El pasado 9 de marzo el Fiscal de Jalisco, Eduardo Almaguer, informó que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) creó una empresa de seguridad privada en los municipios de Tlaquepaque y Puerto Vallarta para reclutar a ciudadanos y capacitarlos en la venta de droga y uso de armas de fuego. Expertos consultados por la agencia de noticias AP detallaron que la campaña de reclutamiento refleja el creciente poder de esta organización delictiva y la impunidad con la que se maneja.
Por Mark Stevenson
Ciudad de México (AP) — Una campaña de reclutamiento público por parte del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México que hacía uso de volantes en los que prometía sueldos elevados y buenas prestaciones refleja el creciente poder de esa organización delictiva, dijeron expertos consultados por la agencia de noticias AP.
Los volantes anunciaban trabajos como guardias de seguridad bajo el nombre de una compañía falsa, según Jesús Eduardo Almaguer Ramírez, Fiscal General de Jalisco.
Las personas reclutadas eran empleadas como vendedoras de droga en las calles, no como guardias de seguridad. Eran enviados a la ciudad de Lagos de Moreno, Jalisco, para recibir un entrenamiento de 10 días utilizando armas de bolas de pintura.
Los detenidos fueron identificados como Johana Mary Hernández, ciudadana americana que vivía en Puerto Vallarta y era encargada del reclutamiento, Rafael Gómez Vázquez, Héctor Lorenzo Domínguez Pérez y Lorenzo Antonio Gaytán de la Cruz.
Además de Orlando Nuñez Peña, José Alfredo Gómez Molina, Christian Alonso Hernández Amaral, Juan Miguel Robles Robles, Leonardo Jesús Domínguez; Yessica Guadalupe Rivera y Maura Joana Moreno Dávalos, quienes trabajaban bajo las órdenes de un hombre apodado “El Sapo”, relacionado con el ataque a militares el 13 de mayo de 2014, en el municipio de Guachinango, que dejó cuatro elementos muertos.
La Fiscalía también dio cuenta del rescate de una persona que estaba privada de su libertad y por quien el grupo criminal exigía un pago de un millón de pesos.
Aunque las autoridades no dieron el nombre de la banda, los expertos dijeron que sin duda es el Cártel Jalisco Nueva Generación.
Almaguer trató de representar el reclutamiento como una señal de éxito de las redadas del gobierno contra el cártel. Almaguer dijo que “estas personas habían sido trasladadas a Lagos de Moreno para poder sustituir a las personas que se han estado retirando, o que han estado huyendo a partir de las acciones que se han estado realizando”.
RECLUTAMIENTO DEL CJNG SIGNO DE IMPUNIDAD
Alejandro Hope, un analista de seguridad residente en la Ciudad de México, dijo que el reclutamiento reflejaba lo dispuesta que está a actuar la banda delictiva. “Es un descaro, pero te habla de cierto nivel de impunidad en que opera esta gente”, señaló.
Raúl Benítez, un especialista en seguridad que enseña Ciencias Políticas en la Universidad Nacional Autónoma de México, dijo que el Cártel de Jalisco está lejos de ser derrotado y, por el contrario, claramente se está expandiendo.
“Ellos están penetrando todas las estructuras que están dejando vacías los Caballeros Templarios y el cártel de Sinaloa”, dijo Benítez.
El especialista señaló que el Cártel de Sinaloa está abandonando el área “por lo del Chapo”, refiriéndose a la captura en enero del capo de la droga Joaquín Guzmán. El de Jalisco “es el único cártel que podemos decir que está en expansión”, agregó.
Almaguer dijo que “normalmente lo que se conocía era un reclutamiento a través de amigos, de conocidos, que se iba generando. Hoy, lo están haciendo de una manera abierta, engañando, obviamente, pero de una manera abierta, a partir después de amenazas para retener a estas personas”.
En 2008, un cártel en la fronteriza Ciudad Juárez solicitaba a través de anuncio en periódico choferes que eran usados, sin que se enteraran, como traficantes de drogas. Pero desde entonces, ningún cártel había anunciado abiertamente su reclutamiento.
Almaguer dijo que una mujer estadounidense encabezó la tarea de entregar volantes en las calles de ciudades de Jalisco, como en la ciudad de Puerto Vallarta. La Embajada de Estados Unidos no pudo confirmar el nombre de la mujer, pero dijo que estaba enterada de reportes de que una ciudadana estadounidense había sido arrestada en Jalisco.
Después de reclutar a las personas —muchas de las cuales trabajaban como informales acomodadores de autos o limpiaparabrisas durante semáforos en señal de alto— se les decía que tenían que vender metanfetaminas u otras drogas.
Las autoridades descubrieron la operación cuando uno de los reclutados trató de dejar el empleo y fue retenido para solicitar por él un rescate de un millón de pesos. Su familia acudió a las autoridades.
Los volantes en sí ofrecían a los reclutados esperanza de progresar. En los requerimientos para ser reclutado se listaba “tener iniciativa y deseo de progresar” y ofrecían salarios de aproximadamente 3 mil pesos semanales. Sorprendentemente, los volantes listaban el requerimiento de tener habilidad con armas, e indicaba que “si eres o fuiste empleado de gobierno (policía de tránsito PGR, AFI, etc.) el sueldo es superior”.