En la campaña presidencial de 2012, fue de los escribas que suelen quedarse en el anonimato aunque son responsables de las palabras del candidato. Aurelio Nuño Mayer salió de esos entretelones hasta convertirse en un ser clave de la administración. Después de ocupar la Oficina de la Presidencia fue nombrado Secretario de Educación Pública. En sus manos está que la Reforma Educativa se cumpla a cabalidad. Y por ello, está enfrentado con la CNTE, disidencia histórica del magisterio. En estos días, debe destrabar otro conflicto: el paro estudiantil en las vocacionales del Politécnico. Ni los maestros ni los estudiantes del Poli le reconocen características de negociador. A ambos les ha mandado mensajes que condicionan. Los observadores lo ven como un político proclive a medidas que surgen desde el escritorio y logran debilitar a los movimientos, antes de la confrontación que requiere el cara a cara.
Ciudad de México, 20 de mayo (SinEmbargo).– El eslogan “Mover a México” que le imprimió el sello al discurso del Presidente Enrique Peña Nieto, se debe a la autoría de Aurelio Nuño Mayer, quien supo ser el hombre tras el Hombre, el poder detrás del trono; pero no por mucho tiempo.
Hábil en la carrera meteórica, de coordinador de Difusión y Mercadotecnia en la campaña del Partido Revolucionario Institucional (PRI) de 2012, pasó a la coordinación de Educación en el equipo de transición. Luego, fue colocado a menos de cincuenta metros del Presidente Enrique Peña Nieto, en la jefatura de la Oficina de la Presidencia, un puesto por demás estratégico con sueldo de Secretario de Estado.
En agosto de 2015, Aurelio Nuño Mayer fue nombrado Secretario de Educación Pública, la investidura que tiene hasta ahora y con la cual, en estos momentos se enfrenta a dos de los problemas más señalados del ámbito educativo nacional. Por un lado, está la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y su resistencia a la Reforma Educativa. Por el otro, el paro estudiantil en 10 de los 19 centros de estudios Científicos y Tecnológicos (CECyT), mejor conocidos como vocacionales del Instituto Politécnico Nacional (IPN) en protesta al anuncio de que esa casa de estudios quede adscrita a la Oficina del Secretario.
Nuño, el treintañero que se abrió paso entre figurones priistas en la campaña, no ha mostrado características de negociador.
“Es una cara autoritaria de la política”, exclama Javier Ramírez, vocero de la Vocacional 13, minutos antes de ingresar a la Asamblea General del Politécnico. “El Secretario ha condicionado los diálogos. Nos ha dicho que sí, luego que no. No hemos tenido la oportunidad de verlo a los ojos”.
Con la CNTE mantiene un diálogo basado en mensajes que ha brindado en conferencias de prensa desde el estrado de salones de hotel o El Palacio Nacional. La Coordinadora, a veces a través de un líder, a veces a través de otro, le ha respondido desde la banqueta de la calle Bucareli, donde mantiene su plantón, que no suspenderá la protesta. La tarde de ayer, el Secretario informó que tres mil 119 maestros serán cesados en Guerrero, Oaxaca y Michoacán; y que es posible que el número crezca cuando hoy, en Chiapas, concluya el plazo de más de tres faltas consecutivas injustificadas. La CNTE respondió que buscará el recurso de amparo.
José Fernández Santillán, politólogo en el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de México (ITESM), piensa que las decisiones, Nuño Mayer las toma en su despacho, siempre en búsqueda de las estrategias más efectivas que evitan la confrontación en terreno. Expone: “La de Nuño Mayer es una fuerza política que busca el desvanecimiento y difuminación de los movimientos antes que el enfrentamiento. Es un camino de la política cuando el interés es el sentido del Estado".
Para el analista del Discurso del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Carlos Bravo Regidor, este es un funcionario envuelto en su propio destino. “Avanzó rápido y ahora es clave. Y la tarea en sus manos lo mantiene a prueba todo el tiempo. Le toca cambiar un escenario de acuerdo con una enmienda constitucional. Cuando esto era proyecto, era popular. Dejó de serlo ahora, al intentar que se cumpla. El camino no se ve fácil”.
