Las autoridades norcoreanas se sintieron ofendidas con la cobertura desplegada por el equipo de la BBC, que destacó con sus imágenes algunos aspectos de la vida en la capital.
Pyongyang, 9 may (EFE).- El periodista de la BBC Rupert Wingfield-Hayes fue expulsado hoy de Corea del Norte, donde cubría el VII Congreso del Partido de los Trabajadores, informaron fuentes de la cadena pública británica.
Las autoridades norcoreanas anunciaron hoy la expulsión y alegaron que su cobertura estaba siendo "poco respetuosa", por lo que nunca podrá volver al país.
El periodista, que entró en el país el 29 de abril, fue detenido cuando se disponía a abandonar Pyongyang el pasado viernes 6 de mayo y permaneció retenido hasta hoy en un hotel de la capital.
Wingfield-Hayes, que trabaja habitualmente como corresponsal en Tokio, abandonará hoy el país.
Por su parte, la cadena pública británica BBC confirmó la expulsión del periodista, miembro de uno de sus equipos después de que los tres integrantes del mismo fueran detenidos e interrogados con relación a su cobertura informativa del Congreso del Partido de los Trabajadores norcoreano.
El periodista Rupert Wingfield-Hayes, el cámara Matthew Goddard y la productora Maria Byrne fueron detenidos el pasado viernes en el aeropuerto, cuando se disponían a abandonar el país, donde hoy concluye el VII Congreso del Partido de los Trabajadores.
Según la BBC, ese equipo se encontraba en el país por el citado congreso, acompañando a un delegación de premiados con el Nobel.
Al parecer, las autoridades norcoreanas se sintieron ofendidas con la cobertura desplegada por el equipo de la BBC, que destacó con sus imágenes algunos aspectos de la vida en la capital.
Tras su detención, Wingfield-Hayes fue interrogado por funcionarios norcoreanos durante ocho horas y obligado a firmar una declaración, según el canal público.
Otro periodista de la BBC, su corresponsal en Seúl, Stephen Evans, continúa en Pyongyang.
En declaraciones hoy a la emisora británica Radio 4, Evans explicó que cuando sus compañeros esperaban el pasado viernes para embarcar en su avión de regreso a casa, Wingfield-Hayes fue detenido, junto con su equipo, y trasladado a un hotel separado donde fue interrogado por funcionarios norcoreanos.
Evans indicó que su compañero fue obligado a firmar una confesión en la que admitía que su trabajo había incurrido en imprecisiones y agregó que las autoridades norcoreanas estaban particularmente preocupadas por dos incidentes concretos.
En uno de ellos, según señaló ese reportero, su compañero Wingfield-Hayes había preguntado, al parecer, si las autoridades habían organizado una visita hecha por una celebridad a un hospital para hacer que pareciera mejor de lo que era, mientras que en otro de los incidentes, se pidió al cámara de la BBC que eliminase unas imágenes.
Wingfield-Hayes, que entró en el país el pasado 29 de abril, trabaja habitualmente como corresponsal en la oficina del canal británico en Tokio.
El Secretario general del Comité Nacional de Paz de Corea del Norte, O Ryon II, indicó que la cobertura del periodista británico distorsionaba los hechos y "hablaba mal del sistema y el liderazgo del país", según recogen medios británicos.
La misma fuente confirmó que Wingfield-Hayes escribió una disculpa y que, tras ser expulsado, nunca volvería a ser admitido en ese país.
Unos 130 periodistas extranjeros se encuentran en Pyongyang cubriendo el Congreso del Partido de los Trabajadores, que se celebra por primera vez en 36 años.