El aparato, de apenas 250 miligramos de peso, es capaz de transmitir lo que graba a un teléfono inteligente.
Ciudad de México, 17 de julio (RT).- Investigadores de la Universidad de Washington (EU) han logrado desarrollar una cámara inalámbrica tan pequeña que puede ser llevada por un insecto.
De acuerdo con esa institución, el aparato, de apenas 250 miligramos de peso, es capaz de transmitir lo que graba a un teléfono inteligente. Para probar su funcionalidad, sus creadores la montaron sobre el caparazón de diferentes de escarabajos vivos —animales capaces de transportar cargas mayores que su propio peso— y monitorearon sus movimientos. Los resultados de los experimentos fueron publicados este 15 de julio en la revista Science Robotics.
Shyam Gollakota, autor principal del estudio, explica que la cámara captura en primera persona lo que sucede alrededor del insecto, imitando su sistema de visión. Para lograr eso, los científicos tuvieron que idear un dispositivo lo suficientemente potente, pero que, a diferencia de las cámaras pequeñas de los celulares, no requiriera de baterías demasiado grandes y pesadas para esos artrópodos.
“Nos aseguramos de que los escarabajos aún pudieran moverse correctamente cuando transportaban nuestro sistema. Pudieron navegar libremente a través de la grava, subir una pendiente e incluso trepar a los árboles”, afirmó el coautor Ali Najafi.
De esta manera, fue utilizada una cámara en blanco y negro de ultra baja potencia (baja resolución), conectada a un brazo mecánico que le permite girar 60 grados y hacer capturas panorámicas o rastrear objetos en movimiento. El brazo solo se mueve cuando el equipo aplica un alto voltaje, lo que permite obtener un visión de tipo gran angular sin consumir mucha energía y sin tener que mover el robot-сámara completo.
Todo el sistema es controlado a través de una red Bluetooth desde un ‘smartphone’ que puede estar a una distancia de hasta 120 metros y transmitir video a una velocidad de uno a cinco cuadros por segundo. Funciona durante más de seis horas si se usa con un acelerómetro que activa la cámara solo cuando el escarabajo se mueve. Futuras versiones podrían estar libres de baterías y trabajar con energía solar.
Los expertos están entusiasmados con el potencial de esta cámara móvil liviana y de baja potencia, cuyas aplicaciones pueden variar desde la biología hasta la exploración de nuevos entornos. “Los insectos pueden atravesar ambientes rocosos, lo cual es realmente un desafío para los robots a esta escala. Por lo tanto, este sistema también puede ayudarnos al permitirnos ver o recolectar muestras de espacios difíciles de navegar”, opina Vikram Lyer, otro de los coautores.