Las resistencias que ha generado la Reforma Judicial, sobre todo en las élites, alcanzaron a Ernesto Zedillo, expresidente de México, pese a que la iniciativa ya fue aprobada y promulgada. “Lo que ha sucedido la trágica semana pasada es que se han sentado bases para que México se convierta en una tiranía”, advirtió.
Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).- Ernesto Zedillo Ponce de León volvió al ojo público el fin se semana pasado para lanzar una serie de críticas contra el Gobierno del Presidente Andrés Manuel López Obrador y la Reforma Judicial. Los dichos del expresidente no pasaron desapercibidos por Andrés Manuel López Obrador ni por Claudia Sheinbaum Pardo. El Presidente dijo la mañana de este martes que son “de risa”, mientras que su próxima sucesora aseguró que habló “un representante del viejo régimen”.
Apenas el pasado 15 de septiembre, Ernesto Zedillo dejó atrás el veto que se había impuesto para evitar pronunciarse sobre la situación política del país, ya que se posicionó en contra de la reforma que busca someter la elección de jueces, magistrados y ministros al voto popular. Para él, es “una felonía histórica” y un instrumento cuyo fin es la destrucción del Poder Judicial de la Federación (PJF).
Durante su participación en la conferencia anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA, por sus siglas en inglés) que tuvo lugar en el Centro Citibanamex, el exmandatario mexicano ofreció un extenso discurso, en el que abordó los supuestos riesgos que traerá para México la reforma en cuestión, la cual fue publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) desde la tarde del domingo pasado.
En su mensaje, afirmó que los cambios que trae consigo la reforma están encaminados a “la devastación del Poder Judicial y la abolición de otras instituciones estatales autónomas muy importantes para la transparencia, rendición de cuentas y otras áreas cruciales para el desarrollo” de México.
Zedillo añadió que se trató de una venganza orquestada por el Presidente López Obrador y que tiene la única intención de destruir al PJF, además de “transformarlo en un servidor de quienes detentan y concentran el poder político”.
“Ahora sabemos por qué se postulan como la Cuarta Transformación. En realidad, no hablan de la Independencia, la Reforma y la Revolución; se refieren a las felonías que transformaron esos episodios extraordinarios y promisorios en tragedia para la Nación. Esto es justo lo que busca la Cuarta Transformación: ¡transformar nuestra democracia en tiranía!”, expresó.
En el evento, al cual también asistió la Ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Norma Lucía Piña Hernández, el político se posicionó en contra de quienes participaron en la aprobación de la Reforma Judicial, a quienes calificó como “antipatrias”. Del mismo modo, criticó el proceso que se llevó a cabo para que pudiera concretarse.
De forma tajante, aseveró que la reforma “no sirve”, pues no cumple con ciertos elementos que, apuntó, deben existir en toda democracia, como la “igualdad ante la Ley, protección de derechos, imparcialidad, acceso a la justicia”, entre otros.
El expresidente mexicano cuestionó la forma en que jueces, ministros y magistrados serán elegidos, al argumentar que “sus cargos serán ocupados por personas elegidas por voto popular”. “Los candidatos surgirán de listas que, para efectos prácticos, serán determinadas por el Ejecutivo y el Congreso, ambos controlados por un mismo partido político”, alertó.
“Naturalmente otros actores que deseen jueces a modo para sus propios fines, incluyendo el crimen organizado, tendrán gran oportunidad de influir en los resultados a través de sus medios tradicionales: el dinero o la violencia. Este procedimiento de elección se reproducirá en esta reforma, en los Poderes Judiciales estatales”, abundó.
El también economista no perdió la oportunidad de hacer referencia a la reforma al Poder Judicial que fue aprobada durante su mandato, con la cual las y los ministros de la Suprema Corte que estaban en funciones fueron jubilados de forma anticipada para elegir posteriormente a otros.
Al respecto, comentó que quienes perpetraron la aprobación de la actual reforma “han hecho referencia falsa y perversa a la motivación y contenido” de la que él emprendió en 1994.
