El monero José Trinidad Camacho habló con SinEmbargo sobre la compilación de una de sus obras: Crónicas de un Dandy.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).– “Lo que está muy satanizado ahorita es el ser alguien que quiera tener el mejor reloj, el mejor carro, la mejor ropa. Yo creo que de un inicio, antes de que existiera esta digamos barrera en la cual, la gente va a dividir el humor por segmentos y demás, tiene mucho que ver con que ser aspiracionista es algo que todos deseamos Todos deseamos tener un buen carro, aunque no lo tengamos. Todos deseamos tener una buena chamarra, una buena camiseta, pero obviamente mi visión es lo que somos realmente todos: unos críticos de todo lo fifí y todo lo de hueva, que viene siendo eso”.
El que habla es José Trinidad Camacho, como se hace llamar el monero Trino, autor de entrañables tiras cómicas como El Rey chiquito, Crónicas Marcianas, Fábulas de Policías y Ladrones… y de Crónicas de un Dandy, las cuales publicó en GQ México de 2010 a 2018 y que ahora compila en un libro editado por Aguilar, y sobre el cual advierte desde un inicio:
“El humor en este libro no pretende ofender, solo pone el ejemplo de la educación de escuela, transmitida por generación y cuyas reglas dicta la sociedad, reglas que al final dejan menos oportunidad a la espontaneidad y al laissez faire, o lo que signifique ser libre en francés”.
En ese sentido, Trino advierte que con esta especie de introducción lo que busca es “curarse en salud” de quienes encontrarán en este libro con todo lo que significa en estos tiempos lo políticamente incorrecto”.
“Es como una especie de carta de decir, no, no me estoy disculpando, pero sí me estoy disculpando y si te ofendes pues es que tienes que ver mi trayectoria”, mencionó al respecto. “Es hacer humor en base al clasismo, el racismo que somos totalmente racistas los mexicanos, por supuesto somos clasistas, por supuesto, pero a la vez a mí me gusta la visión que tenía Cantinflas o la visión que tenía Tin Tán de no pertenecer a ese mundo, pero que te haces pitorreo de la de la clase alta es un poco como ser Palillo”.
Trino se reconoció a sí mismo como “un viejo rancio” y apuntó que le “causa ningún problema tampoco identificarme una generación de atrás en la cual, no pertenezco, pero puedo seguir haciendo humor”.
—¿Podríamos entender ahora a un dandy como loco se dice ahora es un fifí? —se le preguntó.
—Yo digo que es totalmente un fifí pero que tiene unos principios y valores, que que no están mal. Es decir, la educación sigue siendo para mí muy importante porque te digo: soy de la generación de viejos rancio de que a mí sí se me hace padre levantarme y darle el asiento a una mujer si se me hace padre abrir la puerta una chava si se me hace padre si invito a a una chava no dividir la cuenta sino pues la estoy invitando.
–¿Crónicas de un Dandy es una especie de Manual de Carreño humorístico?
—Sí sin querer colgarme de esa etiqueta del Manual de Carreño, que es como un clásico, éste es nada más como darle como un upgrade a esto, darle una actualizada, no sin antes ponerle ese granito de arena que es el humor en donde también me estoy dando cuenta que los valores del más rico son nefastos y también como el complejo de los que no tiene lana por estar acomplejados no puedes hacer ya un chiste de cosas porque estás ofendiendo a los que no tienen dinero.