Verónica Castro, tan bella como cuando comenzó su carrera y fue -como hoy mismo dice- “una mujer luchadora”. Televisa le hizo un veto por parte de Enrique Peña Nieto y de su esposa, Angélica Rivera. Hoy reaparece, exitosa y hermosa, haciendo de una madre un poco ingenua y con mucho prejuicio en La casa de las flores, de Netflix.
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- Verónica Castro tiene 65 años y no parece. Es cierto que las operaciones estéticas han hecho algo de milagro, pero ella ha sabido mantenerse bella y sobre todo más interesante de cuando era una de las actrices más hermosas de México y alrededor de ella estaban desde los novios (algunos malvados, reconoció recientemente) y algunos que no habían podido ser novios: ¡Ladrones!.
Recientemente, en un reportaje con Paty Chapoy (¿alguien podría haberse imaginado una entrevista semejante?), la veterana actriz y presentadora dijo muchas cosas, como si estuviera más allá del bien y del mal y ahora dejara prendida la licuadora.
Xavier López “Chabelo” le dijo “Pendeja” cuando ella se embarazó de Cristian Castro. Tuvo que vender su auto y pagar el hospital a causa de la cantidad de trabajos que tuvo que dejar. “Tuve a mi hijo, ¿qué iba a hacer?”, recuerda.
Cristian, como se sabe, es la causa de muchos quebraderos de cabeza para Verónica, aunque por otro lado es el hijo favorito. Un cantante que podría haber sido tan grande como José José, pero debido a sus romances, a su amor por el rock y a su estar un poco “desfasado” de la realidad, ha frenado bastante su carrera.
Emilio Azcárraga Milmo se enojaba porque ella estaba en una campaña para hacer que las mujeres mexicanas volvieran a dar leche. Por la tarde aparecía en la telenovela como una monja y luego “mostrando las chichis”.
“Siempre se enojaba conmigo, mi vida fue una lucha”, dijo la actriz, quien en 2009 no dudó en criticar a su ex cuñada, la actriz Angélica Rivera, por haber anulado el casamiento con su hermano, el productor José Alberto “Güero” Castro, para poder contraer nupcias con el político mexicano Enrique Peña Nieto.
“Qué bueno que todo el mundo sea feliz, pero vamos a ser claros: ¿ahora resulta que mi hermano y Angélica se casaron de mentira?”, fueron las fuertes declaraciones de Castro a la revista Hola!. Ahí comenzó el veto de Televisa y la amenaza de la Primera Dama para desprestigiarla y acabar con su carrera artística.
“¡Cómo me gustan tus cámaras! No se me ven arrugas, qué bien me veo, ¿pagan bien aquí?”, fueron las palabras de la “Chaparrita consentida” a Paty Chapoy. La verdad es que se ve fantástica y hay muchos medios que dicen que se ve tan bien como en los 80, cuando era la estrella de Los ricos también lloran.
“Abusivo, mantenido y vividor” dijo de Jorge Martínez, un actor argentino con el que mantuvo un romance. “Tenía todo fríamente calculado para venirse a México, hasta que lo descubrí en un restaurante con la esposa, con la que estaba de acuerdo para engañarme”.
También habló de Hugo López, el manager de Luis Miguel, ya fallecido, a quien acusó de haberla robado y de haberla dejado sola en Argentina, un país al que siempre regresa “porque la amo, hay gente que me ha tratado muy bien”.
CONTRA TELEVISA, SU CASA POR 30 AÑOS
“Cuando Televisa me echó y me quedé sin trabajo me dije que esta era mi oportunidad para hacer lo que siempre había querido, pero nunca había tenido tiempo, como tejer, bordar y sobre todo leer unos buenos libros, ahí me di cuenta que también mi vista se la habían llevado ellos”, dijo en el programa argentino de Susana Giménez.
“La diferencia entre tú y yo es que a ti tu país te quiere, te reconoce y te da trabajo, te quiere en la televisión, en mi caso no es así, a mí no me dan trabajo entonces me dedico a viajar”, agregó Verónica en el programa argentino de Susana Giménez.
“Uno les da demasiado, les deja la vida… no veo, tengo una columna vertebral de titanio por la caída en el elefante, casi quedo paralítica… no es fácil pero como no me quieren, me dedico a viajar”, dijo a Susana hablando de cuando se cayó en 2006 de un elefante en la conducción de Big Brother.
Ahora, Verónica Castro regresa con la serie de Netflix La casa de las flores, dirigida y escrita por Manolo Caro, un chico que jugaba al cine con su hijo Michel Castro y que un día se animó para contarle el proyecto y contratarla.
El éxito ha sido tal [con una Cecilia Suárez increíble] que ya todos hablan de la segunda temporada, un proyecto con el que se mostró muy satisfecho Manolo Caro, pero al que Verónica Castro ha dicho que no.
“Aquí yo creo que es mi fin. Se acabó esta mujer. ¿Qué más quieren ver de ella? A la mejor quieren, pero yo ya no”, dijo la actriz que parece estar viviendo su segundo aire para un México que la sigue admirando.
