Las mujeres hacen historia. Aunque desearían bloquearlas los representantes más conspicuos del clientelismo patriarcal.

Hombres de aparente predominio en los partidos políticos inventan maquinaciones, advierten de las presuntas debilidades traicioneras de seres no emborrachables, descalificadas por “inconfiables” por su presunta volubilidad, desatan escándalos y diversidad de ataques con el objetivo de evitar una decisión a favor de la participación igualitaria en el acceso a las gubernaturas en un país donde solamente hay nueve.

Y es cierto. Ese número minoritario es representativo de un gran avance con respecto a hace 70 años cuando se formalizó el voto y derecho a ser votada para el sector de las más personas vulnerables, sin embargo, todavía estamos lejos de las 16 gubernaturas que señalarían paridad en administraciones estatales.

El Instituto Nacional Electoral (INE) se encuentra en medio de un debate sobre un proyecto acelerador de las emociones de antiguos políticos, así tengan 30 años de edad, persistentemente conservadores quienes se resisten a postular a cinco mujeres como candidatas de las nueve gubernaturas de cara a las elecciones de 2024.

El índice Global de Brecha de Género del Foro Económico Mundial, el cual evalúa las diferencias entre hombres y mujeres en términos de participación y oportunidades económicas, logros educativos, salud, supervivencia y empoderamiento político, otorga a México una puntuación de 76.4 sobre 100. Esto situaría, sorprendentemente, al país por encima de Dinamarca en términos de paridad de género.

¿Por debajo del país europeo? Los datos reflejan otra cosa. Gracias a la lucha social de las mujeres y la presión que han ejercido en distintos sectores burocráticos, el progreso es notable aunque insuficiente. 

Históricamente, las mujeres han enfrentado imponentes barreras en su búsqueda de participación en la política mexicana. La lucha por el reconocimiento de sus derechos y por la paridad de género es una batalla con esperanza. Uno de los mayores logros: el aumento de la representación de las mujeres en la Cámara de Diputados, el cual actualmente concentra el 49 por ciento de los cargos totales.

En nueve entidades, las mujeres son quienes han asumido el Poder Ejecutivo estatal. Un hecho significativo en un país donde su presencia en el poder era inusual,  inexistente o supeditada a la voluntad del macho dominante del partido. 

La propuesta de asignar cinco candidaturas a mujeres y cuatro a hombres para las elecciones de 2024 es un paso en la dirección correcta. Al reconocer la necesidad de una mayor representación de las mujeres, se demuestra compromiso con la igualdad de género y la construcción de una sociedad más justa.

El movimiento con más presencia a nivel nacional avanza considerablemente, pues hace unas semanas, Morena acordó la distribución de cinco estados para candidatos hombres y cuatro para mujeres. No obstante, en el lado de la oposición, la afectación percibida de intereses y la escasez de candidatas competitivas pareciera darles oportunidad a los más reaccionarios de algunos partidos. 

Respaldar y promover avances en la paridad de género es de suma importancia para construir una sociedad más equitativa; la congruencia, el camino.

Salvador Guerrero Chiprés

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Salvador Guerrero Chiprés es presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México. Es doctor en Teoría Política por la Universidad de Essex, Inglaterra; maestro en Comunicación por la Universidad Iberoamericana y licenciado en Derecho y en Comunicación por la UNAM. Fue asesor de la Secretaría de Seguridad Pública del entonces Distrito Federal y de la Comisión Nacional de Seguridad, y Comisionado Ciudadano de Transparencia en el InfoDF.

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