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¿Un “Chernobyl” en Ohio? Descarrilamiento de tren con químicos crea pánico en redes

17/02/2023 - 9:30 pm

Hasta el momento la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos ha asegurado que el agua potable es segura para las poblaciones aledañas a la zona del incidente, aunque no ha precisado las posibles afectaciones a la salud de los residentes y al medio ambiente que podría haber provocado el derrame de sustancias químicas el pasado 3 de febrero. En redes sociales la desinformación ha estado a la orden del día e incluso hablan, sin pruebas, de un “Chernobyl”.

Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).- En redes sociales se ha desatado pánico por el descarrilamiento en Ohio, en Estados Unidos, de un tren de carga que transportaba diversos productos químicos, ya que pese a que las autoridades han indicado que no existe peligro para la población cercana al incidente, la información que ha brindado al respecto ha sido a cuentagotas, lo que ha permitido que las fake news al respecto se desborden, y den paso a hipótesis como la de hablar de “Chernobyl”.

Luego de dos semanas del descarrilamiento de un tren de carga que transportaba productos químicos, mucho de los cuales son peligrosos, en la localidad de East Palestine, en Ohio, Estados Unidos, aún quedan dudas sobre las afectaciones a la salud de los habitantes que pudieron estar en contacto con esos químicos, lo que ha generado mucha especulación, misma que es alimentada por falsas y alarmantes fotografías sobre las posibles afectaciones que el derrame habría causado.

Hasta este momento, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA por sus siglas en inglés) ha dado a conocer que luego de llevar a cabo una quema controlada de los químicos que eran transportados, con el fin de evitar una explosión descontrolada, por lo que intencionalmente quemaron el cloruro de vinilo de cinco de los vagones, lo que causó que llamas y humo negro se elevaran nuevamente hacia el cielo, la nube tóxica se disipó y no detectaron niveles peligrosos en el área.

Explicaron que durante la quema controlada, los monitores detectaron toxinas en el aire en el lugar, pero que los funcionarios mantuvieron alejada a la gente hasta que se disipó. Además, enfatizaron, el monitoreo continuo del aire realizado para el ferrocarril y por agencias gubernamentales —incluyendo dentro de casi 400 hogares— y tras no detectar niveles peligrosos en el área, se permitió el retorno de los residentes.

En una actualización realizada este 17 de febrero, la EPA señaló que ha estado colaborando “con el monitoreo del aire interior de más de 500 hogares. Hasta la fecha no ha habido detecciones de cloruro de vinilo o cloruro de hidrógeno por encima de los niveles de preocupación”. Asimismo, subrayó que desde este mismo viernes, se desplegaron a “seis coordinadores de la EPA en el lugar y 16 contratistas de la EPA en el este de Palestina”, quienes a su vez estarían apoyados por “docenas de científicos de la agencia y otro personal en las oficinas de la Región 3 y 5 de la EPA y en la sede de la EPA”.

Ante las afirmaciones de que hay mascotas y ganado, el Departamento de Agricultura de Ohio aseguró que el riesgo para tales animales es bajo y recomendó a las personas contacten a un veterinario local si les inquieta la salud de su ganado o mascotas. Asimismo, señaló que no ha recibido ningún informe oficial sobre enfermedad o muerte de ganado o mascotas relacionadas directamente con el incidente, aunque asegurarlo requeriría una necropsia y trabajo de laboratorio, indicó.

Pese a que la EPA de Ohio aseguró que el agua potable del área se mantuvo protegida, recomendó a quienes reciben agua potable de pozos de agua privados a programar una cita para una prueba que descarte contaminantes. Asimismo, el Departamento de Salud de Ohio exhortó a las personas con pozos privados a usar agua embotellada hasta que se devuelvan los resultados de las pruebas de agua del pozo.

Un trabajador en un arroyo del centro de East Palestine, Ohio, el domingo 5 de febrero de 2023, tras el descarrilamiento de un tren. Foto: Lucy Schaly/Pittsburgh Post-Gazette via AP

Pero la información vertida por la EPA no abunda en detalles que respondan a las dudas que surgieron entre la población sobre los daños que los químicos podrían causarles y tampoco han determinado los posibles daños ambientales que el incidente habría provocado, lo que sólo aumenta la incertidumbre y especulaciones. Incluso en comunidades más allá de East Palestine, algunos residentes dicen estar preocupados por los efectos a largo plazo de una exposición incluso de bajo grado a los contaminantes del sitio del accidente.