Finalmente, el exmandatario advirtió que “los nuevos antipatrias quieren transformar” la democracia mexicana en una “tiranía”. “La aprobación de esta Reforma Judicial del partido en el Gobierno es una felonía histórica”, concluyó.
Hoy, López Obrador consideró que son “de risa” las recientes críticas que hizo Ernesto Zedillo Ponce de León, quien gobernó el país del 1 de diciembre de 1994 al 30 de noviembre del 2000, contra la Reforma Judicial que envió al Congreso de la Unión.
“Viene, traen a [Ernesto] Zedillo para decir que ya es una dictadura México y es de risa. Es de risa. Hacen el ridículo, pero no pasa de ahí. No llama a que se lleve a cabo una huelga de pago de impuestos, por ejemplo. Si le hicieran caso, a lo mejor podría causar algún problema, una disminución en la recaudación y eso nos afectaría. Pero no, no, no. Actúa en ese sentido de manera responsable”, mencionó durante su conferencia de prensa matutina.
Posteriormente, el actual mandatario pidió que se proyectara la publicación que escribió uno de los reporteros que estaba en la “mañanera” sobre el expresidente mexicano. “‘¿Quién eliminó las pensiones? Zedillo. ¿Quién reprimió en Acteal? Zedillo. ¿Quién expulsó ministros? Zedillo’. Pero ahí hay que agregar que los maiceó muy bien. ‘¿Quién hizo el Fobaproa? Zedillo. ¿Quién tuvo el error de diciembre? Zedillo’”, leyó.
“¿Quién traicionó a [Carlos] Salinas? Zedillo. Eso no lo dices tú, lo digo yo. ‘¿Quién es el nuevo héroe de la oposición más inteligente de la historia?’. Falta. ¿Quién privatizó los trenes de pasajeros? Zedillo. ¿Quién se fue a trabajar con una empresa ferrocarrilera que se quedó con los trenes de México? Zedillo. ¿Quién tiene una pensión del Banco de México? Zedillo”, agregó.
“Pero esos son los que representan a la oposición. Tienen todo su derecho de manifestarse porque vivimos ahora sí en una auténtica democracia. No es dictadura, no es dicta-blanda y tampoco es oligarquía como era antes, el Gobierno de una minoría con fachada de democracia. Ahora es una democracia auténtica, verdadera, y les cuesta trabajo aceptarlo porque para ellos el pueblo no existía. Así”, lamentó el Jefe del Ejecutivo federal.
De acuerdo con sus palabras, “la política era asunto de los políticos, de los de arriba y ahora es distinto”. “El pueblo es el que decide, el pueblo es el que manda, y pues ellos son ciudadanos igual que es ciudadano un campesino, un obrero, un maestro, un pequeño comerciante, igual que todos. Pero ellos se sentían superiores”, acusó.
“Por eso el grito de la noche del 15: ‘¡Muera la corrupción!’, ‘¡Muera la avaricia!’. Como no se entiende lo suficiente lo que es el clasismo, por eso usé ‘muera la avaricia’; pero es también ‘muera el clasismo’. Lo que sí se entiende es ‘muera el racismo’ y ‘muera la discriminación’. Y esas cuatro cosas, la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación, ¿a quiénes caracteriza?”, preguntó el gobernante.
Desde Palacio Nacional, destacó que respeta a todas y todos los mexicanos, y que les agradece su apoyo. “A mis adversarios les agradezco bastante porque sin el comportamiento respetuoso, responsable de quienes no nos ven con buenos ojos, no hubiésemos avanzado como se ha logrado y no hubiésemos avanzado, que ese es el hecho más importante, el meollo del asunto: avanzar de manera pacífica en la transformación. Porque nuestros adversarios se enojan, calumnian, me insultan, pero no pasan de ahí”, reconoció.
Un poco después, Ernesto Zedillo se hizo presente de nuevo. En esta ocasión contó que rompió el silencio porque “no podía ser un cobarde” y quedarse callado cuando se trata de imponer una tiranía en México con la “democracia que construimos”.
