Después de un año y siete meses de desaparición, Patricia continúa buscando a sus sobrinas, Karol Guadalupe Hernández Olvera y Evelin Marisol Martínez Baltazar, de 13 y 11 años. El 23 de enero de 2017, las niñas caminaron una cuadra fuera de su domicilio, iban a la papelería, necesitaban una monografía para su tarea. No las volvieron a ver.
Ciudad de México, 17 de agosto (Afondo/SinEmbargo).-Después de un año y siete meses, Patricia, aún desconoce el paradero de sus pequeñas sobrinas, Karol y Evelin. Las niñas salieron de su domicilio el 23 de enero de 2017, iban a la papelería.
El barrio San Lorenzo está en el municipio de Chimalhuacán, Estado de México. Ahí vive Patricia Rentería Olvera, ahí vivía junto a sus sobrinas.
Karol Guadalupe Hernández Olvera y Evelin Marisol Martínez Baltazar, de 13 y 11 años respectivamente, desaparecieron alrededor de las 10 de la mañana, sólo se alejaron una cuadra, iban a la papelería para comprar una monografía que utilizarían en trabajos escolares.
Minutos después, al notar que las niñas no regresaban, Patricia salió a buscarlas, preguntó a los vecinos, recorrió calles, pero no tuvo éxito, nadie sabía nada.
Finalmente, un comerciante de la zona le proporcionó los videos de seguridad de su establecimiento, en las imágenes se pudo observar a las pequeñas mientras eran acompañadas por dos desconocidas, caminando por Avenida Central, pero no se distinguía el rostro de las mujeres. Esas fueron las últimas imágenes de Karol y Evelin.
Desesperados, Patricia y sus familiares acudieron al Ministerio Público de Chimalhuacán para levantar la denuncia correspondiente, pero no fue posible, no había sistema, según comenta al diario Afondoedomex.
La Alerta Amber fue activada un día después de la desaparición de las menores. La activación provocó la solidaridad de los vecinos, fue entonces cuando se retomó la búsqueda, incluso las redes sociales se inundaron de información oportuna para la localización de las pequeñas, pero no dio ningún resultado.
De acuerdo con el diario, la propia familia ha sido quien más se movilizó para localizar a las niñas.
“Había veces que estaba casi todo el día en el Ministerio Público para que me dieran razón para las alertas, porque las habían desactivado sin haber sido encontradas, y los agentes nos decían que qué hacíamos allí, que mejor las fuéramos a buscar”, señaló Patricia al diario mexiquense.
Desconsolada, con lágrimas en los ojos, Patricia dijo que pide a Dios, todos los días a Dios, para que las pequeñas estén bien, y que las autoridades finalmente puedan ayudar a todas las personas desaparecidas.