Cómo consecuencia de la falta de información certera, en redes sociales se han difundido imágenes y videos de nubes negras, peces muertos, con la afirmación de que los hechos corresponden al derrame de químicos en Ohio, lo que ha provocado pánico entre la población, quienes han calificado a este episodio de un nuevo “Chernobyl” en Estados Unidos. Sin embargo, el material publicado de manera deliberada corresponde a situaciones ajenas a lo ocurrido el pasado 3 de febrero.

Por ejemplo, en los últimos días comenzó a circular una fotografía en la que se puede ver una enorme nube de color gris oscuro y algunas tonalidades de rosa, en la que se aseguró que se trataría de los gases tóxicos que provocó el derrame, pero esta afirmación es falsa, ya que dicha imágen corresponde a un video publicado en la plataforma de TikTok el 13 de noviembre de 2022, que habría sido captado en Portland, Oregón.

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Mientras que otra fotografía en la que aparecen decenas de peces muertos, y que se asegura perdieron la vida a consecuencia de los químicos derramados en el descarrilamiento de Ohio, también ya circula por redes sociales, no obstante, la imagen corresponde a un hecho ocurrido en California, Estados Unidos, en septiembre de 2022.

Tras el descarrilamiento de unos 50 vagones, de unos 100 que conformaban la unidad ferroviaria, se liberaron gases tóxicos, procedentes de los químicos que el tren transportaba, entre ellos el de cloruro de vinilo, mismo que está relacionado con diversos tipos de cáncer, lo que desató alarma entre la población aledaña al incidente.

Los hechos tuvieron lugar, aproximadamente a las 21:00 horas. El tren transportaba una variedad de productos químicos desde Madison, Illinois, a Conway, Pensilvania, indicó el operador ferroviario Norfolk Southern el sábado 4 de febrero, que detalló que 20 de los más de 100 vagones fueron clasificados como que medio de traslado de materiales peligrosos.

El incidente también ocasionó un incendió que “abarcó la longitud de los vagones del tren descarrilados”, explicó Michael Graham, miembro de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), en conferencia de prensa ese mismo sábado por la noche, y detalló: “Desde entonces, el fuego ha reducido su intensidad, pero permanece activo y las dos vías principales continúan bloqueadas”.

Los materiales que eran transportados en el tren fueron clasificados como peligrosos, agregó Graham, al precisar que entre los vagones siniestrados había 14 que contenían cloruro de vinilo, los cuales estuvieron “expuestos al fuego” y al menos uno “liberó intermitentemente su contenido por medio de un dispositivo de liberación de presión”.

El poblado notificó a los residentes que el sábado por la mañana seguía vigente una orden de evacuación para las personas dentro de un radio de una milla del lugar. Se abrió una escuela secundaria y un centro comunitario para albergar a decenas de personas, mientras que se exhortaba a los residentes más allá de ese radio a permanecer bajo techo.

Por su parte, Trent Conaway, Alcalde de East Palestine, hizo énfasis en que los monitores de calidad del aire lejos de la zona del incendio no habían mostrado niveles que generen preocupación, y que el agua del pueblo era segura debido a que es alimentada por corrientes subterráneas que no resultaron afectadas por algunos materiales que ingresaron a arroyos.

El 5 de febrero, investigadores federales dieron a conocer que el descarrilamiento fue provocado por un defecto mecánico en el eje de un vagón, aunque la investigación completa, anunciaron, la estarían dando a conocer aproximadamente en un mes.

En conferencia de prensa, Michael Graham explicó que los tres tripulantes del tren recibieron una alerta sobre el defecto mecánico “poco antes del descarrilamiento”, y aunque destacó que los investigadores lograron identificar el “punto exacto de descarrilamiento”, no revelaron la ubicación. Además, señaló que la junta continúa con los trabajos de investigación para determinar en qué vagón se presentó el problema, información que, dijo, se incluirá en el informe preliminar, que se tiene previsto dar a conocer en un mes.

