La Confederación Mundial Pro-Derechos Humanos Segura, A.C. es una de muchas asociaciones que venden afiliaciones para que el beneficiario pueda circular todos los días, al menos en la Ciudad de México. Este grupo fue demandada en 2012 por la CNDH por el delito de falsificación de documentos oficiales; vendían acreditaciones y documentos. Pero la demanda no tuvo mayor efecto. Algunas de estas organizaciones están registradas ante la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), pero la mayoría no. La CNDH, dice VICE, parece no está muy preocupada por evitar este tipo de fraude.
Por Marcos Cruz
Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo/VICE.com).- Exactamente frente a las instalaciones del pomposamente llamado “Búnker” de la Procuraduría General del Distrito Federal, sobre avenida Río de la Loza 115, se ubica un modesto local de copias que también funge como oficina de la Confederación Mundial Pro-Derechos Humanos Segura, A.C. Entro con la intención de afiliarme y así poder circular todos los días con mi hipotética camioneta de hipotético vendedor de carnitas.
“Nosotros hacemos la afiliación del transportista”, me explica una mujer que lo mismo atiende los pedidos de copias que las computadoras que renta en el local. “Te incluye la identificación plástica y la metálica para el parabrisas, y se te da un salvoconducto en donde se le avisa a las autoridades de tránsito que tu auto está al servicio de la confederación, y esto te permite circular”.
“Oiga, señorita, yo vendo carnitas y mi camioneta está llena de casos y trastos grasosos. Entonces, si me detienen, me van a decir: ‘¡qué derechos humanos ni que nada, tú vendes carnitas!'”, le digo.
“¡También los de Derechos Humanos comen!”, tercia un anciano que después se presentaría como el presidente de la Confederación, José Manuel Vega Maya, y me previene:”Sí, aquí lo que tienes que hacer es una buena excusa para que funcione realmente esto”.
“¿Y cuál sería una buena excusa?”, pregunto.
“Precisamente la que te acabo de decir. De que va haber un evento de derechos humanos, un evento en la secretaría de la presidencia y hay que llevarles la comida”.
Actualmente, en toda el área metropolitana el negocio de la venta de calcomanías, credenciales, “salvoconductos” y “charolas” que acreditan al portador como miembro de alguna asociación de derechos humanos, o en su caso, como periodista, se ha extendido ante la aplicación del Programa Hoy No circula y sus recurrentes contingencias.
En el caso de la Confederación, su anciano presidente me explica con suma atención las cuotas de su negocio. Así entiendo que afiliarme por un año cuesta 500 pesos y me incluye un gafete plástico con el cargo de “promotor voluntario”. Si a mi gafete le quiero agregar una placa metálica para mi auto el precio sube a mil 250 pesos. Pero si se me hace poca cosa portar un gafete de elemental plástico, puedo optar por alguna de las flamantes “charolas” metálicas que son exhibidas en una vitrina del negocio y que vienen en diferentes modelos y presentaciones. El precio sería de 3 mil 500 pesos, pero con una afiliación de dos años. Y no sólo eso: “Te acredita como observador mundial”, presume el anciano y me extiende con orgullo la placa dorada. Ser “observador mundial” es demasiado para un humilde vendedor de carnitas, pienso, así que me decido por las calcomanías para pegar en las puertas de mi camioneta, nada más: 500 pesos es su precio.
Pero La Confederación Mundial Pro-Derechos Humanos Segura A.C. no sólo se dedica a vender afiliaciones. Según reportes periodísticos, el martes 11 de mayo de este año, junto a 40 organizaciones civiles, presentó una denuncia contra el actual Gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes Linares, en la Procuraduría General de la República (PGR) por abuso sexual de al menos siete menores de edad entre los años 2006-2016. Y a su vez esta Confederación fue demandada en el 2012 por Leticia Escandón, directora jurídica de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por el delito de falsificación de documentos oficiales de la propia CNDH, además de que vendían dichas acreditaciones y documentos. Pero al parecer la demanda no tuvo mayor efecto, pues los de la Confederación siguen muy orondos.
ECATEPEC, TIERRA DE LAS 400 ORGANIZACIONES DE DERECHOS HUMANOS
En la colonia Ciudad Azteca del municipio de Ecatepec, los viejos taxis rondan en busca de clientela. Sobre sus puertas muchos portan la calcomanía de la organización a la que pertenecen. Le pregunto a Rodolfo —afiliado al Frente de Derechos Humanos A.C.— si es efectiva ante los policías y el Hoy no circula. “Es un puto fraude”, me dice encorajinado, “costó 300 pesos y a huevo el líder nos obligó a comprarla, pero no sirve de nada. A los puercos [policías] igual les tuve que dar su mordida cuando se me ocurrió salir en el día que no circulaba”.
