Los jóvenes Chicago Cubs logran meterse en las Finales de la Liga Nacional tras eliminar a los mejores de la temporada regular. ¿Les alcanzará para llegar a la final?
Por Carlos Sáiz Domínguez
Ciudad de México, 17 de octubre (SinEmbargo/AsMéxico).- Los Cubs han llegado a las series de campeonato dejando en la estacada a los dos equipos que tenían mejor record que ellos. Primero fueron los Pirates, una franquicia con un roster completísimo que Jake Arrieta se encargó de diseccionar con la precisión de un cirujano. Después le tocó el turno a los Cardinals de San Luis.
Los del estado de Misuri llegaban a octubre siendo los mejores de la competición con un centenar de victorias en la bolsa. Habían visto tranquilamente el partido de Wild Card por la televisión, sabedores de que gozaban de la ventaja de campo en todas las rondas de la liga Nacional. Sin embargo, esta supuesta ventaja se les ha escurrido como lo hace la arena entre los dedos.
Los cachorros lograron dar un zarpazo en el Busch Stadium y volver a orillas del lago Michigan con la serie empatada. Si algo tenían claro Maddon y sus chicos es que Wrigley Field es su guarida y mucho hay que hacer para ganar allí. En el tercer partido los Cubbies soltaron media docena de home runs que les dieron la victoria y taparon un discreto, para lo que nos tiene acostumbrado, partido de Arrieta.
Con la serie dos a uno a favor de los chicos de la ciudad del viento, los Cardinals agitaron sus alas y en la primera entrada del cuarto partido anotaron dos carreras. Pero es sabido que el oso es un animal omnívoro y en la segunda entrada se comió unos cuantos cardenales anotando cuatro carreras. Aunque los de Misuri sacaron la casta de campeones y empataron de nuevo en la parte alta de la sexta entrada, la parte baja de esa misma entrada y de la séptima fue su tumba. Los cachorros se convirtieron en osos y se han plantado en las series de campeonato.
En ambos partidos, Schwarber y Rizzo mandaron la bola a la grada para jolgorio de la parroquia de los Cubs. La supuesta ternura del equipo del norte de Chicago se ha transformado en un hambre voraz por ser protagonistas de lo que puede ser una de las más grandes historias jamás contada.
Una manada de osos procedente de Illinois y dirigida por un hombre con barba ha comenzado a extenderse por la unión, cuentan que se han escuchado rugidos a las puertas de Los Ángeles y Nueva York.
Cuando se trata de deporte, el pensamiento racional comparte el mismo espacio, o incluso menos, que la superstición. Hay quienes piensan que los Cubs están malditos y no volverán a ganar las Series Mundiales. Otros empiezan a creer en el Delorean, el condensador de fluzo y las aventuras de Doc y Marty McFly, que en su viaje al futuro vieron como los Cubs eran campeones en 2015. Y les hay que piensan que la historia es cíclica. Jake Arrieta lleva barba, como Madison Bumgarner. Los Cubs ganaron el partido comodín, como lo hiciera el año pasado los San Francisco Giants. Ese partido se disputó en Pittsburgh, como ocurrió el año pasado. Los Cubs llegan a la serie de campeonato tras eliminar al mejor record de la liga Nacional, al igual que lo hicieron los Giants. Los Cubs vencen a los Cardinals, rival al que derrotaron los de la bahía. El año pasado los San Francisco Giants ganaron las Series Mundiales, este año los Cubs…