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Hace unas horas, los estudiantes de las vocacionales del Politécnico marcharon por la Avenida Reforma e intentaron dejar una carta en la residencia oficial de Los Pinos. No lo lograron. En el camino, les llegó el mensaje de que no serían recibidos y que el Secretario de Educación pensaba que la solución al problema del Poli estaba en la dependencia y no en la Presidencia.
Han pasado dos días del Día del Maestro y Nuño Mayer ha aparecido con corbata a rayas verdes. Anuncia en un estrado que tiene a disposición 26 mil maestros para sustituir a los 24 mil 617 profesores de la Coordinadora que falten a clases por estar en batalla. La advertencia de Nuño no ha hecho mella en la CNTE. Como ha ocurrido en el pasado, el movimiento ha respondido con un reto. El líder Rubén Núñez Ginez, ha desafiado a Nuño a que cumpla con sus palabras y aplique el reemplazo de maestros.
Al cierre de este texto ha concluido el plazo para saber si las palabras de Aurelio Nuño Mayer se cumplirían o volarían por los aires. Ha ocurrido: Nuño Mayer ha despedido a más de tres mil profesores. Y en el plantón en la calle Bucareli –más cerca de la Secretaría de Gobernación que de la de Educación- los maestros, en sus casas de campaña, coinciden en algo: no tienen miedo, aquí se quedarán por lo pronto y esta noche analizan la posibilidad de mudarse al Zócalo. Vienen de Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Chiapas. Son unos mil, según la Secretaría de Seguridad Pública. Rurales y urbanos.
Como en cada ocasión que se plantan en la Ciudad de México, el campamento parece un pueblo: están desplegadas casas de campaña de pequeña estatura, la vendimia de comida y juguetes llena algunos espacios, los anafres echan humo negro y hay camiones estacionados que ofrecen traslados a Oaxaca por 300 pesos.
“En el caso de la CNTE –dice Fernández Santillán– hay una resistencia al diálogo histórica porque este movimiento se explica en la teoría marxista. Entonces, el funcionario parece seguir la misma lógica, el sentido del Estado y pone ultimátums, y los cumple”.
EL JOVEN ENTRE LOS GALLONES DEL PRI
Tenía 23 años de edad, era estudiante en la Ibero y el PRI era oposición. En ese momento, Aurelio Nuño Mayer decidió entrar a la política mexicana. Fue vicecoordinador de Planeación Estratégica de la bancada de ese partido en el Senado en la LVIII y la LIX Legislaturas, entre 2000 y 2006, cuando el líder de los senadores era Enrique Jackson Ramírez.
En 2002, la Universidad Iberoamericana le otorgó el título de Licenciado en Ciencias Políticas y Administración Pública a través de la opción de titulación por excelencia académica; pero ante la SEP –la dependencia hoy a su cargo- no registró el documento sino hasta 2013, consta en el Registro Nacional de Profesiones. Luego, obtuvo el grado de MSc (Maestro en Ciencias, Estudios Latinoamericanos) por Saint Antony`s College de la Universidad de Oxford, un postgrado que tampoco aparece en el Registro de la SEP.
Al regresar de Oxford, conoció a Luis Videgaray Caso quien era presidente de la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados. Se integró a su equipo. Desde entonces, no se separaron. Videgaray lo incorporó en el grupo que impulsaba la candidatura de Enrique Peña Nieto a la Presidencia de la República desde el Estado de México.
Como coordinador del Mensaje y Mercadotecnia, Nuño Mayer perteneció al grupo de escribas que suelen quedarse detrás de los telones y son responsables de las palabras del candidato Ahí mismo estaban otros que no despuntaron ante el público como Ilhuicamina Díaz Méndez, maestro de Oratoria de Enrique Peña Nieto desde los años del Gobierno del Estado de México y hoy hacedor de sus discursos. Muy pocas veces ha sido visto y casi no hay fotografías de su persona. Nuño Mayer sí salió de esos entretelones hasta convertirse en uno de los hombres clave de la administración; hoy su rostro aparece en todos los canales. Las televisoras se han encargado de difundir que la semana la inicia en una escuela diferente del país.
Una vez ganadas las elecciones, Aurelio Nuño Mayer fue nombrado Coordinador de Educación del equipo de transición del Presidente Electo. Se le mencionaba para la SEP, pero fue puesto en la Oficina de la Presidencia, un sitio por demás estratégico que han ocupado políticos como Emilio Gamboa Patrón con Miguel de la Madrid (1982-1988), José María Córdoba Montoya con Carlos Salinas de Gortari (1988-1994), Luis Téllez Kuenzler con Ernesto Zedillo (1994-2000), y Juan Camilo Muriño, Gerardo Ruiz Mateos y Patricia Flores Elizondo con Felipe Calderón (2006-2012).
