El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a cuatro de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, así como a otros miembros del Cártel de Sinaloa, por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo en ese país.
Ciudad de México, 17 de abril (SinEmbargo).- El Presidente Andrés Manuel López Obrador calificó esta mañana de “intromisión abusiva” y “prepotente” la infiltración de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en la organización criminal “Los Chapitos”, facción de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, exlíder del Cártel de Sinaloa.
“Una intromisión abusiva y prepotente que no debe aceptarse bajo ningún motivo. ¿Cómo van a estar espiando? ¿Qué no hasta bajaron un globo de China allá en Estados Unidos? Nosotros no hacemos eso, pero no se pueden estar utilizando actos de espionaje para saber que están haciendo nuestras instituciones de seguridad”, criticó desde Palacio Nacional.
Al ser cuestionado sobre si el operativo de la DEA se realizó sin el conocimiento del Gobierno mexicano, el mandatario mexicano contestó: “Sí, seguramente”.
En su conferencia de prensa, mencionó que existe cooperación entre instituciones de ambos países para el combate del narcotráfico, pero que “no puede haber agentes extranjeros en nuestro país”. “Podemos compartir información, pero son los elementos del Ejército mexicano, de la Marina, de la Guardia Nacional los que puede intervenir, la Fiscalía General de la República”, señaló.
Asimismo, el tabasqueño criticó la labor de la DEA en México, pues cuestionó retóricamente: “¿Cómo confiar ciegamente en elementos de la DEA cuando está demostrado que muchos de ellos o algunos, para no exagerar, mantienen o mantuvieron vínculos con la delincuencia organizada?”, y recordó que Nick Palmeri, exdirector regional de la DEA, fue destituido por sus nexos con el narcotráfico en México.
INFLITRACIÓN DE LA DEA
U.S. Attorney announces charges against leadership of the Sinaloa Cartel and 25 other defendants in massive fentanyl importation and trafficking conspiracieshttps://t.co/AsvjUE5jjQ
— US Attorney SDNY (@SDNYnews) April 14, 2023
El pasado 14 de abril, el Departamento de Justicia de Estados Unidos reveló las acusaciones contra 28 personas, físicas y morales, incluidos cuatro “Chapitos”, que son los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán y líderes del Cártel de Sinaloa, así como empresas de China, por la fabricación, producción, traslado y venta de fentanilo, que ha provocado una epidemia de sobredosis y muertes en aquel país.
Anne Milgram, la titular de la Administración de Control de Drogas estadounidense (DEA), señaló en rueda de prensa que en el último año y medio, la dependencia se infiltró en el Cártel de Sinaloa y en la estructura de “Los Chapitos”, de las cuales obtuvo “un acceso sin precedentes a los más altos niveles de la organización” y siguieron sus operaciones “alrededor del mundo”.
Las autoridades estadounidenses destacaron la importancia del fentanilo: la sobredosis por esta droga es ahora mismo la principal causa de muerte de estadounidenses de entre 18 y 49 años. Entre 2019 y 2021, según sus propias cifras, las sobredosis incrementaron aproximadamente un 94 por ciento, con un promedio estimado de 196 muertes de estadounidenses diarias por fentanilo.
El DOJ argumenta que, tras la detención de “El Chapo” Guzmán, los “Chapitos” tomaron su rol de liderazgo junto a Ismael “El Mayo” Zambada y Dámaso López, “El Licenciado”, y a partir de 2017 amasaron un mayor control del Cártel de Sinaloa al enfrentarse violentamente contra éste último, ejerciendo violencia contra su familia, sus aliados y convirtiéndose así en “los principales líderes y traficantes dentro del cártel”.
“Las acusaciones que se dan a conocer hoy demuestran que el Cártel de Sinaloa ha estado involucrado en actividades de tráfico de drogas hacia Estados Unidos y violencia al menos durante una década y media, o más. Se alega que ‘Los Chapitos’ han transportado repetida y consistentemente cantidades letales de cocaína, heroína, metanfetamina y fentanilo”, señala el comunicado del DOJ.
“Desde al menos 2014, el Cártel de Sinaloa ha llevado a cabo una operación global para la fabricación y distribución de fentanilo, enviando cantidades masivas de fentanilo –una droga que ha matado a un número sin precedentes– hacia los Estados Unidos”, acusó el Fiscal General de aquel país, Merrick Garland.
Específicamente, las autoridades de Estados Unidos acusan a Iván Archivaldo Guzmán Salazar, Jesús Alfredo Guzmán Salazar y Ovidio Guzmán López, “El Ratón”, y Joaquín Guzmán López, conocidos como “Los Chapitos”, de liderar el tráfico de fentanilo en el Cártel de Sinaloa.
Se trata, en palabras de los oficiales estadounidenses, de un “imperio” que, a la par que enviaba cantidades impresionantes de fentanilo a Estados Unidos, a través de una compleja operación que iniciaba con la llegada de precursores de la droga desde China y culminaba con el lavado de dinero de la venta del fentanilo, asesinaba, torturaba y causaba terror entre sus enemigos y con quienes disputaba el tráfico de fentanilo, incluidos casos donde “Los Chapitos” alimentaban a tigres con los cuerpos de sus rivales.
El Departamento de Estado de EU ofrece hasta 10 millones de dólares por información que permita la captura o el procesamiento de “Los Chapitos”, y hasta cinco millones de dólares para quienes den información sobre otro de los hermanos, Joaquín Guzmán López.