Ciudad de México, 17 sep (SinEmbargo/EFE).- El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) que investiga la desaparición de los 43 normalistas desparecidos, afirmó hoy que la coincidencia genética entre los restos entregados por la Procuraduría General de la República (PGR) y la familia de Jhosivani Guerrero de la Cruz "es baja en términos estadísticos".
El EAAF, que actúa de forma independiente de las autoridades mexicanas tras la solicitud de los familiares de los estudiantes y de organizaciones sociales, comentó en un comunicado los resultados dados a conocer hoy por el Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck, Austria.
El Instituto confirmó la identificación de los restos del segundo de los 43 estudiantes, de nombre Jhosivani Guerrero de la Cruz, mediante el análisis de ADN mitocondrial.
"Una muestra coincidió plenamente con los restos del estudiante identificado anteriormente (Alexander Mora Venancio), y la otra muestra coincidió con el ADN de la familia de otro estudiante mexicano desaparecido (Jhosivani Guerrero)", indicó el Instituto en un boletín.
En el comunicado la EAAF agrega que las "dos muestras provienen de la bolsa que según [la] PGR fue recuperada del Rio San Juan, en las afueras de Cocula. No provienen de restos recuperados en el basurero de Cocula", precisa.
Al respecto, el EAAF consideró que en el caso de Alexander, la identificación inicial, realizada mediante análisis de ADN nuclear, "dio como resultado una coincidencia genética fuerte y clara con la familia del joven".
Debido al elevado nivel de deterioro de las muestras enviadas por la Procuraduría General de la República (PGR), el Instituto aplicó una técnica diferente, mediante ADN mitocondrial, que presentó "coincidencias iniciales con familiares maternos de Jhosivani Guerrero de la Cruz y nuevamente de Alexander Mora Venancio", señaló el Equipo Argentino.
Sin embargo, sostuvo que en el caso de Jhosivani Guerrero de la Cruz la coincidencia genética por vía mitocondrial entre la muestra enviada por la PGR y los familiares del joven "es baja en términos estadísticos".
El informe presentado por el laboratorio de Innsbruck, encargado de analizar los restos, arroja 72 puntos de coincidencia genética en el caso de Jhosivani entre los restos encontrados y el ADN de sus familiares, mientras que en el de Alexander la cifra es de mil 201.
Asimismo, añadió el EAAF, "existen además serios interrogantes sobre el origen de las muestras analizadas" en Innsbruck, aseguran que "no existen elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el Basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en el Río San Juan".
"Por lo anteriormente mencionado, la coincidencia genética mitocondrial entre la muestra ósea 16-29102014 y la madre del joven Jhosivani Guerrero de la Cruz no es considerada por el EAAF como un resultado identificatorio definitivo", acotó.
Respecto a la rueda de prensa de la titular de la PGR, Arely Gómez, quien ayer adelantó los resultados de Innsbruck, resaltó que los familiares de los 43 estudiantes, y en particular las familias de Jhosivani y Alexander, "tuvieron sólo unos minutos para enterarse de lo que se iba a anunciar públicamente".
"El EAAF solicita a PGR que respete los compromisos asumidos en cuanto al trato a los familiares de los normalistas; ninguna familia debería enterarse de este modo de noticias tan delicadas sobre el posible destino de su familiar desaparecido", acotó.
Según la versión de la PGR, el 26 de septiembre del año pasado los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzipapa fueron detenidos por autoridades corruptas del municipio de Iguala, estado sureño de Guerrero, y entregados a miembros del cártel Guerreros Unidos, quienes los asesinaron e incineraron en el municipio vecino de Cocula.
Recientemente, el Grupo Interdisciplinario de la CIDH sacudió de raíz la llamada “verdad histórica”, un informe realizado por Murillo Karam en el que prácticamente daba por concluido el trabajo de búsqueda de los normalistas con la afirmación de que fueron quemados en ese basurero de Cocula.
El GIEI descubrió un quinto autobús que fue parte fundamental en la escena del crimen y que fue omitido por el informe de la PGR. Evidenció que miembros tanto del Ejército Mexicano como de la Policía Federal participaron en la persecución de los jóvenes el día que desaparecieron.
Los expertos hallaron ropa que fue abandonada en anaqueles de la Procuraduría de Chilpancingo, la cual no fue analizada en su momento, no se resguardó debidamente y no se devolvió a los familiares.
El anuncio realizado ayer por la Procuraduría General de la República se da justo a diez días antes de que se cumpla el primer aniversario del ataque a los estudiantes en Iguala e inmediaciones, entre el 26 y la madrugada del 27 de septiembre del año pasado.
Además, Gómez anunció que se creará “un equipo de trabajo conformado por especialistas, médicos, antropólogos y genetistas” para que junto con los forenses argentinos y los expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que llevan medio años investigando el caso puedan volver a revisar “los más de 63 fragmentos óseos que fueron recolectados” en esos lugares.
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