En agosto de 2015, fue nombrado Secretario de Educación Pública. Su principal encargo: la aplicación de la Reforma Educativa. Aún cuelga del portal oficial de Saint Antony`s College de la Universidad de Oxford, la institución donde el Secretario consiguió el grado de Maestro, una nota en la que se lee: “ ... Aurelio Nuño Mayer, ha sido nombrado Secretario de Educación Pública por el Presidente de México, Enrique Peña Nieto. Nuño, ex jefe de la Oficina del Presidente, tiene ahora la gran responsabilidad de asegurar la adecuada implementación de la reforma educativa de México, que es considerada la más importante en la ambiciosa agenda de cambios de la administración”.
En los datos abiertos de la SEP, el afán por dejar firme el cimiento de esa enmienda se refleja en el contrato firmado con Televisa por 51 millones 724 mil 137 con 93 centavos por Servicios de Difusión relativos a la campaña “Reforma Educativa” versión “Logros de Reforma Educativa etapa 3, según el Portal de Obligaciones y Transparente (POT) y la página Comprasep. Se trata de un convenio que la SEP firmó apenas dos meses después de que Nuño tomara posesión.
LOS HECHOS QUE HEREDÓ NUÑO
En febrero de 2013, rodeado por la clase política y alejado de Elba Esther Gordillo, el Presidente Enrique Peña Nieto se puso de pie en el patio de honor de Palacio Nacional. Así fue la proclama de la Reforma Educativa, la primera del tren de enmiendas estructurales que el Primer Mandatario iba a echar a andar en los siguientes meses.
“Este es un cambio de fondo que marcará para bien el rumbo de México en las siguientes décadas; así, inicia una transformación educativa largamente esperada por la sociedad mexicana”, dijo el Primer Mandatario. Nuño Mayer en ese momento a cargo de la Oficina de la Presidencia se mantenía en alianza con Miguel Ángel Osorio Chong, Secretario de Gobernación, para sostener el Pacto por México, el convenio firmado entre el Gobierno federal y las principales fuerzas políticas para impulsar las reformas estructurales.
La evaluación de los docentes mexicanos se convirtió en el corazón de la enmienda constitucional. La nueva normativa quedó a cargo del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) que recibió en 2014, 613 millones 350 mil 881 pesos y que para 2015 –bajo el argumento de que tendría una atribución nueva y estructural–aumentó su presupuesto a mil 020 millones de pesos, según el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF).
No obstante los recursos invertidos, en junio de 2015, la SEP –en ese momento a cargo de Emilio Chuayffet Chemor – suspendió de manera indefinida las pruebas para evaluar a los profesores mexicanos, una tarea que hace casi dos años la misma dependencia había anunciado en un puñado de spots como “la fuerza transformadora de México”.
Si las reformas impulsadas a principios de sexenio se vieran en una línea de tiempo con picos, en cuanto se buscara cuál ha sido la de mayor costo social, la Educativa reluciría. Su puesta en marcha ocasionó uno de los plantones más largos de la Historia reciente en el Zócalo de la Ciudad de México. La Reforma de Telecomunicaciones sumó una decena de marchas en la capital del país, así como en Guadalajara; la Educativa mantuvo a 40 mil maestros de todas las regiones del país en un plantón de cinco meses en la Plaza de la Constitución. La petición de los maestros era única: suspensión de la evaluación o exámenes diferentes para cada región del país.
Las protestas provocaron caos vial, el bloqueo de las actividades del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que funcionarios y legisladores dejaran sus camionetas blindadas, el traslado de la sede de las cámaras de diputados y senadores e incluso cambió los planes del Presidente de la República para dar el mensaje de su Primer Informe de Gobierno.
Con todo, las movilizaciones de la CNTE desde agosto hasta diciembre de 2013 en la capital del país habrían costado unos 285 millones de pesos, según un cálculo de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo en Pequeño de la capital.