“Es mi opinión por supuesto, pero no creo que sea una opinión exagerada. Estoy hablando de un riesgo que se puede materializar dado el contenido de esa reforma”, declaró en una entrevista con el periodista Ciro Gómez Leyva, quien cuestionó sus dichos del fin de semana.
Según el expresidente, “un requisito de cualquier democracia real es no solamente que haya elecciones libres y con condiciones de competencia equitativa, sino también que haya un tercer poder -con las elecciones se determina el Legislativo y el Ejecutivo-, independiente que imparta justicia, pero que también esté atento a que los otros poderes del Estado cumplan con sus obligaciones constitucionales”.
"Es de risa" que Ernesto Zedillo diga que México es una dictadura, puntualizó @lopezobrador_ pic.twitter.com/dsWowAivTJ
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) September 17, 2024
“Esta reforma está muy cuidadosamente diseñada para que los poderes Legislativo y Ejecutivo que, como vemos, evidentemente ahora han caído en manos de un solo partido, puedan determinar nombrar quiénes tendrán la responsabilidad de ser juzgadores en el sistema jurídico, en el sistema judicial”, explicó en la conversación que se transmitió por Grupo Fórmula.
Zedillo detalló que “como efectivamente el Poder Judicial ha actuado en algunos casos importantes con independencia, ahora se trata no solamente de hacer una venganza, que es realmente terrible, es atroz; sino además decir de ahora en adelante, con una fachada de democracia: ‘El Ejecutivo y el Legislativo van a controlar quiénes aplican la justicia en nuestro país'”.
“Y eso, simplemente cuando usted tiene un partido, un partido oficial, que se ha convertido este partido, que puede además manejar el Poder Judicial, se llama en términos simples ‘tiranía’. Si usted tiene tiranía, entonces no tiene democracia”, sentenció en el programa radiofónico “Por La Mañana”.
“Por eso digo, afirmo con absoluta convicción, que lo que ha sucedido la trágica semana pasada es que se han sentado bases para que México se convierta en una tiranía. Es un riesgo, pero es un riego que existe hoy en día con altísima probabilidad”, sostuvo el político que llegó a la Presidencia de la mano del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
“Un principio básico es que todo debe estar protegido por la Constitución; y si usted hace una Constitución en esos aspectos, que de entrada le da la capacidad de construir una tiranía apoyándose en el Poder Judicial, y si ya se usó una mayoría calificada para cometer este terrible atropello contra la legalidad y contra la Nación, ¿qué confianza pueden tener los ciudadanos?”, continuó Ernesto Zedillo en la entrevista con el medio.
En otro momento, insistió en que “se han sentado las bases muy claras para en vez de democracia, tener una tiranía”. A su ves, indicó que “se está destruyendo una democracia que fue construida con el esfuerzo y el concurso de muchos mexicanos a lo largo de muchas generaciones”. “Yo fui al final parte de ese proceso”, subrayó.
“¿Qué sucede? Llegan unas personas aprovechando esa democracia que habíamos construido entre todos; se hacen del poder público y empiezan a manipular, a distorsionar, a abusar ese poder público para destruir las bases de nuestra democracia. Eso es totalmente ilegítimo. Eso no es ético. Eso no es tenerle lealtad a la República democrática que queremos los mexicanos”, finalizó.
Por la tarde, Claudia Sheinbaum Pardo, Presidenta electa de México, respondió a la postura de Ernesto Zedillo. “Es un representante del viejo régimen. Es un representante del régimen de corrupción y privilegios, y como tal opina. Y qué bueno que opine. Para eso somos un país democrático. No coincido”, dijo.
En su conferencia de prensa, pidió prestar atención a su argumento. “Dicen que vamos al autoritarismo y al fin de la República, y se van a elegir los jueces por voto popular. O sea, ¿cómo? Ahora resulta que la democracia, que es la elección en el Poder Judicial, representa autoritarismo”, reprochó.
“¿No les parece una contradicción? Es una contradicción. Lo que planteamos es que el Poder Judicial hoy tiene mucha corrupción, nepotismo, y no representa los intereses de las y los mexicanos, más que de un sector en algunos casos”, reiteró Sheinbaum Pardo.