En América Latina existe una realidad similar entre los países: "Nuestros territorios están siendo bastante ambicionados por las empresas trasnacionales y nacionales, para generar riquezas para el modelo económico. En nuestros países, donde hay tantas fuerzas represivas que se han creado para, supuestamente, dar seguridad el objetivo real es reprimir las manifestaciones y expresiones de rechazo a todos estos proyectos, con lo que peligra nuestra vida [la de defensores del medio ambiente]. Es algo que pasa reiteradamente en nuestro continente", denunció Berta Zúñiga, hija de la activista hondureña Berta Cáceres, asesinada el pasado 2 de marzo.
Ciudad de México, 19 de mayo (SinEmbargo).– El asesinato de Berta Cáceres pone de manifiesto la situación de emergencia en que se encuentran los pueblos de América Latina al ser acosados e invadidos por grandes empresas nacionales y transnacionales que buscan imponer proyectos de explotación de la naturaleza y de las personas aplastando los derechos humanos y colectivos más básicos, denunciaron alumnos de posgrado de estudios latinoamericanos en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En el marco del foro "La lucha de Berta Cáceres, la lucha de los pueblos" realizado en la Facultad de Economía de la máxima casa de estudios, Berta Zúñiga, miembro del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh) e hija de la activista hondureña asesinada el pasado dos de marzo, señaló como responsables del homicidio tanto al Estado hondureño como a la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (Desa).
La joven acusó que su madre fue vilmente asesinada por su lucha y su resistencia, por lo que aseguró "fue un crimen político, pero también un crimen con odio y con saña por ser una mujer que desafiaba a los poderes instaurados en nuestro país (Honduras). Nosotros pensamos que su muerte es una pérdida para todo el mundo, es por eso que el dolor se ha hecho sentir en todos los rincones".
En entrevista para SinEmbargo, dijo que la muerte de un defensor o defensora de la vida, es una pérdida para la humanidad:
"(El Gobierno hondureño) en todo momento se alió a la empresa para proteger los intereses privados y nunca jamás garantizó los derechos de las comunidades en defensa del territorio, al contrario, criminalizó la lucha, la persiguió, la hostigó. En todo momento, el Estado hondureño ha sido promotor del modelo extractivista que ha significado la muerte de numerosos compañeras y compañeros defensores de la vida", lamentó Berta.
"Ella en especial logró tejer durante muchísimos años con otras organizaciones, le apostaba a que todos los principios y convenios internacionales que se encuentran en papel se materializaran realmente a la defensa de los ríos, de los bosques, de las tierras y de la vida para todos y todas".
ACTIVISTAS LATINOAMERICANOS, EN PELIGRO POR SU LUCHA
En América Latina existe una realidad similar entre los países: "Nuestros territorios están siendo bastante ambicionados por las empresas trasnacionales y nacionales, para generar riquezas para el modelo económico. En nuestros países, donde hay tantas fuerzas represivas que se han creado para, supuestamente, dar seguridad el objetivo real es reprimir las manifestaciones y expresiones de rechazo a todos estos proyectos, con lo que peligra nuestra vida [la de defensores del medio ambiente]. Es algo que pasa reiteradamente en nuestro continente", dijo a este diario digital.
Es precisamente Honduras el país donde más se calla a los activistas, en 2014 fue el lugar donde 111 defensores fueron asesinados y en México, 45, informaron miembros del colectivo mexicano Geocomunes.
De acuerdo con información de Global Witnesse, Latinoamérica es el lugar más peligroso para los defensores del medio ambiente, ya que concentró las tres cuartas partes de los asesinatos perpetrados durante 2014 y son las poblaciones indígenas el principal blanco, con el 40 por ciento de los homicidios totales.
"Desde hace mucho tiempo, lo pueblos indígenas han sido saqueados. Desde el año 2009, hasta nuestros días, tres mil personas han sido criminalizadas por defender los territorios, los recursos naturales y el medio ambiente. Están siendo asesinadas dentro de toda la violencia generalizada que hay en nuestro país, acusó Berta en la máxima casa de estudios.
Asimismo, denunció que su madre fue constantemente amenazada por sostener sus convicciones en defensa del pueblo indígena lenca, pero también en defensa de los bienes comunes de la naturaleza:
"Ella fue hostigada, perseguida, criminalizada y enfrentó dos procesos judiciales liderados por la empresa (Desa), de los que finalmente salió ilesa en los tribunales, luego de procesos bastante difíciles, pero esto ha sido una práctica recurrente de todas las empresas en nuestro país: criminalizar las luchas para así justificar lo que siempre hacen".
Uno de los casos más emblemáticos y recientes en México es el de Ildefonso Zamora, líder indígena encarcelado en el estado gobernado por el priísta Eruviel Ávila Villegas, por su labor en defensa de los bosques.
Proyectos que se concretan gracias al financiamiento de bancos e instituciones internacionales pasan por encima de los principios de las vidas humanas no sólo en Honduras, sino también en México y en toda América Latina, puntualizó. Desa posee capital tanto hondureño como chino y pretende desarrollar el proyecto hidroeléctrico “Agua Zarca” en la comunidad de Río Blanco, departamento occidental de Intibucá.
EXIGEN JUSTICIA POR BERTA
Además, externó que con el ejemplo de las familias de los 43 estudiantes desaparecidos en México, desde el pasado 26 de septiembre de 2014, han pensado en la posibilidad de acudir a una comisión independiente de investigación que garantice objetividad y transparencia en eL proceso de esclarecimiento en el homicidio de la activista hondureña.
Sus dos principales exigencias al respecto, radican en lograr la cancelación definitiva del proyecto y terminar con el clima de impunidad que viven los activistas alrededor del continente, sin embrago, la empresa no ha parado la construcción, al contrario, la ha acelerado, a pesar de haber sido señalada como la responsable del asesinato, reveló la hija de la activista asesinada a los 45 años de edad.
Asimismo, la familia reiteró: "no dejar que el crimen quede en la impunidad, permite marcar un precedente de justicia y poner un alto a la impunidad".
Cáceres luchó durante 23 años por los bienes comunes naturales, la reivindicación de los derechos de los pueblos indígenas, en especial del pueblo lenca, al que pertenecía. El Copinh aglutina más de 200 comunidades lencas que actualmente se encuentran en una lucha muy fuerte contra los productos hidroeléctricos, instalación de proyectos extractivos, por la defensa de la titulación comunitaria dela tierra, el reconocimiento de la autonomía del pueblo lenca, de su cosmovisión y de su manera de vivir, destacó Berta.
La expulsión de numerosos aserraderos de sus territorios, el comienzo de la titulación comunitaria de la tierra, de manera formal y legal, fueron algunos de los logros más destacados de la defensora.
Finalmente, Berta leyó una carta escrita por Laura Zúñiga Cáceres, su hermana. Aquí un fragmento:
"Me han robado los brazos de Berta, me han robado los brazos de mi mami, ese país que es una unidad misma se rehusa a resignarse a este asesinato, por este país luchó Berta Cáceres, porque la mamá luchaba por el mundo, se apasionó por su tierra donde está su pueblo lenca, donde están sus raíces y se horrorizó con las formas siniestras y violentas con las que el imperialismo actúa, con los experimentos que realiza. Mi mamá, mi compañera de lucha, Berta Cáceres, era un estorbo para el sistema".