Ciudad de México, 17 de mayo (SinEmbargo).– La plataforma petrolera que el 5 de mayo “se ladeó” en la Sonda de Campeche es propiedad de Typhoon Offshore, compañía propiedad de Grupo Salinas, que encabeza Ricardo Salinas Pliego –el cuarto hombre más rico de México–, y que en octubre de 2014 firmó un contrato de adjudicación directa por casi 101.7 millones de dólares para dar mantenimiento a pozos de la subsidiaria Pemex Exploración y Producción (PEP).
De acuerdo con el Portal de Obligaciones de Transparencia (POT), el año pasado Petróleos Mexicanos (Pemex) firmó un contrato con la empresa Typhoon Offshore, S.A.P.I. de C.V., la cual es parte de Grupo Salinas, en asociación con la compañía holandesa Harren & Partner. El convenio se signó por 101 millones 694 mil dólares.
El contrato se otorgó por adjudicación directa y se celebró el 31 de octubre de 2014, mismo día en que entró en vigor, y que finaliza el 14 de febrero de 2017. El convenio firmado por la Unidad de Perforación y Mantenimiento de Pozos de la todavía paraestatal detalla:
“SERVICIOS DE UNA EMBARCACIÓN AUTOELEVABLE Y AUTOPROPULSABLE PARA EL APOYO EN LAS OPERACIONES DE MANTENIMIENTO DE POZOS E INSTALACIONES COSTA AFUERA DE PEP [Pemex Exploración y Producción]”.
La plataforma petrolera autoelevable Troll Solutions es la única con la que cuenta la empresa Typhoon Offshore, la cual da mantenimiento a las plataformas de extracción de petróleo en la Sonda de Campeche, y fue la misma que el 5 de mayo “se ladeó” y ocasionó la muerte de dos personas, dejó al menos 10 personas heridas y otras 101 fueron desalojadas.
Pemex informó a través de un comunicado que el accidente se originó debido a una falla en una de las piernas de la plataforma, y que de inmediato se había implementado el el Plan Interno de Respuesta a Emergencias, procediendo al desalojo de 98 trabajadores de compañía y tres de Pemex que se encontraban a bordo.
Momentos después, la empresa Typhoon Offshore informó que en colaboración con autoridades federales, estatales y peritos especializados, investigaba las causas del incidente ocurrido.
Hasta el momento el único personaje –que forma parte de la empresa y que ha sido mencionado en el caso– es Luciano Pascoe Rippey, vocero de la misma y quien el día del accidente dio a conocer el comunicado de prensa. De la firma poco se sabe, pues no cuenta con una página web oficial en México y tampoco figura de manera pública entre las empresas de Grupo Salinas.
En tanto, en el Portal de Obligaciones de Transparencia sólo aparece un contrato: el de octubre de 2014, del cual no se puede obtener mayor información que la anteriormente descrita. Hasta el 8 de mayo, ni Benjamín Salinas Sada, hijo del magnate mexicano y a quién se señala como propietario de Typhoon, ni Grupo Salinas habían realizado alguna declaración sobre el percance.
De acuerdo con el diario El Economista, la empresa Typhoon nació a principios del año 2014 y se convirtió en el nuevo negocio petrolero de Grupo Salinas, encabezado por Ricardo Salinas Pliego y su hijo Benjamín Salinas Sada. Según los documentos, el negocio con Pemex es el primero de la firma.
LAS ADJUDICACIONES DIRECTAS
Sobre el tema, Guadalupe Huerta Moreno, académica del Departamento de Administración de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Azcapotzalco, criticó que en este tipo de contratos que se otorgan por adjudicación directa, los cuales dan a las dependencias el poder de contratar bajo su responsabilidad arrendamientos y servicios sin sujetarse al procedimiento de licitación pública, no hay transparencia y puede dar cabida a que empresas sin experiencia, pero con los recursos, entren al sector generando así accidentes.
