Entre la noche del viernes y la mañana de ayer, Mazatlán se escandalizó con el asesinato de una mujer presuntamente cometido por su pareja sentimental en el Fraccionamiento Hacienda Victoria, y la agresión con arma blanca que sufrió otra mujer a manos de un joven en la Colonia Ampliación Lico Velarde, el cual se “atrincheró” por horas en la casa donde ocurrió este hecho.
Por Fernanda Magallanes
Ciudad de México, 15 mayo (SinEmbargo/Noroeste).- El hogar, la esencia del núcleo familiar donde se gestan los valores para una mejor convivencia social, se ha convertido en una sucursal de la tragedia para las mujeres.
Entre la noche del viernes y la mañana de ayer, Mazatlán se escandalizó con el asesinato de una mujer presuntamente cometido por su pareja sentimental en el Fraccionamiento Hacienda Victoria, y la agresión con arma blanca que sufrió otra mujer a manos de un joven en la Colonia Ampliación Lico Velarde, el cual se “atrincheró” por horas en la casa donde ocurrió este hecho.
De acuerdo con testimonios, el joven habría abusado sexualmente de ella y después la atacó con un machete.
Ambos ataques causaron la indignación ciudadana en las redes sociales, en las que se exigía a las autoridades implementar acciones efectivas para contener estos excesos que cada día van en aumento.
Y a estos hechos se suma el asalto que sufrió a mano armada una mujer el viernes al medio día, a la que despojaron 310 mil pesos cuando salía de una sucursal bancaria en el Fraccionamiento El Toreo.
De acuerdo con archivos periodísticos, de enero a la fecha se han registrado en Mazatlán cuatro asesinatos de mujeres; el Semáforo Delictivo, una herramienta ciudadana de consulta de delitos, sólo tiene registrado uno.
Y aunque la violencia de género no respeta condición social, las agresiones contra mujeres están mayormente focalizadas en asentamientos populares.
Para Guadalupe del Carmen Estavillo Castro, directora del Instituto Municipal de la Mujer en Mazatlán, ambos ataques reflejan la descomposición del tejido social.
“Estas situaciones no deben estar sucediendo, es un hecho que es completamente lamentable, nos llena de dolor, no hay calificativo para esto, no podemos saber qué es lo que pasa por la cabeza del agresor, es evidente que son personas carentes de valores”, expresó.
Pero lo más preocupante, consideró, es que no se denuncie, ya sea por una cuestión cultural o por miedo, lo que agrava la violencia que se ejerce en el hogar.
“Muchas veces creen que es un simple jaloneo, una simple escena de celos, eso ya es violencia, porque está invadiendo tu espacio, tu privacidad. Es muy repudiable y la mujer debe inmediatamente, en cualquier situación que esté viviendo, pedir ayuda, la violencia va en aumento porque tienen miedo a poner un alto”.
De acuerdo con el Semáforo Delictivo, en lo que va del año se han registrado en el puerto 228 incidentes de violencia familiar relacionados con agresiones a mujeres.