Muchas de sus compatriotas han corrido con menos suerte. En 2019, un informe del portal de investigación venezolano Armando Info presentó una estadística alarmante. Desde 2012, el 60 por ciento de las trabajadoras sexuales víctimas de homicidio tuvieron a México como destino final. Y el derramamiento de sangre sigue en aumento, con un incremento de 200 por ciento desde 2017.
Por Lara Loaiza y Chris Dalby
Ciudad de México, 17 de junio (InSight Crime).- El rescate de tres mujeres venezolanas víctimas de explotación sexual en Ciudad de México vuelve a poner el foco sobre el trato violento y los homicidios de los que son blanco las migrantes venezolanas en el país.
En mayo, se encontró a las tres mujeres en la colonia de San Pedro de los Pinos, de la capital mexicana, luego de que un amigo denunciara el caso a la policía. Según el diario mexicano Milenio, las mujeres rescatadas llegaron al país en enero. Sus victimarias retuvieron sus pasaportes y visas hasta que hubieran pagado el costo de su viaje mediante la prestación forzada de servicios sexuales que se ofrecían por internet.
Muchas de sus compatriotas han corrido con menos suerte. En 2019, un informe del portal de investigación venezolano Armando Info presentó una estadística alarmante. Desde 2012, el 60 por ciento de las trabajadoras sexuales víctimas de homicidio tuvieron a México como destino final. Y el derramamiento de sangre sigue en aumento, con un incremento de 200 por ciento desde 2017.
Aunque la trata de personas con fines de explotación sexual se ha mantenido por largo tiempo como un problema acuciante en México, la prevalencia de venezolanas se ha disparado desde que su país entró en una devastadora crisis económica que llevó a millones de personas a huir de Venezuela.
La mayoría de estas mujeres son enganchadas en Venezuela, desde donde viajan a Colombia y posteriormente a México, por lo general en pos de falsas oportunidades laborales. La corrupción facilita su ingreso al país. Según El Universal, en 2018 los oficiales de migración del Aeropuerto Internacional de Ciudad de México recibían entre 14 mil y 19 mil pesos por permitir la entrada de las mujeres al país.
Aunque no se conocen cifras confiables sobre el número de mujeres explotadas sexualmente en México, el historial del país para sus propias ciudadanas es deplorable, lo que no da mucha esperanza respecto a la protección de ciudadanas extranjeras.
El caso más lamentable que involucró a venezolanas ilustra qué tan vulnerables son. Zona Divas fue conocido como uno de los portales más populares de acompañantes o scorts por casi 20 años, hasta su cierre en 2018. Gran parte de su éxito se basaba en la explotación sexual de venezolanas, pero el sitio no hacía nada para protegerlas. Solo entre 2017 y 2018, ocho venezolanas, cuyos servicios se ofrecían por medio de Zona Divas, fueron asesinadas en México, según lo reveló una investigación conjunta de medios mexicanos y venezolanos.
Es posible que en la explotación de migrantes venezolanas participen algunos de los principales actores criminales de México. Un reportaje de Nexos halló presuntos nexos entre el Cartel de Sinaloa y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el tráfico de venezolanas específicamente. Grupos menos importantes, como el cartel Santa Rosa de Lima Cartel y La Unión Tepito también han sido asociados con la explotación sexual.
Solo en Ciudad de México, las denuncias de explotación sexual aumentaron en 87 por ciento entre 2018 y 2019, según la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. Pero el incremento de las denuncias no se reflejó en el volumen de causas judiciales abiertas ni en el de condenas.
“El problema es que los datos de los casos denunciados no nos dicen mucho, pues este es un delito con múltiples causas. No nos dice si (Ciudad de México) es el lugar de origen, de tránsito o de destino (de las mujeres). Eso no se refleja en las estadísticas de la secretaría”, apuntó Teresa Ulloa, directora de la Coalición contra el Tráfico de Mujeres y Niñas en América Latina y el Caribe (CATWLAC), en entrevista con el portal en línea Cuestione.
La impunidad se mantiene por las nubes. “La mayoría de las víctimas de trata no se pronuncian. Calculamos que el 90 por ciento (se mantienen en silencio) mientras que el 99 por ciento de esos delitos […] nunca son penalizados”, explicó Ulloa.
Y es menos probable que denuncien las venezolanas que ingresaron al país con documentos falsos y poca o ninguna red de apoyo.