Siguen los problemas para Grupo México. Durante la semana pasada, el Sindicato Nacional de Mineros aseguró que dentro de la mina de San Martín Sombrerete, en Zacatecas, hay acumuladas 35 toneladas de explosivos sin resguardo, las cuales podrían destruir ciudades y poblaciones enteras del estado que gobierna el priísta Miguel Alonso Reyes. La excavación permanece en huelga desde hace cinco años; sin embargo, la agrupación aseguró que “fue invadida el 31 de agosto pasado por más de 300 porros, golpeadores, drogadictos y paramilitares pagados por el Grupo México, precisamente cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) está próxima a resolver el estado de la huelga en ese centro de trabajo”.
La organización de trabajadores anunció además que apenas hace unos días envió una carta dirigida a los secretarios de Gobernación, Alejandro Poiré Romero; del Trabajo y Previsión Social, Rosalinda Vélez Juárez; y de Economía, Bruno Ferrari García de Alba; así como a la procuradora General de la República, Maricela Morales Ibáñez, y al gobernador de Zacatecas, en la cual exigen la intervención de las autoridades para resolver el problema y salvaguardar la seguridad de los pobladores del área. Además, acusan de negligencia a Germán Larrea Mota Velasco y lo responsabilizan de cualquier tragedia que pueda ocurrir.
Por si no fuera suficiente con los problemas en México, el gigante minero de Larrea enfrenta un serio problema en Estados Unidos. Luego de que la Corte Suprema de Delaware ratificara el pago de dos mil millones de dólares por daños en una demanda de accionistas que involucra a la minera Southern Copper Corp. (en la cual Grupo Méxito tiene más del 80 por ciento de participación a través de su subsidiaria Americas Mining Corporation), el martes la minera hizo público un comunicado en el que aseguró: “Grupo México está en total desacuerdo con el fallo de la Suprema Corte del estado Delaware y presentó el día de hoy una moción ante la misma”.
Viernes negro para Cemex. Tras registrar una ganancia del 40 por ciento desde el 25 de junio, la cementera que encabeza Lorenzo Zambrano Treviño cayó el viernes pasado 3.81 por ciento en la Bolsa Mexicana de Valores. Mientras que en Nueva York, los títulos de la cementera cedieron un 2.22 por ciento a 8.37 dólares. Según especialistas, la caída se explica ya que UBS bajó su recomendación para las acciones desde “compra” a “neutral” y por la incertidumbre generada en torno a una posible renacionalización de las operaciones de Cemex en Egipto. Un día antes, la cementera anunció que una corte de primera instancia en Egipto invalidó el contrado de compra que hizo en 1999 de Assiut Cement Company. Sin embargo, la empresa aseguró que presentará un recurso legal para defender sus derechos.
Y a poco más de tres semanas de la muerte de Roberto González Barrera, Banorte sigue avanzando con el viento a su favor. Durante la semana, la institución financiera mexicana y The Bank of Tokyo-Mitsubishi UFJ (BTMU), principal banco de Japón, firmaron un convenio con el que buscarán otorgar opciones financieras a clientes orientales que busquen invertir en México y viceversa. El director de la institución regiomontana, Alejandro Valenzuela del Río, destacó las ventajas del tratado y aseguró que: “Nuestra contraparte japonesa podrá aprovechar la posición de Banorte como la tercera institución financiera en México, mientras que nosotros nos beneficiaremos de la fortaleza de BTMU ante un esperado incremento de inversiones de Japón en nuestro país; y al mismo tiempo, aquéllos clientes y empresas mexicanas que deseen operar en el mercado japonés también se verán favorecidos”.
También durante la semana, la calificadora Moody’s asignó a Grupo Financiero Banorte una nota como emisor en moneda local Largo y Corto Plazo en “Baa1/Prime-2”. Además, según una nota del diario El Economista, la agencia determinó la nota en escala nacional como emisor de Largo y Corto Plazo en “Aaa.mx/MX-1” y reveló que la perspectiva de estas calificaciones es “Estable”.
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