Fernando Fernández habló con SinEmbargo sobre la figura del poeta zacatecano Ramón López Velarde, un personaje que, mencionó, “nos conmueve mucho por su historia personal, sus infortunios amorosos y políticos”. También compartió sus proyectos en el Seminario de Cultura Mexicana.
Ciudad de México, 17 de junio (SinEmbargo).– El poeta, ensayista y editor mexicano Fernando Fernández ha tenido una semana de reconocimiento a su labor como investigador literario, que se ha extendido por poco más de tres décadas. Con días de diferencia ingresó al Seminario de Cultura Mexicana y este día recibe el Premio Iberoamericano Ramón López Velarde 2022, un personaje sobre el cual ha escrito dos trabajos: Ni sombra de disturbio (2014) y La majestad de lo mínimo (2021).
“El hecho de ingresar al Seminario o de recibir una distinción de este género me hace ver que lo que he venido haciendo con mi propia financiación, con mi propia autoestima, a veces un poco maltrecha, no ha estado mal, ha salido bien, ha valido la pena. Y por otro lado, naturalmente es un gran estímulo para seguir haciéndolo. Es un estímulo para poder continuar en términos generales mi investigación literaria y muy en particular lo que he venido haciendo sobre López Velarde, es un tema tan inagotable”, comentó Fernández en entrevista con SinEmbargo.
Fernando Fernández ingresó el pasado martes al Seminario de Cultura Mexicana como miembro titular. Su propósito dentro de esta institución, explicó, será reintroducir el tema de la poesía a las actividades que se realicen en la Ciudad de México o las que se puedan difundir a través de las corresponsalías que hay en todo el país.
“Este género (la poesía) es tan fascinante, pero al mismo tiempo es complejo. La poesía del siglo XX se volvió muy compleja y dejó en el camino a los lectores, entonces la idea sería volver a tratar de llevar la poesía al foro, volver a hablar de ella y volver hacer sentir la maravilla de todo lo que puede proveer”, expresó.
Fernández abundó que además de hablar sobre López Velarde su idea es hacerlo sobre Gerardo Deniz, poeta del exilio español en México, sobre quien realizó su tesis en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). También pretende, como parte de su labor en el Seminario, tratar el soneto, “esa forma literaria que José Gorostiza decía que nos brinda la oportunidad de hacer poesía conforme a un modelo feliz”, y por otra sobre el romancero, “sin duda la mayor aportación hispánica a la poesía universal”.
EL PREMIO LÓPEZ VELARDE
Fernando Fernández se encontró con López Velarde a través de otro de los grandes poetas que han nacido en el país: Octavio Paz. En la charla, recordó cómo en la biblioteca de sus padres se encontró con un ejemplar de Cuadrivio, “uno de los libros más bellos de Octavio Paz, un libro sobre cuatro poetas muy importantes para él, uno de ellos, el único mexicano, López Velarde”.
En ese primer contacto reconoce que pese a “no entendía muy bien qué había ahí”, le llamó poderosamente la atención el personaje de López Velarde: “su muerte a los 33 años, su infortunios amorosos, algo que tenía 21 años me atrapó y entonces decidí hacer un viaje a Zacatecas cuya última estación era Jerez”.
En ese viaje, acompañó sus trayectos, de ida y regreso, con la lectura de los poemas del poeta zacatecano, y luego, en la Ciudad de México, adquirió la primera edición de las obras de López Velarde hecha por José Luis Martínez. Para él, recuerda, esos dos libros y su visita juvenil lo pusieron en el camino de López Velarde “con una gran intensidad y una gran pasión”.
Discurso de bienvenida como Miembro Titular de Fernando Fernández @F_Fernandez_F en el foro Castalia. pic.twitter.com/GJVuti3i4w
— Seminario de Cultura Mexicana. (@seminariocultmx) June 15, 2022
“La figura solitaria, rara, singular, compleja, atractivísima de López Velarde resultó un tema de trabajo pues muy interesante para mí, sin embargo, empecé a escribir sobre él ya en el siglo XXI, todavía 15 años después, no fue un acto directo el tratar de estudiarlo de manera académica”.
Fernández reconoce en Ramón López Velarde “un gran poeta lleno de singularidades y de rarezas” que lo conmueve muchísimo.
Destaca que todo lo que van produciendo los distintos poetas mexicanos en nosotros, la admiración intelectual, el afecto familiar, la curiosidad intelectual, aspectos que se encuentran en la obra de Paz, de Gorostiza, de Sor Juana Inés de la Cruz, encarnan a su vez la figura de López Velarde.
“Todo lo que amamos de otros poetas lo encarna todo ello López Velarde, por eso es muy completo para todos nosotros. Nos conmueve mucho su historia personal, todos sus infortunios amorosos y políticos. Nos conmueve su muerte temprana, las condiciones en las que muere, pero al mismo tiempo nos fascina su literatura que sigue conservando como los misterios verdaderos su verdadero misterio, un misterio que no se puede terminar de sacar a la luz”.
ALMAS FLEXIBLES, UNA CRÓNICA DEL COVID
Fernando Fernández compartió además detalles sobre su más reciente obra literaria: Almas Flexibles, un libro que retrata de manera cronológica, a lo largo de 100 páginas distribuidas en siete capítulos su experiencia frente al COVID-19, enfermedad que contrajo a fines de mayo de 2020 y que a mediados de junio lo llevó a ser hospitalizado.
“Salí el 21 de junio, pero luego tardé en recuperarme muchos meses, incluso terminé viendo a una cardióloga que finalmente me dio de alta, me parece que hacia octubre, y allá en diciembre, paseando todavía por la ciudad vacía en la pandemia, de pronto me di cuenta que tenía que contarlo, que si seguían pasando las semanas ya iba a perder no sólo la información de las cosas que tenía en la cabeza, sino las sensaciones que yo había atravesado cuando estuve enfermo”, explicó.
De esta manera fue que nació este trabajo de Fernández, el cual escribió entre el 12 de diciembre y el 12 de febrero, y cuyo objetivo, plantea, puede ser ayudar a que las personas que han enfermado o que puedan hacerlo conozcan una de las caras que nos ha dejado esta pandemia.
“Puede ser útil para quien se acerque a ella e incluso para quien estudie la enfermedad porque están representadas ahí, un poco, como decíamos de la vida y de la obra de López Velarde, también los misterios que guarda esta enfermedad. Trata de ser una especie de crónica literal, muy apegada a su tiempo, a lo que yo viví y una recuperación a todo aquello que yo pensé y que yo sentí a través de este proceso de enfermedad”.