Carlos Pérez-Ricart afirmó que la infiltración de agentes de la DEA en grupos criminales como el Cártel de Sinaloa provocará un incremento en los índices de violencia, y por ende, que haya más muertos de los que había antes.
Ciudad de México, 17 de abril (SinEmbargo).- La Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA por sus siglas en inglés)) va tarde en el tema del combate contra el fentanilo y debido a la presión que recibe por parte del Gobierno de Estados Unidos culpa a México por el tráfico de este opiode sintético, afirmó Carlos A. Pérez-Ricart, profesor e investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
En entrevista con Álvaro Delgado en el programa Los Periodistas que se transmite por YouTube a través del canal de SinEmbargo Al Aire, Pérez-Ricart, autor del libro Cien años de espías y drogas: La historia de los agentes antinarcóticos de Estados Unidos en México, recordó que el tema del fentanilo no es nuevo e indicó que las autoridades estadounidenses comenzaron a filtrar información para demostrar que hacen algo al respecto.
“La DEA se durmió durante 4 o 5 años con el tema del fentanilo, no es un tema nuevo, y solo ahora que comienza a salir en las noticias, cuando explota en realidad y en el panorama electoral, la DEA se ve en la necesidad de comenzar filtrar esta información a los medios y anunciar medidas para que se entienda que se está haciendo algo al respecto. La verdad es que la DEA llega tarde al tema y comienza a culpar a México para salvar un poco su propia responsabilidad”.
Carlos Pérez-Ricart afirmó que la infiltración de agentes de la DEA en grupos criminales como el Cártel de Sinaloa y en la estructura de “Los Chapitos” provocará un incremente en los índices de violencia, y por ende, que haya más muertos de los que había antes.
“Las acciones de la DEA en México terminan por generar más violencia, al infiltrar a los cárteles, al infiltrar a las organizaciones lo que van a provocar en el 90 por ciento de los casos es que los diferentes liderazgos comiencen a pelear entre sí provocando mucho más muertos de los que había antes. Entonces, con el objetivo de buscar más arrestos y mejores métricas para ellos, con ese objetivo, ellos infiltran las organizaciones y provocan mucho más muertos de los que habían antes, nuestro reclamo no es porque queramos que se protejan a los cárteles, sino porque es una acción ilegal que además va a producir mayores índices de violencia”.
El pasado 14 de abril, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló las acusaciones contra 28 personas, físicas y morales, incluidos cuatro “Chapitos”, que son los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y líderes del Cártel de Sinaloa, así como empresas de China, por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo, que ha provocado una epidemia de sobredosis y muertes en aquel país.
Anne Milgram, titular de la DEA, señaló en rueda de prensa que en el último año y medio, la dependencia se infiltró en el Cártel de Sinaloa y en la estructura de “Los Chapitos”, de las cuales obtuvo “un acceso sin precedentes a los más altos niveles de la organización” y siguieron sus operaciones “alrededor del mundo”.
Ante esta situación, el Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó esta mañana de “intromisión abusiva” y “prepotente” la infiltración de la DEA, en la organización criminal “Los Chapitos”, facción de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.
“Una intromisión abusiva y prepotente que no debe aceptarse bajo ningún motivo. ¿Cómo van a estar espiando? ¿Qué no hasta bajaron un globo de China allá en Estados Unidos? Nosotros no hacemos eso, pero no se pueden estar utilizando actos de espionaje para saber que están haciendo nuestras instituciones de seguridad”, criticó desde Palacio Nacional.
Al ser cuestionado sobre si el operativo de la DEA se realizó sin el conocimiento del Gobierno mexicano, el López Obrador contestó: “Sí, seguramente”.
En conferencia de prensa, el Presidente criticó la labor de la DEA en México, pues cuestionó retóricamente: “¿Cómo confiar ciegamente en elementos de la DEA cuando está demostrado que muchos de ellos o algunos, para no exagerar, mantienen o mantuvieron vínculos con la delincuencia organizada?”, y recordó que Nick Palmeri, exdirector regional de la DEA, fue destituido por sus nexos con el narcotráfico en México.
