Sin comida, sin ayuda y sufriendo los azotes de una sequía. Esta es la precaria situación por la que atraviesan los rarámuris. Dicen que sembraron maíz pero que esta ocasión no se dio porque todo estaba muy seco. Tienen que lidiar con la escasez de alimento y soportar las extremas heladas de la sierra tarahumara.
Los rarámuris pidieron ayuda al gobierno de Chihuahua, encabezado por César Duarte, “porque no tienen que comer”. La ayuda oficial llegó, a cuenta gotas, y el gobernador dijo que se aplicaron programas para auxiliarlos, pero reconoció que hubo muertes ocasionadas por la falta de alimento.
En medio de este escenario, la Cruz Roja Mexicana (CRM) recaudó fondos para llevar alimentos y ropa invernal a esa comunidad, y así ayudarla a pasar esta gélida temporada y mitigar los estragos de la sequía.
"Desde hace 15 años apoyamos a los rarámuris durante la temporada invernal", aseguró Daniel Goñi, presidente de la CRM, durante la presentación de la campaña “Por la sequía, unidos por ellos”, que busca apoyar a los estados más afectados: Chihuahua, Durango, San Luis Potosí, Coahuila y Zacatecas.
A decir de Goñi, como una organización sin fines de lucro, la ayuda que hace llegar la Cruz Roja a los más afectados por este tipo de desastres no tiene tintes políticos. “Es parte de la labor humanitaria y de la neutralidad de la institución. La única finalidad es aliviar el sufrimiento de las personas”.
“Por la Sequía, Unidos por ellos” es la campaña que realiza junto a La Marina Armada de México, la Secretaría de la Defensa Nacional, empresarios, fundaciones y organizaciones civiles para socorrer a los estados más afectados por este embate natural que azota el norte del país.
En los 102 años que la Cruz Roja Méxicana ha estado presente en los desastres que han golpeado al país, ha actuado de manera similar. “La institución cumple con el mandato basado en siete principios fundamentales: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad. Conceptos que la rigen para ponerse al servicio de la ciudadanía”, afirmó Daniel Goñi en una carta con motivo del 100 aniversario de la creación del organismo. Si se revisa su historia centenaria, se encuentra una simbiosis entre la Cruz Roja y el drama nacional. Hoy son los rarámuris, pero al principio fueron los heridos de la Revolución, de uno y otro bando.
LA CRUZ ROJA NACIÓ EN LA REVOLUCIÓN
Con el fin de contrarrestar las barbaries que se cometían en los conflictos armados, en 1859, Henri Dunant ideó un movimiento que cuidara de los heridos en tiempo de guerra por medio de voluntarios que estén altamente calificados para esta tarea. Un par de años más tarde, en 1863, se fundó el Comité Internacional de la Cruz Roja, una organización humanitaria con sede en Suiza que después dio origen al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
En nuestro país, la historia de este movimiento se inició en 1898 cuando el entonces presidente Porfirio Díaz y un grupo de reconocidos médicos analizaron la posibilidad de fundar la sociedad nacional de la CRM; sin embargo, este proyecto no se concretó sino hasta 1907 cuando el gobierno mexicano se adhirió al Primer Convenio de Ginebra, el cual se propuso mejorar la situación de los heridos en el campo de batalla.
El 21 de febrero de 1910, el gobierno mexicano reconoció a la CRM por medio de un Decreto Presidencial que expidió Porfirio Díaz. El 12 de marzo del mismo año, el decreto fue publicado en el Diario Oficial de la Federación, con lo que entró en vigor. Y un par de semanas después, el 26 de abril, fue nombrada la primera mesa directiva.
El nacimiento de esta organización coincidió con la Revolución Mexicana, que estalló el 20 de noviembre de 1910. Durante la lucha armada, los voluntarios de la CRM atendían a los heridos de ambos bandos, su neutralidad les permitía hacerlo. Lo que los identificaba en medio del incesante intercambio de balas era la bandera blanca que ondeaba con una cruz roja en su centro.
En esas circunstancias, el doctor Alfonso Priani González Guerra, a la cabeza de las operaciones de socorro, trasladó desde Tlaxcalantongo, Puebla, a la Ciudad de México el cadáver de Venustiano Carranza.
Otro de los sucesos históricos en el que la Cruz Roja participó fue la Decena Trágica, el movimiento armado de 1913 y cuyo propósito era destituir a Francisco I. Madero de la Presidencia de México. 506 muertos y mil 500 heridos fue el saldo de este enfrentamiento, a los cuales la asociación socorrista les brindó su apoyo.
LOS ARCHIVOS DEL 68 FUERON DESTRUIDOS
La acción humanitaria de la Cruz Roja fue primordial en el evento conocido como “la matanza del 2 octubre” en Tlatelolco, en 1968. Una herida que México no ha resuelto no obstante cuatro décadas.
María del Pilar Servitje de Mariscal, quien se desempeñó como Presidenta de la Delegación del Distrito Federal de 1999 a 2012 recuerda cómo vivió este episodio en una editorial publicada en el diario El Universal en 2007: “En 1968, recién egresada de la Escuela de Enfermería, comencé mi labor en Cruz Roja como enfermera voluntaria trabajando en los servicios de urgencias y terapia intensiva. En esa época pude atender a los lesionados civiles del conflicto estudiantil de Tlaltelolco, experiencia que me marcó profundamente por dos razones primordiales. La primera, por palpar la impotencia de no poder sacar adelante a los pacientes ya que se trataba de heridas por metralleta, de las cuales poca o nula experiencia se tenía en el país; y segunda, por compartir la aflicción de los familiares que peregrinaban de hospital en hospital buscando a sus seres queridos”.
