México “siempre” ha tenido “grandes cineastas y gente que se ha dedicado a diseñar sonido con grandes ideas. El problema es que necesitas compaginar todo: película, guion, director, actores, todo”, recalca Jaime Baksht .
Por Mónica Rubalcava
México, 17 de marzo (EFE).- Lo atípico de su trabajo y su talento llevaron a los ingenieros de sonido y mezcladores mexicanos Jaime Baksht, Michelle Couttolenc y Carlos Cortés a obtener una nominación a los Óscar a mejor sonido, con la que demuestran que hay una escena nacional mexicana cinematográfica sólida y capaz.
“Ha sido un largo camino en el que hemos tenido que aprender a trabajar las técnicas de sonido cinematográfico”, dice Baksht en entrevista con Efe, quien ha presenciado las fallas y los aciertos del cine en México desde los años 80.
México “siempre” ha tenido “grandes cineastas y gente que se ha dedicado a diseñar sonido con grandes ideas. El problema es que necesitas compaginar todo: película, guion, director, actores, todo”, añade el sonidista.
La conjunción de todos esos factores de los que habla Baksht está en Sound of Metal, un filme del director estadounidense Darius Marder, que cuenta con seis nominaciones a los premios de la Academia 2021.
DESDE MÉXICO
El talento mexicano ha traspasado fronteras en numerosas ocasiones. Aunque pocos han sido los que han sido reconocidos por llevar a cabo el trabajo desde su país de origen debido a la fuga de cerebros.
Pero este no es el caso de Baksht y Couttolenc, pues, fieles a sus creencias, han labrado su camino en México trabajando en estudios nacionales.
Y han luchado por mantener en el país el talento, la tecnología necesaria y el conocimiento que ahora los ha llevado a los Óscar.
“Todas las superproducciónes y películas más reconocidas en sonido en los Óscar son siempre mezcladas en California y Londres. Que ahora hayan reconocido una película que la mezcla se hizo por mexicanos aquí en México es todo un logro que demuestra que sí se pueden hacer ciertas cosas”, dice Couttolenc.
La película de Marder sigue la historia de un joven baterista que sufre una fuerte pérdida auditiva de forma repentina.
En ese sentido, el reto del sonido se encontraba en la capacidad de transmitir la desesperación y frustración por la que el protagonista atraviesa, y para ello el director tenía expectativas poco tradicionales en cuanto al tratamiento del sonido.
El encuentro entre el artista de sonido también nominado al Óscar Nicolas Becker con los mexicanos fue una colaboración “exótica”, según comenta Baksht, que los llevó al pueblo de Tepoztlán, Morelos, donde está una de las sedes del Astro Estudio del director mexicano Carlos Reygadas.
“Nicolas conoció a otro amigo nuestro, Leonardo Heiblum (Chicuarotes, 2019) y le contó que estaban buscando un lugar no convencional para hacer la mezcla de ‘Sound of Metal’. Ellos sabían que si se iban a Los Ángeles les iba a quedar muy bien pero lo que querían era otra cosa”, recuerda Baksht.
PRIMERA SONIDISTA MEXICANA EN LOS ÓSCAR
Otro de los orgullos que ha traído esta postulación ha sido que Couttolenc se convirtió en la primera ingeniera de sonido mexicana en obtener una nominación en los Óscar.
Ella ha trabajado en equipo con Baksht desde hace 15 años y juntos han hecho la mezcla de sonido de al menos 100 películas.
“Me siento muy orgullosa, emocionada y contentísima porque puedo decir finalmente que estaba por el buen camino. Es un sueño hecho realidad y que seamos más mujeres también, como que haya dos mujeres nominadas a mejor director y tres en los Globos de Oro, eso da esperanza y alegría”, apuntó.
El trabajo de ambos continúa y actualmente están participando en una nueva película del estudio de animación Huevocartoon y un filme del director venezolano Lorenzo Vigas, La caja.
Por su parte, Baksht manda un mensaje a los jóvenes cineastas que buscan llegar tan lejos como ellos y les pide “que sean pacientes, que no busquen la inmediatez”.