Pero hay otra que se llama Unidad Pro Derechos Humanos Internacional, que según me cuenta otro taxista de nombre Felipe, es más efectiva. “Nosotros sí tenemos convenio con los comandantes de tránsito. La organización les pasa una corta [dinero] y ellos nos respetan cuando nos toca no circular”. Eso sí, por ser más “efectiva” es más cara: 500 pesos. “Anímate para tu coche”, me ofrece Felipe, “igual y te hacen un descuento si les dices que apenas te estás iniciando como taxista”.
Para desvanecer dudas, se me ocurre preguntarle a un oficial de la policía estatal que veo sentado frente a su comandancia. “Si luego hasta las culeras no nos la perdonan a nosotros”, me dice indignado el oficial refiriéndose a sus compañeras policías, únicas que pueden infraccionar en el Estado de México. “No, yo no te recomendaría comprar esas calcomanías; está bien si te apoyan esas organizaciones cuando te manden al corralón, pero por lo regular te abandonan”, agrega.
En el presente año la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM), que es digamos el ente oficial en esta cuestión, tiene registradas 151 “organizaciones no gubernamentales” en su página de internet. Entre las que destaca, en el escaño número 3, México Unido Pro Derechos Humanos A.C. presidida por Ricardo Valencia Rico, que como VICE reportó, gracias al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE), se encuentra establecida en una casa que fue guarida de la líder del cártel de Neza, Delia Patricia Buendía, alias Ma Baker. Y desde la cual siguen vendiendo afiliaciones por 350 pesos como si nada. Sin embargo, de las 151 ONGs registradas ante la CODHEM, sólo 35 hacen referencia a los derechos humanos en su nombre. Grupo Nacional de Derechos Humanos A.C, Fraternidad Defensora de los Derechos Humanos A.C, Unión Popular de los Derechos Humanos A.C. son sólo algunos ejemplos.
Su asentamiento e influencia, según consta en el directorio oficial mencionado, son los municipios de Ecatepec, Chimalhuacán, Chalco, Nezahualcóyotl, Tlalnepantla, Cuautitlán y Toluca mayoritariamente; pero también en el antiguo Distrito Federal. Llamé por teléfono a cada una de estas 35 organizaciones para saber si me podían vender calcomanías. Resultó que 30 de esos números telefónicos están fuera de servicio o son inexistentes y en los 5 restantes me dijeron que por supuesto me vendían las calcomanías. De entre 300 y 400 pesos fueron las tarifas.
LA INEFICIENCIA DE LAS COMISIONES OFICIALES ANTE LAS COMISIONES PATITO
Desde el año de 1994 y de conformidad con el Artículo 5 fracción XI de la ley que creó a la propia CODHEM, se definieron las directrices legales para regular este tipo de asociaciones civiles. Y en la que se establece su condición de difusoras de la cultura de derechos humanos y coadyuvantes en casos de actos arbitrarios de las autoridades. No obstante, entre los límites de actuación de dichas organizaciones están: “Abstenerse de recibir o cobrar honorarios, ya sea en moneda nacional o en especie, por los servicios que presten a la ciudadanía toda vez que éstos deberán ser totalmente gratuitos”. Algo que todos los días se viola en el Valle de México sin que ninguna autoridad lo evite.
Al respecto platico con Gregorio Duarte Olivares, visitador general de la CODHEM de la sede Ecatepec. Sin que sea un dato oficial verificado, me aclara, que sólo en Ecatepec se calcula que hay “un poco más de 400 de asociaciones de este tipo”. Por supuesto, la mayoría no está registrada en la CODHEM, porque ni si quiera son asociaciones como tales, sino, incluso, personas que imprimen esas calcomanías sólo para venderlas. Asimismo, el visitador general me indica que varias de estas organizaciones tienen cooptados a mandos de tránsito a los que sobornan para que los automovilistas portadores de dichas calcomanías no sean infraccionados. Cuando me comunico con la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana, para que respondan ante estos reiterados señalamientos que he recolectado durante la investigación, me prometen regresar la llamada pero no lo hacen.
Por último y pese a que le hago mención de la ley que faculta a la CODHEM para sancionar dichas organizaciones, el visitador Gregorio Olivares me explica que realmente no tienen atribuciones legales para sancionarlas. En cuanto a la CNDH, al parecer tampoco está muy preocupada por evitar este tipo de fraude y ahorrarse así el desprestigio que le acarrea a toda defensa legitima de los derechos humanos. Después de varios intentos con el subdirector de información, Lázaro Serranía, nunca respondieron a nuestra petición de entrevista. Así que después de cuatro años, seguiremos sin saber qué ha sucedido realmente con esa supuesta demanda en contra de la Confederación Mundial Pro-Derechos Humanos Segura A.C. quienes actualmente siguen ofertando muy quitados de la pena sus charolas y placas, inclusive para flotillas completas de autos.