El auxilio de la Cruz Roja no sólo se limitó a los estudiantes, sino a todos los heridos que hubo durante esta tragedia. Existen varias versiones sobre lo que ocurrió ese día terrible. Algunas indican que las ambulancias de la CRM se mantuvieron alejados de la Plaza de la Tres Culturas porque las autoridades les impidieron su paso. La neutralidad de la institución le permitió atender lo mismo a soldados que a estudiantes, a policías que a civiles.
En 2002 la Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado recurrió a la Cruz Roja para aclarar parte de los hechos que sucedieron en Tlatelolco. Le solicitaron los registros del aciago hecho para conocer a las personas que trataron y que probablemente murieron en sus instalaciones. No obstante, la respuesta de la Cruz Roja fue que esos datos ya no los tenía debido a que cada ocho años destruye sus archivos, lo que dejó en incógnita el número de víctimas que apoyó.
EL TERREMOTO DE 1985
Después de que un terremoto de 8.5 grados Richter sacudió por completo y destruyó gran parte de la Ciudad de México el 19 de septiembre de 1985, la CRM lenó las calles de la ciudad.
Javier Heredia, jefe del Megaoperativo y encargado de Radio Operaciones de la CRM, confesó que a 26 años de ese desastre natural, todavía recuerda que los teléfonos de auxilio no pararon de sonar y la manera en que el equipo de socorro se dispersó en varios de los hospitales del Distrito Federal, como el General, Juárez y Tlatelolco, donde se dieron el mayor número de rescates de cuerpos vivos o muertos.
“Yo tenía en ese 1985 doce años de socorrista. Nos volcamos a ayudar a la gente. Logramos que nos apoyaran con alimento a pesar de las limitaciones, para seguir ayudando. Y lo importante es que la gente que veía el logo de Cruz Roja Mexicana se nos acercó para ayudarnos mano a mano, hombro con hombro, para sacar piedras, cuerpos con vida o sin vida” recordó el socorrista en un evento en memoria de las víctmas del terremoto el pasado 19 de septiembre.
Según cálculos de la CRM, el número de víctimas fatales que dejó este desastre natural fue cerca de 15 mil; sin embargo, hasta la fecha no hay una cifra oficial de las personas que perdieron la vida ese día.
LA COLECTA NACIONAL
Como cada año, la CRM recurre a la ciudadanía para que aporte su ayuda a la Colecta Nacional. Daniel Goñi Díaz, quien está al frente de esta organización desde 2006, señaló en un evento realizado el pasado lunes 13 de febrero en las instalaciones de la Cruz Roja Mexicana en Polanco que la colecta es la principal fuente de recursos que mantiene a la institución y que el año pasado se recaudaron casi 280 millones de pesos.
La Colecta Nacional de este 2012 comenzará el próximo 12 de marzo y, de acuerdo con el funcionario, participarán 30 mil voluntarios. Para invitar a la sociedad mexicana a que apoye esta iniciativa, Goñi Díaz refirió que la institución da muchos servicios con pocos recursos pues brinda un millón 200 mil cada año y todos las emergencias son gratuitas, así como cinco millones y medio de atenciones en las clínicas y hospitales del país.
La institución está comprometida a manejar con transparencia todos los donativos que recibe de parte de la sociedad. No recibe recursos por parte del gobierno federal, es una Institución de Asistencia Privada, por lo que se mantiene del apoyo que tiene de parte del pueblo mexicano.
Daniel Goñi aseguró que la colaboración de la ciudadanía en la colecta nacional es vital porque la Cruz Roja realiza más de un millón de servicios de ambulancias al año. “El país no podría entenderse un solo día sin la presencia de la CRM, por no mencionar las situaciones de desastre, en las que CRM apoya a la población afectada”.
Uno de los problemas que enfrenta la institución, son las llamadas falsas que reciben al 065. Este tipo de bromas le representan una pérdida de recursos y tiempo. Por ello, en coordinación con Teléfonos de México, la Cruz Roja ya tiene una iniciativa para detectar a los bromistas.
María Josefina Cárdenas de Salinas, delegada en Tamaulipas –uno de los estados con mayor incidencia de bromas- explicó a El Diario de Ciudad Victoria que han disminuido, pero de cada diez llamadas que reciben, tres son falsas.
Este proyecto estará a prueba primero en el Estado de México y en el Distrito Federal para después aplicarse en los demás estados de la República.
Las llamadas falsas representan una pérdida no sólo de tiempo y de recursos para la Cruz Roja, sino también puede ser una oportunidad perdida que podría salvar una vida. Goñi Díaz, el presidente, dice: “Las llamadas falsas representan una pérdida de recursos, misma que aumenta cuando esto se da en una comunidad pequeña y que puede volverse aún más grave cuando una broma coincide con una emergencia real, por lo que puede perder la vida quien realmente necesitaba la atención médica en ese mismo momento”.
Mientras tanto, la Cruz Roja Méxicana se dedicará a cumplir los siete mandatos básicos que rigen el movimiento: humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidad y universalidad.
El próximo 20 de febrero acabará la campaña "Por la Sequía, Unidos por ellos". Enseguida, el acopio de donativos en especie como frijoles bayos, garbanzos, arroz, azúcar, galletas, aceite y alimentos enlatados será distribuido en Chihuahua, San Luis Potosí, Coahuila, Durango y Zacatecas, los más afectados por este drama que ahora conmueve al país.