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Anaya cedió de más al PRD y si no gana, dicen analistas, tendrá serios problemas en su partido

17/01/2018 - 10:00 pm

El aspirante presidencial por la coalición Por México al Frente cedió de más a sus aliados del PRD y de MC para conseguir la precandidatura, dicen analistas políticos a SinEmbargo.

El reparto –que ha causado desacuerdo principalmente entre los liderazgos locales del PAN– benefició a los perredistas que están debilitados a nivel nacional y que poseen una intención del voto de apenas 8 por ciento, por lo que el costo político para el ex presidente del blanquiazul está por verse y dependerá del lugar que ocupe en los comicios, consideran.

Y aunque al PRD no le fue mal en el reparto, el partido esperaba más, pues de su votación depende el resultado de la elección de julio, asegura uno de sus líderes.

Ciudad de México, 17 de enero (SinEmbargo).– Ricardo Anaya Cortés, precandidato a la Presidencia de la República por la coalición Por México al Frente, le cedió más candidaturas de las que merecían a sus aliados perredistas para ser el abanderado de la alianza sobre Miguel Ángel Mancera Espinosa, Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, dijeron analistas políticos consultados por SinEmbargo.

El resultado de esa decisión, de no ganar las elecciones presidenciales de este año, dependerá de qué tan cerca quede del ganador, pues de colocarse en un tercer lugar será relegado de los grupos de poder al interior del Partido Acción Nacional (PAN), coincidieron.

“Anaya cedió espacios en los estados que debieron ser para el PAN. En Jalisco, por ejemplo, con Movimiento Ciudadano [MC] cedió espacios que debieron ser para el panismo que es fuerte aún en esa entidad. Lo mismo sucedió con el PRD [Partido de la Revolución Democrática] en Veracruz. Esto para que Anaya pudiera ser aceptado por los otros partidos políticos como candidato del Frente”, explicó Gustavo López Montiel, experto en partidos políticos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (Itesm).

Anaya hizo una atractiva concesión, principalmente al PRD, un partido que a nivel nacional ha perdido su valor y que cuenta con apenas un 8 por ciento de la intención del voto.

“De no ganar la Presidencia le sucederá lo que pasó con Roberto Madrazo y el PRI [Partido Revolucionario Institucional] que quedó no sólo desacreditado, sino muy debilitado porque hizo algo similar: forzó las condiciones para que él fuera candidato, pasando por encima de muchos grupos y al final esos grupos se encargaron de excluirlos”, explicó.

El reparto de candidaturas al interior del Frente ha sido rechazado en tres entidades en donde no habrá coalición: Jalisco, Morelos, Yucatán y Nuevo León.

En Jalisco, a pesar de que el PAN cedió candidaturas, Enrique Alfaro Ramírez, el precandidato de MC, decidió ir solo por considerar que una alianza con los panistas no le vendría bien a su imagen de opositor.

“Aunque Anaya ahora mantenga el control de los órganos de decisión donde muchos de estos grupos internos están alineados a él, se alinean y desalinean en torno a quien esté arriba. Estos grupos son los que controló [Felipe] Calderón y [Gustavo] Madero. Son aliados del Presidente hasta el punto que les garantiza su espacio de acción”, añadió el politólogo.

De acuerdo con Alejandro Sánchez Camacho, secretario de Acción Política Estratégica del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PRD, el perredismo logró una negociación equitativa al quedarse con 100 candidaturas de diputaciones federales y alrededor de 30 senadurías.

El PRD presume que Ricardo Anaya, ex presidente nacional del PAN y ahora precandidato presidencial de la alianza Por México al Frente, tuvo que cederle al Sol Azteca 36 por ciento de las candidaturas a postular para las elecciones de 2018; el blanquiazul se quedó con 48 por ciento y MC con 16 por ciento. Foto: Cuartoscuro

Al final, dijo, el PRD consiguió que el PAN no se quedara con el 50 por ciento de las candidaturas que pedían distintos actores panistas y la distribución quedó con 48 por ciento para el blaquinazul, 36 por ciento para el Sol Azteca y un 16 por ciento para Movimiento Ciudadano (MC).

