Las protestas contra el alza de la gasolina y, por extensión, contra el aumento en cientos de productos y servicios imprescindibles para la sobrevivencia de millones de mexicanos sigue recrudeciéndose.
El hartazgo ciudadano ha alcanzado niveles que ningún gobierno que se jacte es capaz de desoír.
La razón no es, en el fondo, el alza de la gasolina, sino la desvergüenza con que la clase política ha saqueado el único gran patrimonio de la nación: el petróleo.
El Presidente Peña Nieto ha reconocido que “la gallina de los huevos de oro” (esto es nuestro petróleo) ha muerto. Como lo ha dicho en un tono impersonal y sin asumir su responsabilidad, la sociedad mexicana ha reaccionado con indignación y rabia porque:
La gallina de los huevos de oro no murió de muerte natural, la destriparon los políticos corruptos que dirigían (y dirigen) Pemex y estaban (y siguen estando) aliados al gobierno.
Una investigación del Huffington Post revela que tanto el gobierno de Felipe Calderón como el de Peña Nieto tomaron “en secreto” 240 mil mdp para hacer frente, según eso, a la crisis de las finanzas públicas.
Los causantes de la ruina del mayor patrimonio de los mexicanos, y quienes mayormente se han beneficiado de estos dividendos de la nación, muchos de los cuales son usados en beneficio propio, ahora pretenden que sea, como siempre, el pueblo de México quien asuma el costo de estos estragos, aumentando el costo de la gasolina y de vida de todos los mexicanos.
Una exhaustiva investigación por parte de organismos internacionales merece un caso que afectará incluso a la soberanía de nuestro país. Esta investigación no sólo deberá reconfirmar este saqueo a nuestra riqueza nacional, sino castigar a todos los culpables del mismo, sin excepción.
Es reprobable que, después de todo este robo y de la mortandad dejada durante la administración de Felipe Calderón, éste todavía pretenda volver a gobernar el país a través de su mujer, Margarita Zavala, hoy por hoy la carta mejor posicionada del PAN a nivel nacional. Igualmente es reprochable que el PRI pretenda seguir en el poder en 2018, luego de este desastre nacional.
Por todo lo anterior es que el aumento de la gasolina, en detrimento del estado de bienestar de los más pobres, es un insulto, una ofensa y una verdadera desvergüenza que no merece ni perdón, ni olvido.
@rogelioguedea