Este es un test de biomarcadores en sangre, que funciona como diagnóstico molecular del cáncer de mama y el cual se basa en los residuos que liberan los tumores hacia el torrente sanguíneo.
México, 17 de abril (EFE).- Una muestra de sangre puede ayudar en la detección y tratamiento de pacientes con cáncer de mama pues resulta más rápida, menos invasiva y altamente sensible para detectar biomarcadores y precisar la evolución de la enfermedad, informó este miércoles un especialista.
Según Horacio Astudillo de la Vega, maestro en Ciencias en la especialidad en Genética y Biología Molecular del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (CINVESTAV-IPN), la técnica es conocida como biopsia líquida.
Este es un test de biomarcadores en sangre, que funciona como diagnóstico molecular del cáncer de mama y el cual se basa en los residuos que liberan los tumores hacia el torrente sanguíneo.
Lo que hace, explicó el especialista en un boletín, es capturar residuos que son a veces proteínas, fragmentos de ADN que permiten establecer una evaluación más certera en el tratamiento.
Astudillo, quien desarrolla esta técnica en su laboratorio, destacó que la biopsia líquida beneficia el diagnóstico del paciente cuando el tumor o la metástasis se encuentran en sitios muy comprometidos.
Esto es cuando no se pueden obtener punciones como en una biopsia normal, ya que requiere una sola extracción de sangre, en lugar de una biopsia de tejido o un procedimiento quirúrgico.
Dijo que si el tumor está, por ejemplo, cerca del corazón, se toma la biopsia de sangre en donde se encuentra el material fragmentado o las células en el espacio vascular que liberan los tumores.
“Esos residuos se recogen, los separamos con técnicas especiales y posteriormente se miden los aspectos moleculares que nos permiten hacer el pronóstico, tratamiento y el diagnóstico de pacientes”, indicó el especialista.
La biopsia fue creada como un desarrollo en paralelo a todo el diagnóstico molecular nanotecnológico, biológico y genómico que permite el estudio de casos situados en lugares difíciles de abordar y su importancia radica en determinar algunos de los perfiles moleculares para asignación o decisión en tratamientos oncológicos.
Este procedimiento se puede realizar en laboratorios de alta especialidad ya que requiere tecnología especial y protocolo para el sistema de análisis, ya que es una prueba con altos estándares tecnológicos.
Y posibilita la obtención de material residual escaso o difícil de obtener a partir de lo que está circulando en la sangre.
Astudillo de la Vega destacó que la biopsia líquida es una buena propuesta para todos los tipos de tumores que hace accesible al diagnóstico molecular este tipo de tecnología.
Esto porque con el residuo que liberan las células por el torrente sanguíneo “podemos establecer pruebas complementarias en los pacientes que no se tenga el tumor original con el que se hizo el estudio”.