“Es muy claro el manejo poco transparente que hay en una adjudicación directa, llega el Consejo de Administración de Pemex y directamente adjudica el proyecto a una empresa o actor económico […] Las adjudicaciones directas no deberían de existir, no sólo en el caso de la industria energética, sino en general. Porque como no hay una figura que te sujete para que las otorgues, a quien tú quieras se las puedes dar”, abundó.
La especialistas criticó que el contrato otorgado a la empresa Typhoon fue entregado en el contexto de entrada en vigor de la Reforma Energética, “en esta suerte de mercados de abrir todas las áreas de la industria petrolera, de la industria de gas, de la industria eléctrica, hay mucha gente que simplemente se junta, tienen el capital, pero no tiene la experiencia, ni la tecnología, ni los años que avalen esta experiencia, y [por eso] suceden este tipo de accidentes”.
Por otra parte, agregó la académica de la UAM, “está la corrupción, que estamos llegando en este país a niveles insospechables, donde los activos públicos se utilizan para hacer negocios privados, independientemente de los riesgos que esto pueda tener”.
Este tipo de accidentes, sostuvo la especialista, “va a generar más costos a la empresa Petróleos Mexicanos”, debido a que la ahora Empresa Productiva del Estado es la que cuenta con los años suficientes y la experiencia necesaria en el manejo de estas emergencias.
“Si Petróleos Mexicanos se va a dedicar, sin dinero además, a reponer o reparar las fallas de los contratistas privados […] no me quiero imaginar cuando haya derrames muy serios de agua en el norte del país, con el fracking”, expuso.
“Quién va a remediar los desastres ecológicos que se produzcan, cuando muchos de esos problemas ni siquiera van tener posibilidades de remediarse ni a corto ni a mediano plazo”, agregó.
SALINAS Y EL SECTOR ENERGÉTICO
A muchos sorprendió escuchar los apellidos Salinas Sada o Salinas Pliego, relacionados con el emporio de los “abonos chiquitos” y los créditos exprés, en el accidente de una plataforma petrolera. Sin embargo, no es el único negocio con el que Grupo Salinas incursiona en el mercado energético.
El 11 de febrero de 2014, ese consorcio informó que había invertido más de mil 400 millones de pesos en el Parque Eólico Los Altos, ubicado en el estado de Jalisco, para producir energía eléctrica para abastecer algunas zonas del estado.
En el evento estuvo presente el titular de la Secretaría de Energía (Sener), Pedro Joaquín Coldwell.
En esa ocasión, Ricardo Salinas, presidente del Grupo, habló con entusiasmo de la Reforma Energética, la cual se aprobó meses después (el 6 de agosto de 2014) y en la cual el empresario confió habría más apertura para la inversión privada.
“La Reforma Energética potencia la inversión del sector privado y lo que queremos es tener reglas claras. Vamos por muy buen camino”, declaró el empresario quien ya mostraba su interés por el sector energético.
El Parque Eólico Los Altos tiene 28 aerogeneradores que producen energía eléctrica renovable, genera hasta 326 kilowatts hora al año y, aseguran, evitará la emisión de más de 79 mil toneladas de bióxido de carbono al año.
El apellido Salinas también salió a relucir durante la discusión de la Ley de Hidrocarburos, cuando Ninfa Salinas Sada, Senadora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y también hija de Ricardo Salinas Pliego fue cuestionada y se le pidió que aclarara en tribuna si ella o su familia tenían negocios en la industria energética. La Senadora por el Partido del Trabajo (PT), Layda Sansores San Román, fue más allá: le recordó que es un deber ético y legal excusarse de participar en la discusión o aprobación de leyes que favorezcan intereses personales.
Ninfa Salinas subió a tribuna, pero no respondió a los cuestionamientos de la legisladora. En su intervención sólo se refirió a la Ley de Hidrocarburos como garante del medio ambiente. Actualmente, Ninfa Salinas sigue siendo parte de la Comisión de Energía del Senado de la República.