Ciudad de Mexico, 17 de noviembre (SinEmbargo).– Padres y madres de familia anunciaron que presentarán una denuncia ante los medios de comunicación y a la sociedad civil por el ingreso de la policía capitalina en las instalaciones de Ciudad Universitaria, y criticaron al rector José Narro por permitir que la policía del Distrito Federal pueda actuar dentro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Ayer, estudiantes marcharon del metro Copilco a Rectoría en “defensa de la autonomía” de la máxima casa de estudios así como para exigir la renuncia de Narro. Allí mismo, la mayoría de los padres que los acompañaban decidieron crear una asamblea para diseñar estrategias de seguridad en favor de sus hijos.
El rector dijo que la presencia de la fuerza pública no es deseable en Ciudad Universitaria mientras el Gobierno del Distrito Federa ofreció una disculpa pública. “Reconozco el momento complejo por el que transitamos en la Universidad y en el País. Exhorto a todos los universitarios a mantenernos en el marco de la ley, a preservar nuestra institución, el trabajo sistemático de la Universidad”, dijo en una conferencia de prensa Narro Robles.
En un comunicado que hicieron público en las primeras horas de hoy, los padres afirman que en la historia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), “contados rectores se han colocado a la altura de los acontecimientos sociales y políticos que ha vivido nuestro país y en particular nuestra máxima casa de estudios. Uno de ellos lo fue el ingeniero Javier Barros Sierra, que cuando los acontecimientos que vivimos los estudiantes mexicanos durante el movimiento de 1968 se supo colocar en primera línea, en la defensa de la Autonomía Universitaria, de la comunidad universitaria de la UNAM y de los principios democráticos plasmados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Los padres decidieron responsabilizar al rector José Narro; al Jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera y al Presidente de México, Enrique Peña Nieto. “En ese orden pedimos cuentas y también exigiremos justicia si algo ocurre en contra de los estudiantes”, aseguraron.
Resaltaron que la universidad es un espacio de ideas, no de balas. Ante la base del respeto a la libertad de cátedra, de investigación y de difusión cultural, el rector José Narro, le debe una explicación puntual, tanto a los estudiantes como a los padres de familia.
“Javier Barros Sierra, con firmeza y digna consecuencia a su papel de universitario, se opuso a los excesos gubernamentales que se dieron durante 1968 en contra de los universitarios mexicanos, posición no muy usual entre las instancias de las autoridades universitarias, que en sentido contrario a lo hecho por Barros Sierra, con mano dura han solicitado intervenciones policíacas dentro del campus, como lo hizo de manera lamentable en su tiempo el rector Guillermo Soberón en el rompimiento de la Huelga del STUNAM de 1977. Y como ahora lo hace el actual rector José Narro”, dijeron en el comunicado.
“Existir como entidad autónoma de derecho público no es un regalo o concesión del Estado sino una conquista del pensamiento que sólo puede desarrollarse en un ámbito de libertad. La existencia y el desarrollo de la Universidad pueden entrar en peligro cuando se violan las normas que la rigen o se atenta contra de los órgano de gobierno que ella misma, libremente, se ha dado. Los riesgos son entonces caer en la anomía o degradación de sus normas o, por el contrario, de esa situación pasar a la de heteronomía, es decir a la intervención de imperativos ajenos a ellos, como sería la injerencia del Estado o de determinadas agrupaciones políticas o de cualquier otra índole”, agregaron.
Los padres dijeron que de las instituciones mexicanas y de nuestras leyes y tradiciones se derivan instrumentos más adecuados que la fuerza armada para resolver los conflictos. “Ustedes conocen de sobra los hechos del 15 de noviembre que han afectado a nuestra casa de estudios. Sin necesidad de profundizar en la ciencia jurídica, es obvio que la autonomía ha sido violada: Un abogado de la UNAM, un oficial secretario del Ministerio Público, un elemento de la Policía de Investigación y dos peritos ‘debidamente acreditados e identificados’, según la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF), acudieron este sábado a realizar una “diligencia” en las inmediaciones de la Facultad”.
“La UNAM confirmó que personal de la Unidad de Apoyo Jurídico de la Universidad acudió al desahogo de una diligencia, parte de una denuncia por el robo de un teléfono celular a una estudiante, el pasado 12 de noviembre, según la Procuraduría. La UNAM coincidió al detallar que en el ‘lugar discutieron con un grupo de personas que reclamaron su presencia, lo que derivó en un altercado en el que un servidor público de la dependencia capitalina detonó su arma de fuego’, lo que lesionó a un estudiante”.
Los padres y madres de estudiantes señalaron la incursión de la policía capitalina en ciudad universitaria como parte de la política represiva. “Exigimos que las autoridades de la UNAM se pronuncien de inmediato en pro de esclarecer el hecho y de que se haga justicia. La razón, los argumentos claramente expuestos, las demandas legalmente manifestadas, deben ratificar que pertenecemos a una institución cultural”.