El 21 de julio de 2015, el Gobernador de Oaxaca, Gabino Cué Monteagudo, anunció la desaparición del Instituto Estatal de Educación Pública (IEEPO) para –según su plan gubernamental- modernizar al sistema educativo del estado. En la foto quedaron el entonces Secretario de Educación Pública (SEP), Emilio Chuayffet Chemor, y el vocero de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez. Juntos, dieron a conocer que se crearía un nuevo instituto de educación descentralizado, con personalidad jurídica y autonomía de gestión. El decreto que ordena la transformación amaneció publicado en el periódico oficial de la entidad.
Desde 1992, dado un acuerdo con el Gobierno de Carlos Salinas de Gortari, la CNTE había nombrado a los funcionarios, jefes de departamento y directivos del instituto. En la práctica, el instituto era suyo. Pero con la medida de la desaparición, no sólo se perdió ese coto de poder. Los Gobiernos estatal y federal decidieron “congelar” las cuentas bancarias donde los maestros depositaban sus cuotas, dinero bajo la administración de los dirigentes de la Coordinadora.
Sin el menor asomo de experiencia en materia educativa en su currículum, Aurelio Nuño Mayer fue puesto en la silla principal de la SEP en agosto de 2015. Y desde entonces ha lidiado con este pasado. “Después de la desaparición del IEEPO, la CNTE ya no es la misma. Vemos las patadas de ahogado de un movimiento con menos recursos que se ha distinguido por su radicalismo. En Política, se negocia o se confronta. La CNTE siempre ha hecho lo segundo. Pero de aquellas manifestaciones masivas de 2013 a lo de ahora, hay una distancia. La principal virtud de Nuño Mayer es que ha actuado con sentido de Estado. Le ha apostado a la disminución del movimiento. He ahí que no salga para negociar. Y he ahí su firmeza”, expone Fernández Santillán.
¿PRESIDENCIABLE?
El Presidente Enrique Peña Nieto no ha negado la cercanía que tiene con Aurelio Nuño Mayer, quien está casado con la bailaora de flamenco, María Aliaga. El 20 de julio de 2013, en la celebración de su cumpleaños 47, el Primer Mandatario dijo: “A ver, no se pongan tan inquietos y nerviosos. Porque él es del Distrito Federal, no es del Estado de México, por aquello de que pensaran otra cosa”. Pocos dudan de que tiene la confianza del Jefe del Ejecutivo quien –como en los tiempos más antiguos– podrá tomar decisiones cuando el Consejo Nacional del PRI designe a su candidato, después de un cambio de estatutos en 2013.
Por lo pronto, el “Mover a México” de Nuño Mayer ya quedó para la posteridad en los libros conmemorativos de la Presidencia de la República. En mayo de 2015, la Coordinación General de Administración de la Primera Magistratura pagó un contrato con Talleres Gráficos de México por cuatro millones 524 mil pesos por la edición de la obra “Mover a México 2014”, la cual es una antología del mensaje y crónica presidencial. En julio, el monto fue ampliado con 53 mil 360 pesos, según los mecanismos de Transparencia del INAI.
La frase no ha resultado una fortuna. Sobre todo, porque las tasas de crecimiento económico se han reducido al tamaño mínimo y lo único que parece moverse y agrandarse es la pobreza y la brecha económica entre ricos y pobres. De apenas 1.6 por ciento es la expectativa del Fondo Monetario Internacional para la economía mexicana.
Para Carlos Bravo Regidor, especialista en Discurso, se trata de un eslogan que ha dejado de servir. “Si fue útil, ya no lo es. El problema con ese mensaje siempre fue que sí podía transmitir una sensación de movimiento pero no necesariamente una idea de dirección. ¿Hacia dónde nos querían mover?”
Cuando en 2015, el Presidente Enrique Peña Nieto hizo cambios en su Gabinete, se consideró que el camino estaba aplanándose rumbo a 2018. José Antonio Meade en la Secretaría de Desarrollo Social, Rosario Robles en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) y Aurelio Nuño en la SEP. Luego, las apariciones de Nuño Mayer en la televisión se volvieron frecuentes. Pero pese a estos esfuerzos, aún no logra ser conocido como para ser votado. La última encuesta realizada por Reforma, dice que 69 por ciento de la gente no lo conoce y del 31 por ciento que sí, a 11 no les importa, otro 11 tiene una mala opinión de él y nueve por ciento tiene opinión favorable.