Alejandro Espinoza, el padre de la joven Cinthia Estephanie Espinoza Rodríguez, está convencido que Jair –el ex esposo y detenido como el único presunto responsable–, no actúo sólo. Don Alejandro asegura que su nieto –un niño de cuatro años que presenció el asesinato de su madre– relató que el padrastro de la víctima también participó en el feminicidio. Sin embargo acusa que las autoridades de Baja California en lugar de esclarecer el caso le dicen que “deje los chismes a un lado”.
Ciudad de México, 17 de septiembre (SinEmbargo).- Cinthia Estephanie Espinoza Rodríguez, de 22 años, fue desaparecida, asesinada y “encajuelada” el pasado 3 de mayo en Ensenada, Baja California. Jair, el esposo de la víctima – de quien tenía un año separada por violencia doméstica– fue detenido y vinculado a proceso como el presunto responsable del feminicidio.
Sin embargo, Alejandro Espinoza Trejo, padre de la víctima, está convencido que el imputado no actúo sólo: asegura que su nieto ha dicho que al padrastro de Cinthia también participó en el crimen, por lo que clama a las autoridades que investiguen y esclarezcan cabalmente el feminicidio.
“A ella la mató el esposo y el padrastro, pero sólo el esposo está en la cárcel. No entiendo por qué las autoridades no investigan, si hay un testigo que lo señala: mi nieto. […] Él lo vio, el niño vio todo: cómo la amarraron, cómo le pegaron, cómo la hicieron sufrir. Pero yo estoy solo, los judiciales (sic) no me hacen caso, no tengo nada de apoyo, ya no sé a quién acudir para que me hagan caso”, dijo en entrevista con SinEmbargo.
El papá de la víctima denunció que las autoridades estatales lo ignoran y que cuando él les reclama sus actuaciones, le responden que los deje investigar y que “deje los chismes a un lado”. Alejandro Espinoza, además, teme ahora que le quiten a su nieto y que se lo entreguen a su abuela, pues asegura que ese círculo no es sano. Justo ese ambiente es lo que finalmente llevó a mi hija a la muerte, aseguró.
EL ASESINATO
Cinthia, 22 años de edad, era madre de un pequeño de cuatro años de edad. “Ella era una persona muy alegre, amaba a su hijo, era trabajadora, y no le hacía daño a nadie”, dijo el padre.
La joven tenía un año separada de Jair “N”, con quien se casó cinco años atrás. Ella terminó la relación porque él la violentaba. La chica incluso ya tenía una nueva pareja y estaba feliz, agregó el familiar.
El 3 de mayo pasado, Cinthia desapareció después de salir de su casa a bordo de su vehículo Ford Focus color blanco con placas de California, Estados Unidos, al parecer iba a recoger a su pequeño hijo.
Un hermano de la joven interpuso el reporte correspondiente al día siguiente en la Procuraduría de Justicia de Ensenada y familiares comenzaron con la búsqueda por redes sociales.
El cuerpo de Cinthia fue localizado 11 días después: se encontraba en la cajuela su automóvil, el cual fue abandonado en la colonia Punta Banda III, de Ensenada, cerca de un plantel escolar.
La localización se logró porque vecinos y ciudadanos reportaron la presencia del vehículo del cual emanaban olores fétidos, de acuerdo a información difundida en medios. Días después, las autoridades confirmaron que los restos eran de Cinthia, pues fue necesario corroborar la identidad con pruebas de ADN debido a que el cadáver se encontraba en avanzado estado de descomposición.
Alejandro Espinoza, su padre, inició su clamor por la detención del asesinato y por justicia para su hija desde la desaparición. En redes sociales, desde el hallazgo del cuerpo, acusaba a su ex yerno, Jair, y exigía la inmediata detención.
Jair “N” fue arrestado el 20 de junio pasado por medio de una orden de aprehensión, informó el subprocurador de zona Ensenada, Cristian Colosio Lule, un día después de la captura.
