La zona central de la Ciudad de México demanda agua potable, hortalizas y oxígeno a la zona chinampera de Xochimilco. A cambio, durante décadas le ha mandado aguas negras.
Ciudad de México, 17 de diciembre (SinEmbargo).- Las aguas de San Gregorio Atlapulco (Xochimilco), donde el Gobierno de la Ciudad de México canceló obras hidráulicas tras una represión policiaca, han sido extraídas hacia el centro de la capital desde hace un siglo. Esta sustracción afectó a los pobladores durante el terremoto de 2017 por los hundimientos del suelo generados y los puso en alerta hace unos días para resistir contra otra posible extracción, de acuerdo con información oficial y testimonios de habitantes recabados en una infografía del colectivo Geocomunes.
Durante la época prehispánica, los mantos acuíferos de la zona lacustre permitieron el desarrollo de las chinampas, un sistema artificial de cultivo de flores, hortalizas y verduras con lagunas del Valle de México empleado por los mexicas que, por ser único en el mundo, es Patrimonio de la Humanidad desde 1987. Pero la expansión territorial descontrolada hoy lo pone en riesgo.
«La sustracción de agua no fuera problema si, en la misma cantidad que se sustrae, se retroalimentaran los mantos acuíferos con captación de las aguas pluviales (lluvia) en vez de mandarlas al drenaje, con un tratamiento de aguas negras», dijo en entrevista Juan Galicia, habitante de San Gregorio, un pueblo originario agrícola que a finales de noviembre bloqueó la avenida Nuevo León contra una obra hidráulica del Sistema de Aguas de la CDMX por falta de consulta informada y resistió encapsulamientos policiacos.
DESECACIÓN DEL LAGO DE XOCHIMILCO
Para fines del siglo XIX, los pueblos Xochimilco, Nativitas, Acalpixca, Atlapulco, Tlaxialtemalco, Tulyehualco, Tláhuac, Tlaltenco, Zapotitlán y Tezonco eran todavía sociedades lacustres. El lago de Xochimilco-Chalco tenía una superficie de 150 kilómetros con 21 mil hectáreas de chinampas. Pero a principios del siglo XX, el área metropolitana de la Ciudad de México empezó a agotar sus fuentes cercanas de agua por la expansión territorial y poblacional.
Por ello, de 1904 a 1914 se construyó un acueducto para llevar las aguas de los manantiales desde Tlaxialtemalco, Xochimilco, hacia las zonas de expansión urbana como las colonias Hipódromo o Condesa, donde termina la obra. Los 2 mil litros por segundo extraídos del acueducto, asociado a la desecación del lago, transformó por completo esas sociedades lacustres.
«A partir de la inauguración del acueducto, fueron desapareciendo gradualmente los manantiales», afirmó Juan. «Y en el momento en que se secaron los manantiales, San Gregorio perdió su importancia agrícola en la zona. Aún así, mandamos a la Central de Abastos toneladas de hortalizas».
EXTRACCIÓN DE POZOS A AGUAS NEGRAS
El agua extraída a través del acueducto se volvió insuficiente para abastecer a la Ciudad de México en constante expansión. En 1936, el entonces Departamento del Distrito Federal inició la explotación intensiva de los acuíferos de Xochimilco con la perforación de 18 pozos. La práctica continuó en las décadas siguientes en toda la Alcaldía y existen ahora al menos 77 pozos de extracción de agua.
Desde la década de los setenta en que hubo una mayor urbanización, el agua potable que Xochimilco envía a la Ciudad regresa contaminada. Aunque atraviesan por Plantas Tratadoras de Aguas Residuales, principalmente la planta “Cerro de la Estrella”, el agua de los canales es de aguas tratadas de las zonas industriales de Iztapalapa, de la red de drenaje de zonas residenciales y las aguas negras domésticas del propio Xochimilco.
La dinámica agrícola se adapta a la disponibilidad del agua: las tierras con menos agua se utilizan para el ganado; las tierras con más agua se emplean para cultivos; mientras que las tierras con agua contaminada se utiliza para vivienda y para viveros de producción ornamental.
«Nuestros ancestros nos platican que las chinampas tenían aguas cristalinas, incluso de ahí mismo bebían el agua. Ahora, de las tomas domiciliarias nos sale agua café, con pellejos y ¡tenemos que pagar el consumo de esa agua de mala calidad y en poca cantidad!», compartió el colono Juan Galicia.
MEGAPROYECTOS EN ZONA LACUSTRE
La urbanización ha traído consigo megaproyectos como el Arco Sur de la Ciudad de México, plazas comerciales como Terrazas Arenal, Plaza Combo Xochimilco y Paseo Xochimilco, y la construcción vertical de torres de vivienda. Además surgieron esquemas financieros como los Sistemas de Actuación por Cooperación (SAC), que en el mapa se muestran en rojo como Polígonos de Actuación por Cooperación.
Estos instrumentos favorecen la inversión privada en infraestructura pública como parques. La urbanización dentro de Xochimilco afecta a todo el territorio, sin embargo, las reservas territoriales son las zonas más susceptibles, pues los proyectos inmobiliarios prefieren terrenos libres.
«El Plan de Ordenamiento Territorial –suspendido por ahora– es la sustitución de los pueblos originarios (con suelo de conservación) por el cártel inmobiliario. Como pueblos originarios, con derecho a ser consultados y guiados por nuestros usos y costumbres, les estorbamos al Gobierno, pero seguiremos poniendo resistencia», dijo el xochimilca Juan Galicia.