Originarias de la región de El Salto, en Jalisco, las hermanas González Valenzuela mantuvieron durante más de 20 años una extensa red de tráfico de mujeres en los estados de Guanajuato y Jalisco.
Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo).- El director mexicano Felipe Cazals, quien murió ayer a los 84 años de edad, filmó en 1976 su película basada en la historia de los crímenes de las hermanas González Valenzuela, apodadas como “Las Poquianchis”, quienes fueron consideradas las asesinas seriales con el mayor número de víctimas en la historia de México.
De acuerdo con la revista Alarma!, las hermanas María de Jesús, María Luisa y Delfina González Valenzuela, originarias de la región de El Salto, en Jalisco, mantuvieron durante más de 20 años una extensa red de tráfico de mujeres en los estados de Guanajuato y Jalisco.
La revista mexicana especializada en nota roja dio a conocer que las hermanas González Valenzuela reclutaban a jovencitas de 13 años en adelante y en algunos casos también eran vendidas ante la pobreza de diversas familias de campo, con la promesa de que les conseguirían trabajo como trabajadoras del hogar, pero la realidad era que todas eran explotadas sexualmente principalmente en una cantina llamada “La Barca de Oro”, ubicada en la ciudad de León, Guanajuato.
Las tres hermanas fueron detenidas el 12 de enero de 1964 en la misma ciudad, luego de que dos de las víctimas lograran escapar y llegaran hasta la comandancia de la policía, lugar en donde narraron lo que sucedía en aquél lugar apodado como “El poquianchis”, en el que además de explotación sexual se habían perpetrado múltiples asesinatos y actos atroces en contra de más de noventa jovencitas, quienes fueron raptadas, ultrajadas y esclavizadas.
En dicha cantina, propiedad de “Las Poquianchis”, las autoridades mexicanas encontraron fosas clandestinas con restos de cerca de 80 mujeres, 11 hombres y varios cuerpos de menores de un año de edad, por lo que las hermanas González Valenzuela fueron sentenciadas a 40 años de prisión, además de pagar 700 mil dólares como indemnización.
No obstante, no todas llegaron a cumplir dicha sentencia, pues el 17 de octubre de 1968, Delfina murió, mientras que María Luisa perdió la vida el 21 de noviembre de 1984, aparentemente de cáncer. En tanto, María del Jesús alcanzó a morir en libertad después de cumplir su condena.
Las hermanas María de Jesús, María Luisa y Delfina, fueron acusadas de varios delitos como asociación delictuosa, corrupción de menores, lenocinio, amenazas lesiones, homicidio y secuestro. Además, se consignó a 13 mujeres más por colaborar con la red de prostitución y a 11 hombres como cómplices por prestarles servicios.
Luego de darse a conocer el caso, reporteros de diversos medios siguieron cada paso del juicio de “Las Poquianchis”, por lo que el hecho fue adquiriendo rasgos extraordinarios para la opinión pública –como supuestos actos satánicos y quema de fetos- que lo llevaron a prevalecer en la memoria colectiva y llegar incluso hasta la sátira literaria en el libro Las muertas del escritor Jorge Ibargüengoitia, al cine con Las Poquianchis cinta dirigida por Felipe Cazals, y al teatro con la ópera cómica Serafina y Arcángeles.