Tom’s Diner en el vecindario de East Colfax en Denver, Colorado, ha estado cobrando a sus clientes de esta manera desde que el restaurante abrió sus puertas en 1999. Lo ven como una manera de infundir un poco de diversión en el día a día de los trabajadores y clientes.
Denver, 17 de enero (LaOpinión).- Un restaurante en Denver tiene una curiosa política a la hora de responder preguntas a sus clientes. De hecho, les anima a no hacer preguntas estúpidas, de lo contrario agregan un cargo extra a la factura.
Tom’s Diner en el vecindario de East Colfax en Denver, Colorado, ha estado cobrando a sus clientes de esta manera desde que el restaurante abrió sus puertas en 1999. Lo ven como una manera de infundir un poco de diversión en el día a día de los trabajadores y clientes.
Sin embargo, es ahora cuando el lugar se está haciendo famoso gracias a una publicación en redes sociales que muestra una imagen de un recibo de Tom’s Diner. Junto a una orden de pollo y puré de papas había un cargo separado de 38 centavos por “una pregunta estúpida”.
La publicación generó muchas preguntas, principalmente: “¿Qué demonios?”, “¿Se ha retocado la imagen?”, “¿Dónde puedo encontrar este restaurante?” Y “¡¿Qué cuenta como una pregunta estúpida?!”
El recibo es real, ya que a muchos comensales se les ha cobrado esa tarifa a lo largo de los años en este restaurante que abre las 24 horas.
El gerente general del restaurante, Hunter Landry le contó a Today que no lo hacen con mala intención, es una broma que se ha convertido en tradición.
Landry, el sobrino de Tom Messina (el Tom detrás de Tom’s Diner), explicó que su tío comenzó a cargar extra por preguntas sin sentido hace unos 20 años.
Hasta ahora no se habían hecho conocidos por esta divertida tendencia.