(La colonia Tabacalera) No es una zona que esté de moda para echar el cafecito, pero se ha vuelto una zona habitable, transitable, amigable. Un lugar en donde se puede uno sentar en un parque a hacer unas llamadas telefónicas o dar un paseo matutino. Y eso siempre se agradece. Siempre se agradece que podamos recuperar el espacio público, que podamos recordar que la ciudad es nuestra y que podamos al mismo tiempo hacernos un poco responsables de su conservación.
Por Nicolás Alvarado