Una analista del SSN desmonta los principales mitos en torno a los sismos: si pueden predecirse, si es septiembre el mes en el que más suceden, si otros fenómenos metereológicos pueden predecirlos y qué es lo que debemos hacer para estar preparados cuando ocurran.
Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).– México llega siempre y cada año al mes de septiembre de forma agridulce: de forma festiva por la conmemoración de la Independencia y con cierta preocupación por ser el mes del año en el que el centro de la República ha sufrido dos sismos intensos –en 1985 y 2017– que dejaron destrozos en varias entidades, incluida la Ciudad de México.
Para hacer aún más tensa la preocupación, ambos temblores ocurrieron el mismo día, 19 de septiembre, con 32 años de diferencia. Y, por si fuera poco, en 2022 un nuevo movimiento telúrico –de menor intensidad– volvió a presentarse ese día, unos minutos después del Simulacro Nacional que se realiza todos los años como prevención y conmemoración de aquellos terremotos.
Es por ello que la Maestra en Ciencias de la Tierra, Delia Iresine Bello Segura, quien además se encarga de realizar análisis e interpretación de datos sísmicos para el Servicio Sismológico Nacional, desmontó los mitos y noticias falsas más comunes con relación a los sismos en México.
¿SE PUEDEN PREDECIR LOS SISMOS?
“Por el momento, con las herramientas tecnológicas y matemáticas, la teoría que tenemos, no es posible”, explicó Bello Segura a SinEmbargo.
A pesar de ello, añadió, “sí hay estudios que se están realizando (con el uso de Inteligencia Artificial y supercómputo), donde se hace un análisis estadístico y se está intentando modelar cuándo sería el siguiente evento. Pero eso no es posible tampoco para todas las regiones del mundo. En muchos estudios, sobre todo en la falla de San Andrés, en California, Estados Unidos, donde tienen registros tal vez un poco más completos, pueden llegarse a hacer estimaciones, pero hasta el momento no se ha llegado a tener nada en concreto: ni en EU ni en China, ni en Japón, ni en Chile, ni en México”, recalcó.
¿ES SEPTIEMBRE EL MES EN EL QUE MÁS TIEMBLA?
En todas las zonas sísmicas del mundo ocurren cientos de movimientos casi todos los días del año. Algunos son percibidos por las poblaciones que viven cerca de estos sitios, pero en otras ocasiones solamente los aparatos de medición son los que registran estos temblores. Eso no quiere decir que haya mayor o menor frecuencia de estos eventos, sino que algunos son registrados y los relacionamos con las fechas en que los más significativos sismos ocurren.
“En todo el mundo hay lugares donde hay meses en que coinciden a lo mejor más los sismos. En el caso de México, hay dos meses en particular donde han ocurrido sismos de gran magnitud que han sido diciembre y septiembre, pero la Tierra está cambiando, siempre se está moviendo, quizá en este periodo esto ha sido así pero probablemente el mes donde más tiemble sea otro”, explicó Bello Segura.
¿ES CASUALIDAD QUE TIEMBLE EL MISMO DÍA EN DIFERENTES AÑOS?
La respuesta breve es: sí. “Esto sucede, por ejemplo, con las fechas de cumpleaños, que en una misma familia coinciden los festejos, y es más, a veces hasta la hora del día en que nacen. Así como se dan esas casualidades en nombres y fechas de nacimiento, es lo mismo con los sismos: son tantos eventos sísmicos a lo largo de la edad de la Tierra que lo que nosotros estamos viviendo apenas es un cachito, son 100 años de registros. En esos 100 años se dieron esas coincidencias. Es una casualidad”, es la respuesta larga de la experta.
Pero las coincidencias suelen desatar la imaginación y la superstición de las personas. “A todos nos llama la atención muchas veces las cuestiones esotéricas, pero la verdad es que hasta el momento es más que nada por entretenimiento: no hay nadie que pueda predecir sismos, y lejos de todo, pueden causar pánico ente la población”, explicó a este medio.
Además, la analista del SSN subraya: “Hay personas que piensan en no ir a trabajar ese día. Pero se los decimos como profesionales del área: mi hijo irá a la escuela como cualquier día del año, y es importante seguir con nuestras actividades y mantenernos informados, porque [un sismo] puede ocurrir cualquier día del año”.
¿Qué es lo que sí debemos hacer? Tener un plan de acción. “Tanto en la escuela, como en el trabajo y en nuestra propia vivienda. Porque no sabemos a que hora ni que día puede ocurrir un evento, puede ser de madrugada. Debemos saber qué hacer en caso de sismos antes, durante y después de ellos”, completó.
Además, recomienda seguir fuentes oficiales, la información del Sismológico y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred). “Pueden incluso acercarse a Protección Civil de su comunidad para que los oriente en qué planes de acción pueden realizar tanto en un evento sísmico como en otro tipo de evento que pueda afectar a las personas y su patrimonio”, indicó.
¿ES POSIBLE QUE VUELVA A TEMBLAR EL 19-S?
Es posible, sí, como ya sucedió en 2017 y en 2022, pero eso no quiere decir que sea una certeza que vaya a ocurrir. “Sí, efectivamente de nuevo puede pasar. Puede volver a temblar y puede volver a temblar el mismo día. Ojalá que no, pero es una posibilidad, como puede temblar en cualquier otro día, por eso hay que estar preparados, porque no sólo puede darse esa coincidencia, sino en otro día.
La especialista recuerda el sismo del 7 de septiembre de 2017, cuando un terremoto de 8.2 de magnitud con epicentro en el Golfo de Tehuantepec cerca de la media noche (23:49:18 horas) remeció el centro del país y una parte de Centroamérica. Este sismo dejó un centenar de muertos, casi mil heridos y unos 2.5 millones de afectados.
HALOS DE LUZ Y LUCES VERDES
Bello Segura también descartó que los fenómenos como los “halos de luz” que se forman alrededor del sol sean un preludio de que vaya a ocurrir un sismo. “Hay muchos mitos, también en Guerrero, de donde es mi familia, se dice que cuando las nubes están aborregadas, que si la lluvia, que si el halo… pero la realidad es que los sismos no se pueden predecir, hay coincidencias”, señaló.
“En algunas culturas cuando había un eclipse pensaban que después había un evento sísmico, o la historia de la crucifixión, donde después de un evento astronómico como un eclipse, ocurrió un sismo; son estas coincidencias que se dan a lo largo de la historia. Cuando entró Madero a la Ciudad de México, ocurrió un sismo. Entonces, así históricamente vamos a tener eventos que se pueden realacionar con eventos y fenómenos naturales, pero son coincidencias”, remarcó.
Con respecto a las llamadas “luces de terremoto”, es decir, el fenómeno de luces verdes que suelen verse en el cielo cuando ocurre un sismo de noche, detalló: “Sí, son una especie de ‘auroras boreales’. En la CdMx, justo los sismos que hemos tenido en septiembre coinciden con este fenómeno atmosférico, que se ha presentado de noche, porque ahí se ven las luces, por ejemplo el del 7 de septiembre. También hay un fenómeno, que en zonas cercanas al epicentro, con cierto tipo de roca, se presenta este tipo de luces por la ionización del ambiente y gases de la zona de contacto entre placas. Tiene además que ver con el fenómeno atmosférico”.
Y es que las rocas de la corteza terrestre tienden a tener ciertas imperfecciones y al ser sometidas a esta fricción sueltan electrones o cargas eléctricas.