“A nivel de los estados las candidaturas son más complejas porque correspondió a las dirigencias locales, pero a nivel nacional ya están las siglas. Falta definir al interior del PRD cuánto le toca a cada corriente, pero se puede inferir que a las más fuertes les tocará más, aunque no es determinante”, explicó Sánchez Camacho en entrevista con este diario digital.

Las corrientes o “tribus” más importantes al interior del PRD son “Los Chuchos” o Nueva Izquierda (NI); Alternativa Democrática Nacional (ADN), que controla Héctor Bautista López del Estado de México; y en la Ciudad de México, Vanguardia Progresista de Héctor Serrano Cortés.

En este sentido, explicó, se dará el reparto de las candidaturas en el Consejo Nacional Electivo perredista que se celebrará el próximo 11 de febrero en la Ciudad de México.

“Por ejemplo ADN es fuerte en el Distrito VII, se puede inferir que le tocará la candidatura, aunque eso lo definirán los consejeros”, dijo Sánchez Camacho.

Aunque en la repartición de las candidaturas al interior de Por México al Frente muchos panistas a nivel local se quejaron de que el PRD tenía más espacios de los que le correspondía –como en Baja California y  Sinaloa–, Vladimir Aguilar García, secretario de Acción Política del CEN perredista, afirmó que el PAN “ha maltratado” a los perredistas.

“Si bien están cubiertas las prioridades del PRD, el PAN debe compensar más al PRD, porque la diferencia entre ganar o perder la Presidencia de la República serán los votos perredistas y no se observa una compensación en las candidaturas por este valor que tiene el PRD”, dijo.

Aguilar García agregó que no existe un acuerdo público que indique la forma en la que el Sol Azteca se integrará al Gobierno de Ricardo Anaya de ganar la elección.

“Me parece que ciertamente [Alejandra] Barrales hizo una mala negociación.  [Manuel] Granados hace lo posible, pero la responsabilidad es del PAN. Lo que va a provocar es que muchos perredistas no se sientan representados en las candidaturas. Todas las candidaturas se atoraron, es una mala negociación, un maltrato generalizado de Acción Nacional al perredismo en todo el país”, dijo.

El Secretario de Acción Política del PRD consideró que su partido tiene una estructura real más robusta que la del blanquiazul, que no fue tomada en cuenta al momento del reparto.

“El PAN no tiene estructura, es más pequeña. Esto le puede afectar y me parece muy lamentable lo que pasó, porque puede afectar a la votación del Frente”, dijo.

ANAYA NECESITA GANAR PARA TENER FUTURO

Ivonne Acuña Murillo, académica del Departamento de Ciencias Sociales y Políticas de la Universidad Iberoamericana (UIA), dijo que el costo político para Anaya de ceder candidaturas al PRD, será elevado.

“No podía pretender la candidatura del Frente sin ceder en otros terrenos; por ejemplo, en la Ciudad de México. Seguramente él tendrá que pagar el costo político de sus decisiones. Quienes harán leña de él si no gana, serán los calderonistas”, opinó.

Pero el costo y la crítica dependerá del lugar que Ricardo Anaya ocupe en las elecciones.

Ayer una encuesta realizada por Consulta Mitofsky para el diario El Economista reveló que Andrés Manuel López Obrador, precandidato a la Presidencia por la coalición “Juntos haremos historia”, encabeza las preferencias electorales para las elecciones con el 23.6 por ciento.

Mientras que Ricardo Anaya le sigue sigue con 20.4 por ciento sobre José Antonio Meade, precandidato de la coalición del PRI, Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y Nueva Alianza (Panal), quien tiene un 18.2 por ciento de las preferencias.

“Está difícil el reto para Anaya. Al final las elecciones se decantan entre dos candidatos, veremos qué tanto puede superar a la estructura que tiene Meade. A nivel mediático Anaya es más carismático que Meade. Tiene un discurso afinado, buena estrategia. Las críticas dependerán de qué tan cerca quede del primer lugar, porque el PAN no tiene la base social que tiene el PRI y Obrador”, dijo.

La académica coincidió con López Montiel en que el PAN cedió más de lo que debía, pues gobierna en una docena de estados, mientras que el perredismo está debilitado y se quedó en manos de unos cuantos líderes.

“Le cedió bastante a su aliado, no le fue mal al PRD, y Anaya se quedó con la candidatura por encima de Mancera, quien era aparentemente más fuerte”, dijo.

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