Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, puede ahora presumir entre sus logros uno más: ser de los pocos mexicanos a los que la revista dominical de The New York Times le da la portada.
Este día, el Magazine del Times exhibe a “El Chapo” como un empresario innovador y una figura casi mítica, que a sus 55 años ha desafiado el destino final de los grandes mafiosos: la cárcel o la muerte a una edad temprana.
También destaca cómo en agosto pasado Emma Coronel, su esposa, dio a luz en Los Ángeles a dos gemelas, hijas del líder del Cártel de Sinaloa, sin que Estados Unidos pudiera impedirlo porque la madre es ciudadana norteamericana. Eso sí: dejó blanco el nombre del padre en el certificado de nacimiento.
Como parte de su habilidad emprendedora, el Times atribuye a “quien sería el criminal más buscado por EU en el mundo post-Bin Laden” el haber inventado los narcotúneles a finales de la década de los 80, para cruzar droga en la frontera entre Agua Prieta, Sonora, y Douglas, Arizona.
Bajo el título de “Cocaine, Incorporated”, el texto escrito por Patrick Radden Keefe, ex asesor del secretario de Defensa, señala que el Cártel de Sinaloa es “una organización compleja y multimillonaria con operaciones en más de una docena de países”, y sitúa a Guzmán como presidente del Consejo de Administración (CEO) de la transnacional delictiva.
La revista dominical publica el reportaje acompañado por viñetas o ilustraciones de comic, que van narrando, junto con el texto, la vida de este “empresario de la droga”
El Cártel de Sinaloa puede comprar un kilo de cocaína en Colombia o Perú por 2 mil dólares y ver su valor incrementarse mientras avanza en el mercado, señala el trabajo periodístico.
En México el kilo alcanza más de 10 mil dólares, pero al cruzar a Estados Unidos se vende en 30 mil dólares al mayoreo. Dividido en dosis, el mismo kilo alcanza los 100 mil dólares, un precio mayor al del oro.
El reporte señala que a la edad que tiene ‘El Chapo’ (55 años), el legendario narcotraficante colombiano Pablo Escobar llevaba 10 años muerto. Precisa además que según la DEA, Guzmán vende más drogas que las que Escobar llegó a distribuir en su apogeo.
Además de cocaína, el Cártel de Sinaloa exporta también mariguana, heroína y metanfetaminas.
Keefe aclara que debido a que los cárteles no emiten estados financieros anuales ni son auditados, sus ganancias no se pueden calcular con exactitud.
Sin embargo, el Departamento de Justicia norteamericano estima que las mafias mexicanas y colombianas manejan entre 18 y 39 mil millones de dólares anuales.
La Corporación RAND, dedicada al análisis geopolítico, calcula el ingreso bruto de las exportaciones a EU de los cárteles mexicanos en 6.6 mil millones de dólares.
Si la organización de “El Chapo” Guzmán abarca entre el 40 y 60 por ciento, esto significa que recibe anualmente unos 3 mil millones de dólares, cifra equiparable a las de Netflix, o en este año Facebook, expresa el reporte.
“’El Chapo" siempre habla del negocio de la droga, donde quiera que esté”, dijo un testigo ante un gran jurado norteamericano, describiendo a un emprendedor automotivado, incluso obsesivo, con una tendencia a la microadministración.
Según el reportaje, desde su escondite en la sierra, Guzmán vigila una compleja red logística, comparable con la de Amazon o de UPS: “doblemente sofisticada porque los traficantes deben mover tanto sus productos como sus ganancias en secreto, además de maniobrar para evitar la muerte o el arresto”.
El negocio de la cocaína requiere una gran inversión, la cual es subsidiada según el NYT por el tráfico de mariguana, el cual continúa a pesar de los muros fronterizos y vigilancia con tecnología de punta.
De hecho, la DEA señala que para burlar una cerca altamente tecnificada en California, el Cártel del Sinaloa lanzaba desde México las pacas de mariguana con una catapulta.
“Tenemos el mejor muro que se puede comprar, y ellos nos responden con tecnología de 2 mil 500 años atrás”, dijo Michael Braun, ex directivo de la Agencia Antinarcóticos.
El futuro del narcotráfico está puesto en las drogas sintéticas. Keefe cita a Anabel Hernández, autora de “Los Señores del Narco”, quien asegura que Ignacio “Nacho” Coronel, uno de los lugartenientes de Guzmán, vio el potencial económico de las metanfetaminas.
“Nacho era como Steve Jobs: vio el futuro”, señala Hernández.
Para promover el negocio de la droga sintética, la cual tiene un costo muy bajo de producción, el Cártel de Sinaloa la contrabandeaba a EU junto con la mariguana y la regalaba a sus clientes a fin de crear adicción, según señalan fuentes allegadas a la DEA.
Como en las dinastías de los grandes imperios, el narcotráfico pacta matrimonios para evitar traiciones y fricciones entre grupos rivales. Son las llamadas “alianzas de sangre”, porque muchos de sus miembros son primos por matrimonio o cuñados.
Emma Coronel, la esposa de “El Chapo” y madre de las gemelas nacidas en Los Ángeles, es sobrina de “Nacho” Coronel, el “Steve Jobs de las metanfetaminas”, quien murió en un tiroteo con el Ejercito Mexicano en 2010.
Al emparentar, se busca evitar conflictos como el que surgió entre Guzmán Loera y su amigo de la infancia, socio y luego rival Arturo Beltrán Leyva. Tras la ruptura entre ambos en 2008, se acusa a Beltrán de haber matado a dos de los hijos de “El Chapo”, según señala el texto publicado hoy en la revista dominical de The New York Times.