También llamaron a modificar los protocolos vigentes en la institución educativa para atender casos de violencia de género. Esta semana alumnas del Campus León denunciaron a cinco catedráticos de la División de Ciencias Sociales como agresores sexuales, pese a ello las autoridades universitarias se han escudado al señalar que ninguna de estas quejas se realizó de manera formal.
León, Guanajuato/Ciudad de México, 17 de agosto (Zona Franca/SinEmbargo).– El acoso y el hostigamiento sexual son realidades vigentes en la Universidad de Guanajuato (UG) que atentan contra los derechos y libertades, además de que son contrarios a los principios básicos de la Constitución y de la ética que debe regir la conducta personal y profesional dentro de la institución educativa, denunciaron académicas de la máxima casa de estudios de la entidad.
El grupo de 10 académicas de la UG manifestó su apoyo a las alumnas que denunciaron ser víctimas de acoso y hostigamiento sexual, a la par que demandaron a la institución educativa que tome en cuenta la opinión y experiencia femenina para modificar los protocolos de violencia de género. A esta exigencia se sumaron otras defensoras de los derechos de las mujeres.
Las profesoras manifestaron su apoyo a las alumnas que denunciaron públicamente 17 casos de acoso sexual; y exigieron a las autoridades universitarias la investigación y resolución de estas agresiones.
En una carta, que hasta el jueves por la noche sumaba 21 firmas de maestras de los diversos campus y más de 20 adhesiones de académicos y alumnos de la UG y otras instituciones, las profesoras manifestaron su apoyo a las alumnas que denunciaron ser víctimas de acoso y hostigamiento sexual.
A través del documento, las catedráticas reconocieron que el acoso y hostigamiento sexual “son realidades" en la Universidad de Guanajuato, por lo que señalaron que las alumnas que denunciaron públicamente esta situación manifestaron gran valentía.
“Destacamos la valentía de las alumnas denunciantes y les manifestamos nuestro respaldo. Su ejemplo nos motiva a mejorar nuestra organización como posición crítica dentro de la universidad y exigir nuestra inclusión y participación como estudiantes, profesoras y administrativas, en la generación de políticas de igualdad de género y contra la discriminación y violencia hacia las mujeres. Especialmente nos comprometemos con la cero tolerancia y denuncia inmediata de los casos de abuso sexual y hostigamiento en nuestros ámbitos de desarrollo académico y laboral”, señalaron en el comunicado.
Las catedráticas señalaron que las denuncia pública era un reclamo necesario ante la falta de atención de las autoridades universitarias.
“Sabemos lo difícil que es reconocerse como víctimas de estos actos, de lo desgastante que es la denuncia, lo complicado de contar evidencias y finalmente, lograr la comprobación de dichos actos, porque algunas los hemos vivido de primera mano”.
Además de mencionar que desde el año 2016, cuando se hizo público el acoso cometido por el profesor Julio César Kala a María Isabel Puente, la UG comenzó con una serie de medidas para intentar erradicar estas prácticas violentas, sin embargo, las acciones tomadas no han sido suficientes, por lo que exigen implementar mecanismos que garanticen “la integridad, seguridad e igualdad de las universitarias”.
LA UG IGNORA ACOSO
La abogada Isabel PuenteGallegos, quien fue víctima de agresión sexual y revictimización institucional, consideró que para combatir el hostigamiento y acoso sexual en la UG se requiere de un movimiento que sume a estudiantes y catedráticos y que exija protocolos de género eficientes, además del rechazo institucional total a este tipo de agresiones.
Puente Gallegos fue víctima del acoso y hostigamiento del académico Julio César Kala, mismo que la llevó a perder relaciones laborales, estudiantiles, de amistad e incluso buscar un cambio de residencia. Tras estos hechos, la abogada se ha mantenido trabajando en la defensa de los derechos de las mujeres.
Por otra parta María Isabel Puente señaló que la UG minimiza la violencia de género y se escuda al señalar que estos son casos difíciles de comprobar, por lo que nunca se llega a medidas ejemplares como la separación del cargo de catedráticos y personal que ejercen acoso y hostigamiento contra colegas y alumnas.
Por esta situación y ante la evasiva para atender la violencia de género dentro de la institución, María Isabel Puente destacó que es necesario que tanto alumnos como catedráticos fijen una postura en la que exijan al rector y autoridades universitarias expresar un total rechazo al acoso y hostigamiento sexual.
“Yo creo que ahora es necesario un movimiento estudiantil que esté a la altura y que busque erradicar todo este tipo de problemas, yo creo que todas las alumnas o a todas las que he conocido ahora, podríamos hacer un buen grupo de auxilio o de apoyo”, mencionó.
Destacó que existen casos de éxito, como en la Universidad Autónoma del Estado de Morelos, en donde incluso las autoridades universitarias han hecho copartícipes a asociaciones civiles especializadas en temas de violencia de género para recibir orientación que permita el rechazo y erradicación de conductas violentas.
Añadió que en el caso de la Universidad de Guanajuato es evidente que las autoridades universitarias conocen de la existencia de casos de acoso, pero que han preferido seguir “con una mirada anestesiada” en lugar de resolver el problema.
Asimismo, dijo que los protocolos del programa UGénero, instalados desde el 2016 tras la polémica desatada con el acoso en su contra, pareciera que están creados para “entorpecer” la denuncia y acción ante los casos.
Por esto, mencionó que hace falta confiar en las denunciantes y visibilizar otros casos que ocurren dentro de la UG y que no han sido denunciados por los estudiantes.
“Ellas no tienen por qué mentir, ellas no están haciendo nada malo, son los profesores los que están haciendo algo malo y ellos son sólo algunos, porque a mí me están llegando constantes quejas de estudiantes mujeres de distintas divisiones del Campus Norte de Tierra Blanca y también de estudiantes hombres que son acosados por otros profesores y es un problema monstruoso y lamentable y necesitan tomar cartas en el asunto”, dijo.
Este martes alumnas del Campus León denunciaron directamente a los catedráticos de la División de Ciencias Sociales Armando Chaguaceda Noriega, Alejandro Klein Caballero, Gustavo Garabito Ballesteros, Daniel Tagle Zamora y Jacobo Herrera Rodríguez, por 17 casos de hostigamiento sexual.
Ante esta denuncia, las autoridades universitarias se han escudado al señalar que ninguna de estas quejas se realizó de manera formal y añadiendo que la UG cuenta con protocolos para dar seguimiento e investigación a posibles actos de acoso sexual.
SOLIDARIDAD EN LEÓN
La colectiva Mujeres contra las violencias machistas en León compartió un comunicado en el que reconocieron el valor de las denunciantes, en su texto señalan: “Sabemos que hablar públicamente sobre la violencia que viven no es algo fácil porque históricamente se nos ha enseñado que la palabra y/o actuar de los hombres vale más que la de cualquier mujer”.
El documento habla de la trascendencia de la denuncia pues “marca un parteaguas”, y que por lo tanto habrá resistencias que intentarán descalificar los testimonios de las alumnas. La Colectiva exige a las autoridades de la UG “que se esclarezcan los hechos y se tomen medidas precautorias para la seguridad de las compañeras. Que den seguimiento puntual a cada denuncia y haya una revisión a conciencia del personal a cargo, los procedimientos y los protocolos de UGénero”.
Las activistas terminan su pronunciamiento indicando que seguirán de cerca el caso y que no dejarán que se tomen represalias en contra de las denunciantes.