento y en tercer lugar está el fraude, con el 96.5 por ciento.
Estas cifras ponen en evidencia la inseguridad por la que atraviesan los mexiquenses y que puede derivar en hechos como los de pasado 8 de diciembre, cuando presuntos miembros de La Familia michoacana se enfrentaron a agricultores en la comunidad de Texcapilla, en el municipio de mexiquense de Texcaltitlán, que dejó un saldo de 14 personas muertas.
Fue a inicios de este 2023, cuando distintos episodios de violencia en la región de Tierra Caliente, que abarca zonas de Guerrero, Michoacán y el Estado de México, evidenciaron el “resurgimiento” del cártel de la Familia Michoacana, agrupación delictiva que tiene entre sus principales actividades el cobro de piso, que ha expandido su presencia a áreas del centro, occidente y sur de México.
El pasado 2 de septiembre, pobladores de Lindavista y Plan Verde, en la sierra de San Miguel Totolapan, Guerrero, denunciaron que integrantes del grupo delincuencial La Familia Michoacana atacaron con armas de fuego los poblados de esos ejidos.
Mediante una llamada, un campesino de la zona denunció a el diario local El Sur que desde las 4 de tarde del 31 de agosto, pobladores se empezaron a enfrentar a la Familia Michoacana en los linderos de los ejidos de Coronillas y Ciénega de Puerto Alegre, donde pertenecen Linda Vista y Plan Verde respectivamente.
La fuente dijo que “la gente de la Familia Michoacana intentó ingresar a la localidad y los repelieron, por la noche (del jueves) cesó el enfrentamiento, ayer todo el día se dio otra refriega y las autoridades nunca llegaron”. “En Toro Muerto hay soldados y ayer en la tarde llegaron más, pero para Lindavista no avanzan, ya hay varios caídos de ambos lados, todos los hombres están en las orillas del pueblo defendiendo con lo que tienen. Las mujeres y niños ya se están bajando para la Costa Grande en camionetas”, reveló el poblador.
A inicios del mes de julio, tortillerías de la cabecera municipal de Taxco, también en Guerrero, y algunas de sus comunidades, fueron cerradas nuevamente debido al cobro de extorsiones de miembros del crimen organizado. Mediante redes sociales se denunció que además del pago de cuotas, a algunos empresarios les están exigiendo que les entreguen llaves de sus locales, aparentemente con el fin de garantizar el pago del “derecho de piso”.
De acuerdo con información de fuentes del lugar y denuncias en Internet, varias tortillerías tanto de la cabecera municipal de Taxco como de las comunidades de Huajojutla, San Miguel Acuitlapán, Acamixtla y El Cedrito cerraron nuevamente sus puertas debido a las extorsiones que les están exigiendo miembros de la delincuencia organizada.
Según las fuentes, el embate contra los negocios fue porque una célula de La Familia Michoacana pretendía imponer cuotas más elevadas a los comerciantes y empresarios. Esto, debido a que los estaba obligando a elevar los precios de sus productos para que pagaran extorsiones más altas, por lo que algunos prefirieron cerrar sus negocios.
El pasado mes de agosto, productores de limones en Michoacán denunciaron amenazas y extorsiones a gran escala por parte de presuntos integrantes de la Familia Michoacana. En respuesta, el Gobierno del estado de Michoacán aseguró en ese momento que había abierto una investigación penal sobre esas extorsiones.
Además, en redes sociales circularon fotografías de mensajes distribuidos en la región de Tierra Caliente en Michoacán en los que se podía leer: “Del pago naiden se salva, pa’ que no busquen padrino”. “Algunos de ustedes que tienen empaques de limón en Buenavista saben cómo se entrega el pago y qué pasa con los que no pagan”, se agregaba en el texto.
Las amenazas parecían hacer referencia a lo que ocurrió de 2010 a 2012, cuando los cárteles de La Familia Michoacana y después los Caballeros Templarios incendiaban empacadoras, imponían precios del limón, exigían pagos e incluso indicaban a los productores cuándo podían cosechar sus cultivos.
Estas amenazas y extorsiones no respetaron, incluso, la semana santa, ya que 8 de abril, grupos católicos de Taxco, Guerrero, denunciaron que la organización delictiva La Familia Michoacana intentó controlar la festividad religiosa más importante que se rememora en esas fechas.
Uno testigo, citado por el diario El Sur, que lleva 25 años participando en las actividades religiosas, contó que ese grupo de la delincuencia organizada advirtió, desde hace dos meses, que si este año querían participar debían comprarles a ellos las nuevas cruces y los rollos de vara de zarzamora que cargan en la espalda, a un alto costo, y como él, muchos preferían morir que dar dinero a los delincuentes.
El entrevistado, quien prefirió guardar el anonimato, explicó que este 2023 fue distinto para las hermandades, pues a mediados de febrero comenzaron las primeras advertencias a sus líderes, por parte de un grupo del crimen organizado, algo que el gobierno municipal y algunas autoridades estatales negaron.
El penitente explicó que los intentos de extorsión que pretendía hacer el grupo delictivo, era obligarlos a que cada penitente les comprara cruces nuevas, que costarían mil 500 pesos cada una; además, cada rollo de zarzamora les costaría tres mil pesos, cuando su precio común en años anteriores no pasaba de mil 300 pesos.
Comentó que la solución para que dejaran de molestar a los integrantes de las hermandades se dio luego de que un grupo de 45 personas se organizaron y viajaron al municipio de Chilapa, para entrevistarse con el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández.
“Nos escuchó y gracias a Dios él intervino un poco y se quitaron las cuotas a cada penitente, porque nos estaban pidiendo pagar por la cruz que cargamos”, dijo.
“Cuando ellos (los delincuentes) llegaron a mí, yo hablé con ellos, arriesgando mi vida o que me hicieran algo, pero yo le dije a mis compañeros que no pensaba pagar un peso y mantener a esa gente. Prefiero morirme a yo darles un peso”, añadió
Dijo que el grupo criminal asentado en la región se identifica como La Familia Michoacana, que con sus advertencias lograron que el último retiro de cuatro que hacen antes de Semana Santa, se cancelara por temor a ser secuestrados, el cual debía celebrarse en un viejo exconvento. Además, dijo, que, por tales amenazas, de 500 integrantes de su hermandad, al menos 200 prefirieron no participar.
Aseguró que él y otros más plantearon entre su hermandad, que sí aguantaron dos años de suspensión de actividades por la pandemia, “por qué no podemos aguantar un año más, mientras se calma este problema con ellos (los delincuentes). Yo no estoy dispuesto a pagar ni un peso, porque yo lo hago de corazón a mi creencia”, subrayó.
– Con información de Romina Gándara, El Sur, AP e InSight Crime