Carlos Pérez-Ricart afirmó que la relación entre DEA y México se encuentra en su punto más bajo de los últimos años e indicó que lo hecho esta mañana por el Presidente López Obrador fue poner un alto al accionar de la agencia antidrogas en territorios nacional.
“Esto ya lleva dos-tres años siendo probablemente el punto más bajo de colaboración entre la DEA y México, me parece que el Gobierno ha hecho lo que tenía que hacer que era poner un alto a una agencia que hacía y deshacía como ellos querían durante el Gobierno de Felipe Calderón y le pone un alto a esto”.
El profesor e investigador reiteró que la relación diplomática entre México y Estados Unidos está a punto de entrar en una nueva crisis la cual, dijo, está derivada por temas electorales.
“Las filtraciones de estos documentos dicen mucho de la relación bilateral, dicen mucho del ánimo de la necesidad que tiene la DEA de mostrarse cada vez más dura así como el Departamento de Justicia, vamos a ver qué dice la DEA de las declaraciones del Presidente López Obrador, a ver si la DEA no continúa filtrando información”.
Pérez-Ricart detalló que históricamente la DEA ha operado de dos maneras en territorio mexicano. La primera, regulando a cada uno de sus 52 agentes que operan en el país ante el Gobierno. La segunda, la cual es ilegal, consiste en introducir a sus elementos con Visa de turista lo que genera que las autoridades nunca se enteren de sus operaciones.
“La DEA tiene dos formas de operar, una a través de sus agentes permanentes en México, que son 52, que sí están regulados y que mandan sus reportes a la Cancillería cada semana o cada que se encuentran con informante, pero abajo de ese nivel, la DEA cuenta con muchísimas oficinas que mandan de manera temporal a sus agentes, de esos nunca se entera el Gobierno de México, entran con Visa de turista, se quedan los meses que ellos quieren, a veces se infiltran, a veces son espías, a veces son el vínculo con informantes pagados por ellos y de estos no sabemos absolutamente nada y así ha sido siempre, tampoco hay que asuntarnos de esto, la DEA en sí mismo actúa de manera ilegal en México y lo van a seguir haciendo”.
Finalmente, Carlos Pérez-Ricart afirmó que México se encuentra en medio del conflicto diplomático que hay entre Estados Unidos y China por el tema del fentanilo. El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusa a empresas del gigante asiático, por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo, que ha provocado una epidemia de sobredosis y muertes en aquel país.
“Este tema del fentanilo hay que leerlo ya en clave geopolítica, hablamos mucho del tema de seguridad, hablamos mucho del tema de salud, pero aquí está inmerso China como el lugar que está produciendo y sintetizando gran parte del fentanilo, que está en una guerra comercial y diplomática con Estados Unidos por el tema de Taiwan, por el tema de Ucrania y aprovecha la coyuntura China para cerrar y abrir la válvula con Estados Unidos, y México es como una suerte de huérfano entre China y Estados Unidos sin tener muy claro qué hacer, estamos atrapados en un contexto que me parece súper interesante”.
Las autoridades de Estados Unidos acusan a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, y Joaquín Guzmán López, conocidos como “Los Chapitos”, de liderar el tráfico de fentanilo en el Cártel de Sinaloa. Detallan que los hijos de Guzmán Loera crearon un “imperio” que enviaba cantidades impresionantes de fentanilo a Estados Unidos, a través de una compleja operación que iniciaba con la llegada de precursores de la droga desde China y culminaba con el lavado de dinero de la venta del opiode sintético.
El Departamento de Estado de EU ofrece hasta 10 millones de dólares por información que permita la captura o el procesamiento de “Los Chapitos”, y hasta cinco millones de dólares para quienes den información sobre otro de los hermanos, Joaquín Guzmán López.