Los investigadores que examinaron el vagón que inició el descarrilamiento cuentan con un video de vigilancia de una casa que muestra “lo que parece ser el cojinete de una rueda en la etapa final de falla por sobrecalentamiento momentos antes del descarrilamiento”, ahondó el martes la NTSB.

Pese a que las autoridades ha asegurado que no hay riesgos para la comunidad en donde ocurrió el incidente, el ingeniero ambiental Andrew J. Whelton, de la Universidad de Purdue, consultado por The Conversation dio su opinión sobre los posibles riesgos a largo plazo, ya que además del cloruro de vinilo contenido en varios vagones, el tren también transportaba químicos como acrilato de etilhexilo y acrilato de butilo.

El cloruro de vinilo, usado para elaborar la resina de plástico rígida policloruro de vinilo usada en una variedad de productos plásticos y que también fue usado como arma en la Primera Guerra Mundial, está asociado con un aumento de cáncer hepático y otros tipos de cáncer, según el Instituto Nacional del Cáncer del Gobierno estadounidense.

El experto señaló que una de las principales preocupaciones por ahora es la contaminación de los hogares, el suelo y el agua, principalmente por compuestos orgánicos volátiles y compuestos orgánicos semivolátiles, conocidos como VOC y SVOC, productos químicos tienen diferentes niveles de toxicidad y diferentes destinos en el suelo y las aguas subterráneas.

Las autoridades detectaron algunos de esos productos químicos en la vía fluvial cercana y partículas en el aire del incendio y revelaron que una columna de contaminación liberada en el arroyo cercano había llegado al río Ohio. Pero hasta el momento, se desconoce el destino exacto de muchas de estas sustancias químicas, ya que aún no está claro cuánto de estos se fue a los desagües pluviales, se descargó por los arroyos o pudo haberse depositado en el fondo de las vías fluviales o de las reacciones químicas durante el incendio.

El experto también destacó que cuanto más lejos se muevan los químicos río abajo, menos concentrados se hallarán en el agua, lo que representará un riesgo menor, y que el mayor riesgo está cerca del lugar del descarrilamiento, y en cuanto al tiempo de degradación, señaló que entre más pesado sea el producto químico, a menudo más lento se degrada y es más probable que se adhiera al suelo.

El ingeniero J. Whelton agregó que esos compuestos pueden permanecer durante años si no se abordan, por lo que el impacto a largo plazo en Ohio dependerá mucho de la rapidez y la profundidad de la limpieza. “Si se excavan y eliminan los suelos y líquidos muy contaminados, se pueden reducir los impactos a largo plazo. Pero cuanto más tarde la eliminación, más lejos se puede propagar la contaminación. Lo mejor para todos es limpiar esto lo antes posible y antes de que llueva en la región”, enfatizó.

En una carta de la EPA que notifica al operador ferroviario Norfolk Southern sobre su posible responsabilidad por los costos de limpieza señaló que además del cloruro de vinilo, al menos otras tres sustancias —acrilato de butilo, acrilato de etilhexilo y éter monobutílico de etilenglicol— se liberaron en el aire, el suelo o el agua, lo que habría afectado más de 11 kilómetros de arroyos y matado a unos tres mil 500 peces, según estimaciones del Departamento de Recursos Naturales de Ohio.

Una mancha de contaminantes que incluye acrilato de butilo se formó en el río Ohio en los primeros días después del descarrilamiento y el martes fluía lentamente, acercándose a Huntington, Virginia Occidental, dijeron funcionarios de la Agencia de Protección Ambiental de Ohio, mientras que la EPA estatal sostiene que la cantidad de contaminantes halladas hasta ahora no representan un riesgo para las ciudades que dependen del río para su agua potable, ya que la mancha sigue diluyéndose a medida que avanza.

– Con información de AP y The Conversation

Nora Nancy Gaspar Resendiz
Comunicóloga por la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM). Busca ejercer un periodismo libre, crítico y con responsabilidad social. Actualmente es parte de la Unidad de Investigación y Multimedia de SinEmbargo.
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