Casi 80 países aprobaron el documento final que abarca medidas hacia la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la liberación de prisioneros y deportados, incluidos miles de niños secuestrados por Rusia. Pero el encuentro no resolvió la cuestión fundamental: El territorio ucraniano ocupado por fuerzas rusas.
Por Hanna Arhirova y Dasha Litvinova
KIEV, Ucrania (AP). — Rusia y Ucrania seguirán enzarzados en una batalla en el futuro previsible, luego que una cumbre internacional anunciada como un primer paso hacia la paz no logró ningún avance diplomático que sugiera el fin cercano del mayor conflicto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial.
La ausencia de Rusia y China en la conferencia de dos días celebrada en Suiza el fin de semana y la decisión de algunos países clave —entre ellos India, Arabia Saudí, Sudáfrica y México— de no firmar el documento final de la reunión del domingo significaron que la reunión tuvo poco para mostrar más allá de cierta buena voluntad y promesas de seguir trabajando por la paz después de más de dos años de guerra.
Por su parte, Ucrania, después de quedarse sin municiones debido a los retrasos en las entregas de la ayuda militar occidental prometida, trata de resistir un ataque ruso en las zonas orientales del país hasta que mejoren sus perspectivas.
El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, dijo el lunes que el resultado de la conferencia fue “cercano a cero”.
El Presidente ucraniano Volodímir Zelenski, que trata de alinear a los países detrás de su versión de cómo debería ser un eventual acuerdo de paz, señaló que las reuniones internacionales de asesores y ministros de Gobierno darán seguimiento a las conversaciones y sentarán las bases para una segunda reunión a realizarse en un futuro cercano.
Casi 80 países aprobaron el documento final que abarca medidas hacia la seguridad nuclear, la seguridad alimentaria y la liberación de prisioneros y deportados, incluidos miles de niños secuestrados por Rusia.
Pero el encuentro no resolvió la cuestión fundamental, y aparentemente intratable, por ahora: El territorio ucraniano ocupado por fuerzas invasoras rusas.
El Presidente ruso Vladímir Putin, dijo el viernes pasado que ordenará un cese del fuego inmediato en Ucrania si las fuerzas de Kiev se retiran de las cuatro regiones ucranianas que Rusia se anexó ilegalmente en 2022 y Kiev abandona su intento de unirse a la OTAN.
Sus otras condiciones para poner fin a la guerra incluían que Ucrania reconozca que Crimea —una península en el mar Negro de la que Moscú se apropió de manera ilegal en 2014— forma parte de Rusia, restricciones al ejército ucraniano y mantener el estatus no nuclear de Ucrania.
Kyiv rechazó esas propuestas por considerarlas “absurdas”.
Zelenski presentó anteriormente una fórmula de paz de 10 puntos que, entre otras cosas, exige la expulsión de todas las fuerzas rusas de Ucrania y la rendición de cuentas por crímenes de guerra. Moscú rechaza tajantemente tal propuesta.
El Instituto para el Estudio de la Guerra, un grupo de expertos con sede en Washington, señaló que Putin “es poco probable que esté interesado en negociaciones de buena fe en el futuro previsible”, porque cree que al final ganará la guerra que comenzó en febrero de 2022.
Las tropas ucranianas han demostrado resistencia al medirse a uno de los ejércitos más formidables del mundo, pero es incapaz de mantener la lucha sin el reabastecimiento occidental. También enfrenta desafíos con mano de obra insuficiente y falta de fortificaciones, lo que ofrece a Rusia la oportunidad de lograr avances en el campo de batalla este verano.
Luego de más de dos años de combates, hasta ahora Rusia no ha podido dar un golpe de gracia y busca ayuda en el extranjero para impulsar su esfuerzo bélico.
Analistas militares occidentales afirman que el ejército ruso carece de calidad debido a las pérdidas de oficiales subalternos en los combates. Eso significa que las fuerzas del Kremlin tienen dificultades para generar impulso a escala, lo que permite a Ucrania limitarlas a obtener ganancias incrementales por ahora.