A un año de distancia del primer caso detectado en Wuhan, China, el número de contagios en el mundo por el virus Sar-CoV-2 supera los 55 millones, mientras que el de fallecidos rebasa los 1.3 millones, según datos de la Universidad de Medicina estadounidense Johns Hopkins (JHU).
Ciudad de México, 17 de noviembre (EFE/AP/SinEmbargo).- El primer caso de COVID-19 fue detectado en Wuhan, China, el 17 de noviembre de 2019. Para diciembre ya había reportes de que el Gobierno de ese país reprimía a los médicos que alertaban al mundo sobre la pandemia.
De acuerdo con datos publicados este día por el diario The Guardian, en 2019 fueron detectados 266 casos positivos de COVID-19 en China. Los primeros enfermos quedaron registrados semanas antes de que las autoridades se atrevieran a informar sobre la aparición del virus.
South China Morning Post señala que fue un hombre de 55 años el primero que se infectó en la provincia de Hubei, en Wuhan. Esa información no ha sido verificada por ninguna fuente oficial.
En febrero, cuando el mundo ya cerraba sus fronteras y se preparaba para los peores días de la pandemia, el médico chino Li Wenliang, uno de los ocho doctores que intentó advertir sobre el brote de coronavirus y que fue acusado en diciembre de “comentarios falsos” por organismos de seguridad locales, murió, confirmó el Hospital central de Wuhan.
Antes de que el Hospital aceptara la muerte del médico, la Organización Mundial de la Salud (OMS) había lanzado un tuit lamentando el fallecimiento. La noticia brincó a todas las portadas del mundo. Pero el centro médico lo había negado y señaló que Wenliang sólo se encontraba grave.
Li Wenliang escribió a sus colegas en los grupos de redes sociales WeChat el 30 de diciembre que siete casos de SARS habían sido confirmados en un mercado de mariscos local. El hombre de 34 años desconocía que el nuevo coronavirus pertenecía a otra cepa.
La publicación de Li se extendió por varias redes sociales chinas y de inmediato se volvió viral, ya que la gente tenía cada vez más miedo al regreso del SARS, la cual dejó en 2003 más de 600 personas muertas en todo el mundo (349 en China) y 5 mil 327 afectados en nueve meses.
Al día siguiente, Li y otros siete médicos, que publicaron en las redes sociales informes de una epidemia emergente, fueron convocados a la policía de la ciudad de Wuhan. Se les advirtió que, en adelante, no hicieran “declaraciones falsas en línea” que pudieran socavar gravemente el orden público.
El Gobierno de China fue criticado a nivel local y mundial. Habían perdido días valiosos para intentar frenar la propagación de la enfermedad.
Un año después, el número de contagios en el mundo por el virus Sar-CoV-2 supera los 55 millones, mientras que el de fallecidos rebasa los 1.3 millones, según datos de la Universidad de Medicina estadounidense Johns Hopkins (JHU).
Las cifras sitúan el número de contagios totales en 55 millones 033 mil 418, con Estados Unidos a la cabeza, que ya alcanza los 11.2 millones de afectados por la COVID-19.
En cuanto a los fallecimientos, se datan un millón 327 mil 500 y, en este caso, los estadounidenses van también a la cabeza con 247 mil 220 muertes.
Entre los países más afectados por los contagios, después de Estados Unidos, figuran la India, con 8.8 millones; Brasil, con 5.8; Francia, por encima de los 2 millones; Rusia, con 1.9 y España con 1.4 millones.
Ya hay además otros cinco países que superan el millón de afectados: el Reino Unido, Argentina, Italia, Colombia y México, mientras Perú ya ha pasado los 900 mil casos.
En fallecimientos, tras Estados Unidos, el país más afectado es Brasil con 166 mil 014; seguido de la India con 130 mil 519; México, con 98 mil 861 y el Reino Unido, con 52 mil 240 muertes.
Italia sigue este listado con 45 mil 733 decesos; Francia, con 45 mil 122; Irán, con 41 mil 979; España con 41 mil 253 y Argentina, con 35 mil 727, según la JHU.