Antes de la crisis de salud, y de acuerdo con las circunstancias del cruce fronterizo individual, las cinco personas detenidas en Maine el 12 de mayo podrían haber sido acusadas de un delito federal en Estados Unidos o procesadas rápidamente para ser deportadas a su país de origen, pero fueron devueltas a Canadá rápidamente.
Por Wilson Ring
WASHINGTON (AP).- Cinco ciudadanos mexicanos detenidos esta semana después de ingresar ilegalmente a Estados Unidos en un punto remoto de su frontera norte, en Maine, fueron devueltos a Canadá en cuestión de horas bajo una norma establecida como parte de la respuesta del Gobierno estadounidense a la pandemia de COVID-19.
Antes de la crisis de salud, y de acuerdo con las circunstancias del cruce fronterizo individual, las cinco personas detenidas en Maine el 12 de mayo podrían haber sido acusadas de un delito federal en Estados Unidos o procesadas rápidamente para ser deportadas a su país de origen, pero fueron devueltas a Canadá rápidamente.
El Presidente Donald Trump cerró las fronteras con México y Canadá en marzo, dejándolas abiertas sólo al tráfico esencial de personas y bienes. Para aquellos que ingresan ilegalmente o buscan asilo, el Gobierno federal suspendió las leyes de migración por motivos de salud pública, con lo que los agentes fronterizos recibieron la autoridad para expulsarlos rápidamente.
La orden de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), que permite las expulsiones rápidas a lo largo de las fronteras de México y Canadá, rige hasta el 21 de mayo, pero los funcionarios de la administración federal han dicho que podría extenderse.
La gran mayoría de las expulsiones exprés han sido en la frontera con México. Las estadísticas de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP por sus iniciales en inglés) muestran que entre el momento en que se implementó la regla y fines de abril, 20 mil 860 personas fueron devueltas a México. En la frontera norte, fueron apenas 27.
Una de las primeras ocasiones de devolución exprés en los cruces fronterizos del norte de Estados Unidos fue el 21 de marzo, el día en que se implementó la política, cuando agentes de la Patrulla Fronteriza en Richford, Vermont, detuvieron a seis personas que acababan de ingresar ilegalmente a Estados Unidos desde Canadá. Fueron devueltos a Canadá el mismo día.