Según las estimaciones de la agencia -en la que están asociados 22 países del Viejo Continente- Juice tendrá un costo durante su desarrollo de unos mil 500 millones de euros. Su objetivo es permanecer al menos tres años realizando observaciones detalladas de tres de sus lunas heladas.
París, 17 junio (EFE).- La Agencia Espacial Europea (ESA) encargó este lunes a la compañía Arianespace, filial de Airbus y de Safran, el cohete con el que está previsto que se lance en 2022 la misión Juice de prospección del planeta Júpiter y de tres de sus satélites.
El director general de la ESA, Jan Wörner, y el presidente de Arianespace, Stéphane Israel, firmaron en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, al norte de París, el contrato del cohete, que prevé la utilización o bien del Ariane 5, actualmente en servicio, bien del futuro Ariane 6.
“Será la ESA la que decidirá” entre uno y otro, precisó en declaraciones a la prensa Israel, que destacó que para su empresa es “una misión clave”.
Según las estimaciones de la agencia -en la que están asociados 22 países del Viejo Continente- Juice tendrá un costo durante su desarrollo de unos mil 500 millones de euros. Su objetivo es permanecer al menos tres años realizando observaciones detalladas de tres de sus lunas heladas.
Ganymède, Europa y Callisto presentan un interés particular por la presencia potencial de agua, lo que permite especular sobre la existencia de vida en el pasado, en el presente o en el futuro.
Aunque el lanzamiento de Juice -con una masa al despegue de unas seis toneladas- esté programado para dentro de tres años, la misión no llegará a Júpiter hasta siete años y medio más tarde, después de recorrer un trayecto de 600 millones de kilómetros.
Durante ese recorrido, la sonda espacial se beneficiará del impulso obtenido por la asistencia de la gravedad de la Tierra, Venus y Marte.
Después de haberse situado en la órbita de Júpiter en octubre de 2029, llevará a cabo varios vuelos sobre cada una de las lunas y acabará en Ganymède, la mayor.
Su carga útil estará compuesta por una decena de instrumentos de medida punteros que deberán permitir a los científicos compararlos y estudiar su capacidad para albergar entornos habitables.
Además, servirán para llevar a cabo observaciones de Júpiter, de su atmósfera, de su magnetosfera, de sus satélites y de sus anillos.
Por otro lado, Wörner anunció que el astronauta francés de la ESA Thomas Pesquet realizará una nueva misión en la Estación Espacial Internacional (ISS) entre finales de 2020 y 2021, tras la que desarrolló en 2016-2017.
Pesquet contó que, a diferencia de la primera, despegará desde la base de Cabo Cañaveral, en Estados Unidos, con una nave de la empresa Space-X y no desde Rusia con un cohete Soyuz.
La ESA celebrará su próxima reunión ministerial en Sevilla los próximos 27 y 28 de noviembre, cuando los Estados miembros deberán pronunciarse sobre las propuestas del director general.
Wörner estima que el “corredor” presupuestario que plantea es de unos 4.300 millones de euros anuales y de 12.700 en términos trienales, que suele ser el plazo de desarrollo de los programas de la agencia.