EL TIANGUISTA-PERIODISTA
Abundio vende comida en los tianguis de Ciudad Nezahualcóyotl y Bacilo Vásquez Gordillo, director jurídico del periódico El Atril de México,pasa cada 15 días a cobrarle 50 pesos por acreditarlo como miembro de la Fundación de Periodistas, Locutores y Editores de la República Mexicana A.C. Ante el auge de la venta de gafetes y calcomanías, las organizaciones de derechos humanos y las de los periodistas se disputan el floreciente mercado. De ahí que Abundio quiso saber si estaba afiliado a la organización indicada, la más poderosa y efectiva. No sólo su vetusta camioneta lleva pegadas en sus puertas las calcomanías de la fundación, sino también posee un gafete en el que resaltan seis letras en color rojo: PRENSA. Ambos documentos le costaron 400 pesos, además de que el director jurídico del El Atril de México le pasa a cobrar cada 15 días 50 pesos, supuestamente como un apoyo para “comprar tinta para la impresión del periódico”. Naturalmente, como en casi todos los casos que VICE ha documentado, la incierta efectividad de estos documentos tiene que ver mucho con el “verbo” de sus portadores: “Me han agarrado un chingo de veces, me han correteado, pero nomás lo que hay que tener es verbo, el que tiene más saliva come más pinole”, presume Abundio.
Bajito, moreno y de voz levemente entre cortada, el tianguista y colega periodista me presume que tiene como 20 años que no paga nada por las tres carcachas que ha tenido. Aunque con esta fundación de periodistas lleva sólo algunos años al igual que con su actual camioneta. “Yo le calculé como mil 200 pesos por todo el año”, me informa cuando hace cuentas de lo que suministra a la fundación por las cuotas quincenales. Muy por debajo de los “8 mil pesos”, que calcula debe por las multas. “Yo vendo pura comida. A veces sale un poco y a veces sólo sale para la papa, así que me conviene más estar con ellos”, me dice mientras enciende su vieja camioneta que bufa penosamente.
DERECHOS HUMANOS + PERIODISMO = SUPERPODERES
Al parecer ésta es la fórmula perfecta para saltarse el Hoy no circula: periodismo y derechos humanos. Lo deduzco de dos asociaciones que visité en mi última incursión a Neza.
“Oiga, licenciado, es que soy herrero y no sé si se pueda”, le digo a un hombre de lentes y de algo más de medio siglo de vida que se ostenta como José Percastre, secretario general defensor de la CADHEM, que significan algo así como: Contra los Abusos de los Derechos Humanos en México A.C.
“Ah, pues de esos precisamente estamos buscando para afiliarlos, esos son los buenos”, me responde entusiasmado. Ha olvidado las llaves de su oficina y está un poco apurado, pero se toma su tiempo para explicarme.”Nosotros no damos calcomanías para los coches, somos más discretos, sólo una pequeña placa que debes poner en el parabrisas. Además debes venir a tomar un curso para saberte defender cuando te agarre tránsito, también damos asesoría judicial, en salud, cultural… incluso, tú también puedes defender. La afiliación de un año te sale en 400 o 500 pesos”. Enseguida me recomienda entrar a su sitio web, para informarme mejor y sobre todo a su nuevo periódico El acontecer en Neza, órgano oficial y difusor de la CADHEM.
Pero hay otro caso aún más emblemático en que supuesto periodismo y defensoría de los derechos humanos se aglutinan para llevar a cabo este negocio de la venta de calcomanías. El Frente Mexiquense Pro-Derechos Humanos es presidido por Alejandro Mercado Blanco, que a su vez es “Presidente Fundador Editor” del periódico Diario 32. Las destartaladas instalaciones de Diario 32-Frente Mexiquense Pro-derechos Humanos A.C. se encuentran en un segundo piso, sobre un amplio y astroso negocio de fierros viejos, en el número 37-A, de la calle Poniente 29, Col. La Perla. Cuando los visito menciono que soy un restaurantero y que necesito que mis camionetas no dejen de circular, así que me dan un número telefónico para que me comunique con el presidente de la organización. Cuando hablo me explica: “Nosotros tenemos un convenio ya de años a nivel estado y federal en que las camionetas de las ONGs pueden circular todos los días, pero como hubo una modificación a la ley, eso lo están verificando nuestros asesores, porque en el último de los casos si no nos respetan un convenio que firmaron, pues con ese mismo nos vamos a amparar, tenga usted la seguridad”, me dice muy firme. Y agrega: “Es que ya hay un montón de organizaciones que las dan [las calcomanías] como chocolates, ya hasta los regidores de los ayuntamientos se habían dado ese derecho de dar permisos para circular”.
Era la segunda vez que escuchaba que nuestros avezados políticos se habían unido al negocito; en Cuautitlán me dijeron lo mismo. El mismo presidente del Frente Mexiquense Pro-Derechos Humanos me dice que la afiliación por un año me sale en 750 pesos. Y ante mi temor de estar con la organización adecuada, agrega convencido: “Sí, nosotros lo hacemos lo más profesional que se puede, no le vamos a dar algo que no le sirve, claro, siempre con la salvedad de que nos respeten el convenio…”.