El funcionario explicó en una conferencia de prensa que Cinthia fue asesinada el mismo día de su extravío, el 3 de mayo, y que la causa de muerte fue traumatismo craneoencefálico severo; es decir, que la mataron con un fuerte impacto en la cabeza. Ese mismo abandonaron el vehículo con su cuerpo en el interior.
Las cámaras de vigilancia cercanas al lugar donde fue encontrado el automotor revelaron que Jair había abandonado el automóvil y que se había retirado con el hijo de Cinthia, lo que probó que viajaba con el niño, mientras traía el cadáver de su madre en la cajuela.
Las investigaciones establecieron que Cinthia fue privada de la vida en la casa de Jair y, de acuerdo con el subprocurador, hasta el momento sólo hay un presunto responsable: su esposo.
“Lo que tenemos es que surgió un problema, derivado de lo mismo que aportaron los familiares y amistades, que ella siempre sufrió violencia física de este sujeto y tenemos información que los hechos ocurrieron en el domicilio, donde ahí surgido una discusión él la agredió hasta la muerte”, expresó Colosio Lule en dicha conferencia.
ASESINO NO ACTUÓ SOLO
Alejandro Espinoza se niega a aceptar que sólo Jair sea señalado por el crimen. El hombre asegura que el imputado presuntamente en conjunto con el padrastro de la joven.
“Subprocurador de justicia, usted sabe que Jair no mató a Cinthia él sólo, alguien más le ayudó. Le exijo detener al que ayudó a Jair a matar a mi hija Cinthia”, reclamó el padre tras la captura de Jair.
El señor Espinoza dice que la captura de Jair “N” se efectuó porque él le notificó a las autoridades dónde se encontraba el presunto asesino, que incluso lo denunció varias veces.
“Yo les dije donde estaba Jair, que estaba en un centro de rehabilitación, yo le dije a la policía y ya lo sacaron, pero batallé para que lo capturaran”, comentó el entrevistado.
El padre de Cinthia plática que él y su nieto dejaron Baja California y que, una vez fuera del estado, el niño le reveló que había visto cuando mataron a su madre. El señor Espinoza sostiene que el infante dijo que el padrastro de Cinthia también participó en el crimen.
“El niño vio todo. El niño me cuenta que la amagaron, que le pegaban en la cara, que Cinthia lloraba y gritaba. El padrastro fue, estoy seguro que él fue, pero las autoridades no me hacen caso. Yo he investigado y he juntado muchas evidencia, pero pues a ¿quién se las entregó si la policía no me hace caso?”, comentó.
De acuerdo con Alejandro, al parecer el niño no informó a las autoridades su versión, pues hasta que se mudaron de casa es que empezó a hablar. “Yo veo que el niño si tiene como algún trauma o algo, todavía no dice mucho, yo quisiera que alguien lo viera, algún experto y le diera apoyo”, dijo el hombre.
El entrevistado insiste que es revictiminzado por las autoridades, quienes lejos de brindarle la información o explicarle la investigación lo revictiminizan y le cierran las puertas, según afirma.
“Yo estoy solo, no tengo nada de apoyo, ya no sé a quién acudir para que me hagan caso. Me tratan como loco. Los judiciales me dieron unos números para estar al pendiente de la investigación, pero nunca están nunca me contestan, me bloquearon de esos números, o me dicen que me deje de ‘chismes’, cuando les pido que detengan al padrastro de mi hija. Yo denunció en redes sociales, pero no sirve nada”, comentó.
El hombre pide que se agoten todas las líneas de investigación, que un psicólogo brinde apoyo a su nieto, y le tomen la declaración correspondiente con expertos y gente con perspectiva presente. Además, solicita apoyo jurídico, pues ahora teme que le pudieran quitar la custodia de su hijo. “Sí necesito apoyo de alguien de alguien que lo escuche más, es que a mi no me creen o no me quieren creer” expuso.
Actualmente, el caso de Cinthia sigue en proceso penal y la siguiente audiencia, para una etapa intermedia, podría realizarse en diciembre de este año, según le informaron a Espinoza Trejo.