El estudio reveló que las nubes marcianas deben su existencia al “humo meteórico”, que se forma a partir del polvo helado que generan los escombros del espacio que van a parar a la atmósfera del planeta rojo.
Londres, 17 junio (EFE).- Las nubes de Marte podrían formarse a partir de restos de meteoros debido a un fenómeno conocido como “humo meteórico”, reveló hoy un estudio de la Universidad de Colorado en Boulder publicado en la revista Nature Geoscience.
Los astrónomos, que durante mucho tiempo habían observado las nubes en la atmósfera media de Marte -la cual empieza a unos 30 kilómetros sobre la superficie-, partieron de la base de que estas siempre se generan a partir de algo.
En el caso de la Tierra, las nubes bajas se forman con diminutas partículas de sal marina o polvo que se elevan en el aire y a las que se juntan las moléculas de agua.
El estudio reveló que las nubes marcianas deben su existencia al “humo meteórico”, que se forma a partir del polvo helado que generan los escombros del espacio que van a parar a la atmósfera del planeta rojo.
La profesora Victoria Hartwick, autora principal de la investigación, explicó que, en promedio, entre dos y tres toneladas de desechos espaciales se estrellan contra Marte cada día, de modo que, a medida que estos meteoros llegan a la atmósfera del planeta, depositan un gran volumen de polvo en el aire.
Para descubrir si este humo era suficiente para dar lugar a las nubes, el equipo de Hartwick recurrió a simulaciones de computadoras que trataron de imitar los flujos y turbulencias de la atmósfera de Marte, y, al incluir los restos de meteoros en los cálculos, se detectó la formación de nubes.
Los expertos destacaron que las nubes estudiadas se parecen más a “trozos de algodón de azúcar” que a las terrestres, aunque señalaron que su fina apariencia no significa que no tengan un efecto importante en el clima.
En su opinión, podrían ser las causantes de que las temperaturas en altitudes elevadas suban o bajen hasta 10 grados Celsius.
Los hallazgos, según los investigadores, pueden ayudar a revelar la evolución pasada del planeta y ayudar a esclarecer cómo pudo albergar agua líquida en su superficie.